18m²

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Sorprendido por no comprender nada pero guiado por la necesidad de tocarlo y sentir su calor, corrí hasta él y lo abracé, siendo recibido por sus brazos. Busqué su rostro hasta tenerlo acunado entre mis manos, sus heridas aún estaban ahí marcando ese hermoso rostro que era pecado destruir, besé sus labios con delicadeza para no hacerle daño en la herida que tenía en el labio inferior, pero sus manos aferrándose más a mi espalda hicieron que el beso fuera más compacto hasta que ambos separamos nuestros labios pero no los rostros.

— ¿Estás bien? ¿Por qué estás en esta habitación? —pregunté preocupado.

— Quiero creer que es por lo que hiciste.

— ¿Por lo que hice? —asintió.

— Pero hay algo más —Jimin apartó sus ojos de mí y los desvió hasta la cama donde Yuta estaba de pie observando sin comprender nada, a mis espaldas, JiSung parecía igual; aunque su rostro estaba mucho más arrugado—. He visto a Ten. Lo han metido en mi habitación al mismo momento que a mí me sacaban.

— ¿Qué...? ¿Qué significa eso?

— No puedo decirte con seguridad...

— ¿Y YiXing?

— No lo he visto.

Llevé mis manos a la cabeza y agarré con fuerza mi cabello, me negaba a aceptar que mis suposiciones podrían llegar a ser ciertas, que efectivamente, cada vez que se los llevaban tras dar falsas mentiras estaban haciendo algo más. Nos tenían a todos engañados, y todo para mantenernos bajo control y así no tener que luchar contra nosotros cada vez que uno estaba en peligro. Me negaba a pensar que habían ganado tan fácilmente sin haber peleado primero, sin habernos dado la oportunidad de conservar el poco control que teníamos de nuestras vidas.

— JungKook, por favor, tranquilízate —oí a Jimin y apartó mis manos de la cabeza, volvió a abrazarme y sentí otros brazos en mi espalda.

— Hyung, ¿qué ocurre? —la voz de Jisung detrás mío alzó mis defensas y me separé de los brazos de Jimin, me agaché a la altura del pequeño y lo abracé cuando lo vi llorar.

— JiSung, no llores —aunque mis palabras iban para él, una parte también iba dirigido a mí mismo. Mis ojos picaban y era doloroso pensar que jamás volveríamos a ver a Ten y a YiXing, tal y como con JiWon y KyungSoo.


[...]

El revoltijo de sentimientos que me invadían me impedían disfrutar de la calidez que emanaba el cuerpo de Jimin a mi lado, incluso apenas sentía las huesudas manos de JiSung agarrando las mías mientras usaba mi hombro como almohada y Yuta el suyo. Parecíamos sacados de un cuadro tétrico y lleno de dolor, nuestros rostros reflejaban el interior por nosotros, manteniéndonos a la espera de algún acontecimientos como única esperanza o salida. A medida que el tiempo transcurría, más evidente se hacía mi visión de haber sido engañados, pero el tintineo de unas llaves marcó la diferencia e inició lo que llevábamos esperando. Respuestas.

— El japonés, fuera —dijo Kris nada más entrar y me levanté siendo inútilmente detenido por Jimin, ya que me deshice de su agarre y caminé decidido hasta el alto.

— ¡¿Dónde están Ten y YiXing?! —a casi un metro de Kris, sentí las pisadas de mis compañeros perseguirme, pero también lo hizo el golpe que no esperé tan rápido y, por supuesto, imposible de reaccionar.

— ¡No empieces, maldita rata, porque te juro que te dejo hecho trizas ahora mismo! —Jimin abrazó mi cuerpo y me alejó de Kris— ¡Y tú, ¿quieres levantarte de una vez?! —Yuta dio un brinco y sollozando se acercó hasta el guardia, donde lo preparó a la vez que HeeChul entraba y dejaba comida para tres, pero en cuanto se levantó con la bandeja en mano, Kris pateó uno de los cuencos— ¡Ni siquiera mereces comer! —me señaló y luego hizo puño su mano, conteniendo las enormes ganas que tenía de darme una paliza.

18m² [JiKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora