La música seguía, Constanza tenía la extraña sensación de que todo a su alrededor se movía y es que bajo sus pies, las suaves olas mecían delicadamente la nave y debido a eso y al alcohol ingerido, se sentía mareada.—No sabía que los piratas podían bailar tan bien. —dijo ella.
—Hacemos más que robar y maldecir, pajarito, te lo aseguro. —respondió con una amplia sonrisa y guiñando un ojo.
Ella comenzó a reír por su comentario.
—¿Estas ebria? —preguntó Jack, abrazándola y bailando al ritmo de la melodía.
—Solo mareada.
—¡Pero no has bebido casi nada!
—No estoy acostumbrada al licor. ¿Volveremos pronto?
—No... Aún no terminamos.
—¿No?
Jack acercó sus labios a los de Constanza y los besó dulcemente, tan lento y con tanto cuidado como si fueran de cristal y tuviera miedo de que fueran a romperse.
Era evidente que la chica estaba ebria, más no demasiado. Aun coordinaba bastante bien sus movimientos y su juicio. Esperaba que ya no hiciera más preguntas parecidas a la de hace un rato, si ella era lo más preciado para él. Y claro que era importante, la adoraba, lo volvía loco como ninguna otra y que deseaba tenerla para siempre, pero también, eso conllevaba muchas responsabilidades. Entre ellas la monogamia. Y eso era muy difícil para él. Pero ese no era el momento para ponerse a pensar en esas cosas. Había ideado una noche especial para los dos y todo estaba saliendo de acuerdo a lo planeado.
Constanza se dejaba llevar por la música y el vino en su cuerpo. Jack comenzó a besar y lamerle el cuello y mordisqueó el lóbulo de su oreja izquierda.
—Donne mui un lent baiser qui nous emmène rapidement au lit. —susurró en su oído.
La joven sonrió impresionada.
—No solo sabes tocar excelente el piano y sabes bailar ¿también sabes francés? ¿Hay algo más en su lista de sorpresas, Capitán Sparrow?
—Te sorprenderías, pero prefiero revelar cada una de esas cualidades, en los momentos oportunos.
—Me doy cuenta que la sociedad ha subestimado a los piratas.
—¡Claro que sí! Eso es muy injusto. —dijo con falsa y exagerada indignación.
Constanza río al escucharlo. Era tan encantador.
—"Un beso lento que nos lleve rápido a la cama". Eso dijiste. —reveló la joven.
—Así es... —Jack volvió a besarla, suave y dulce. La tomó por la cintura y la acercó más a él. Su lengua comenzó a jugar con la de la joven, danzando a un ritmo que solo ellos entendían. —Entonces, Señorita Gastrell ¿Le gustaría concederme el honor de acompañarme a mi muy cómodo y elegante camarote?
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Little Bird
Fiksi PenggemarTras una feroz tormenta, el Perla Negra a sufrido daños e inevitablemente toda su tripulación se ve en la necesidad de esconderse en la isla más cercana mientras la nave es reparada. Ahí mismo e inesperadamente, el Capitán Jack Sparrow recibirá un r...