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Era la última noche de Sofía en Argentina, todo estaba guardado y su cama solo tenía dos sábanas y una muda de ropa a los pies. El silencio y la soledad abarcaban toda la casa que yacía en la oscuridad.

Sin cenar, y con un gusto amargo en la boca se acostó mirando el techo y con lágrimas empañando su vista. No contuvo los sollozos que salían de su garganta y lloró con más fuerza al sentir unos brazos envolverla.

No sé asustó, ni negó tal abrazo, sabiendo quien era. Se dejó envolver por el calor de su cuerpo y lloró hasta quedarse sin lágrimas.

No pudo hablar cuando unos labios chocaron los suyos y tampoco se contuvo a entregarse nuevamente a su mejor amigo.

-No quiero despertar mañana y ver qué te fuiste.- la voz de Damián rompió el silencio que los acompañó.

-Es lo mejor que puedo hacer. No voy a poder irme si te veo allá.- Se giró para mirarlo, tragando el nudo en su garganta.

-Entonces no te vayas. Podemos hacer que esto funcione, podemos estar juntos. No me dejes Poloca.- La voz del alto también se cortaba por el llanto que intentaba guardar, haciendo que las lágrimas de Sofía salgan otra vez.

-Dami no me hagas esto. Somos chicos, nos confundimos demasiado. Estos días juntos fueron los más lindos y lo sabes. Pero hay barcos que llegan al puerto. Y otros, como nosotros, solo naufragan, perdidos y no terminan bien. Lo mejor es aprender a manejar cada uno su barco, y recién ahí subirnos a uno juntos.-

☘Polaca ☘ DamssjDonde viven las historias. Descúbrelo ahora