☘Polaca ☘ Damssj

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La morocha se tiró a la cama con un suspiro después de cerrar la puerta de un golpe. Era jueves pero estaba sola ya que había peleado con su amigo. Una rara sensación se adueñó de ella al ver a su mejor amigo abrazando a alguien más. Pero, que era?. Dió miles de vueltas hasta quedarse mirando la pared con la luz apagada, en la oscuridad. Escuchó la ventana abrirse y no se alarmó al saber de quién se trataba. Cerró los ojos y se hizo la dormida. Unas manos la descalzaron con cuidado y soltaron su pelo despacio para después taparla.

-No me gusta que peleemos, y por mucho que me hayas hecho enojar no voy a romper nuestra rutina, So.-El chico se acomodó para abrazarla y acariciar su pelo mientras el sueño se adueñaba de el.

Más tarde abrió los ojos con una sonrisa al ver quien estaba a su lado y se levantó. El reloj marcaba las 6 de la tarde y el bajó a hacer la merienda para su amiga. Subió todo en una bandeja y se subió a la cama para despertarla.

-Sofi, So, te hice la merienda. Despertate.- La morocha abrió los ojos de a poco hasta acostumbrarse a la luz y lo miró frente a ella, con esa sonrisa que tan bien le quedaba y un control en la mano.

-¿Que haces con eso?.- Se ató su larga cabellera negra en un moño desarreglado mientras le hablaba.

-Merienda, películas y pijamas. ¿Te va?- Ella asintió feliz y se tiró a abrazarlo. Así eran sus peleas, se necesitaban, se habían acostumbrado el uno al otro.

El alto la miraba con amor, esa chica causaba tanto en el, lo hacía creer en todo aquello que creyó inexistente. Y no lo entendía, porque con 14 años no hay mucho que uno pueda entender sobre amor. Pero lo hacía. El sentía algo por Sofía aunque aún no sepa describir de que se trata. El sentía algo aunque se esfuerce por ocultarlo. Sentia esa necesidad incontrolable de tenerla entre sus brazos y no dejarla ir.