Tras una feroz tormenta, el Perla Negra a sufrido daños e inevitablemente toda su tripulación se ve en la necesidad de esconderse en la isla más cercana mientras la nave es reparada. Ahí mismo e inesperadamente, el Capitán Jack Sparrow recibirá un r...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La fiesta en la mansión Gastrell había terminado. Todos se habían ido, incluso el Regidor Salavert, que se despidió de su prometida con la promesa de volver al día siguiente. Después de anunciar su compromiso, todos en la cena, llenaron de felicitaciones y elogios a Constanza, pero ella solo se limitaba a dar las gracias.
Se sintió un poco más aliviada cuando todos se retiraron, fue a su habitación y se miró frente al espejo. No se sentía tan bonita como todos le decían que era, podía traer puesto el vestido más hermoso del mundo, y aun así sentirse horrible.
Volvieron a llamar a la puerta, era su padre que deseaba dirigirle unas palabras.
—Hiciste un buen trabajo el día de hoy. —la felicitó.
Constanza se sintió extrañada. Él nunca había tenido un gesto similar hacia ella, o por lo menos no lo recordaba.
—Solo hice lo que usted me pidió.
—Víctor se fue muy contento. —se acercó a la joven y besó su frente —Y yo también. Buenas noches. —luego de decir eso, se retiró.
Se quedó helada. ¿Eso era buena señal? Llevó su mano a la frente, donde había recibido ese extraño beso. La sensación aún prevalencia, sonrió y comenzó a llorar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
A la mañana siguiente, el sol comenzaba a salir, los piratas descansaban en la bahía después de haber trabajado hasta tarde el día anterior. El Maestre Gibbs había esperado a su Capitán y a algunos de sus compañeros toda la noche, pero no hubo señales de Jack ni de que estuviera metido en problemas >>que de alguna u otra manera, siempre sedaba cuenta<<, tal vez había pasado la noche con los otros chicos en una cantina en el pueblo, en un burdel o con la joven. Vio a lo lejos que Scrum, Pintel y Ragetti que regresaban de su noche de juerga.
—¡Hey! ¡Gibbs! -los piratas le gritaban y agitaban los brazos en el aire intentando llamar su atención. Corrió hacia donde ellos.
—¿Ocurrió algo? —les preguntó.
—Es el Capitán, llegó a la taberna anoche... —dijo Ragetti.
—Se emborrachó y por poco revela que somos piratas... —Pintel agregó.
