Vitamina D

10.4K 1.8K 394
                                        


— Está bien, te escucho. ¿Qué se te ha ocurrido?

— KyungSoo.

— ¿KyungSoo?

— Él podría ayudarnos a salir. Es el único que anda de habitación en habitación, caminando libremente por los pasillos.

— JungKook..., él no se pasea por los pasillos libremente. Siempre va un guardia con él.

— ¡Qué lo noquee! —había elevado tanto mi voz que tuve que tapar mi boca con las manos y mirar si alguno de mis compañeros había despertado por mi culpa, pero parecían dormir y no haberse enterado de nada— Él trae la comida de la cocina..., ¿no puede coger algo? ¿Un arma o algo con lo que defenderse? Los guardias no parecen estar armados —continué con un tono de voz más bajo.

— No es que no lo estén, JungKook. Que no les hayas visto el arma no quiere decir que no la lleven encima. Y KyungSoo no puede sacar nada que no se le permita de la cocina, ¿crees que son tan imbéciles como para no cachearlo antes de que salga a repartir la comida?

— ¡Pero algo habrá para que se pueda hacer!

— JungKook, deja esos pensamientos. KyungSoo ya intentó escapar una vez y mira cómo acabó. ¿Quieres seguirle tú?

— ¿Cómo acabó? Vale sí, le cortaron la lengua, pero él no está en la estantería de un puñetero supermercado a la espera de que alguien lo compre —igual me pasé escogiendo palabras, pero siendo sincero, KyungSoo no parecía mercancía que pudiera algún día comprarse, más bien sólo era un repartidor de comida que en su día habría sufrido una tortura pero que ahora no era más que un chico usado e ignorado, como si no valiera nada.

— ¿Eso es lo que ves? ¿De verdad te has parado a pensar por lo que puede estar pasando KyungSoo? ¿Crees que él es simplemente un repartidor? —resopló, parecía algo enfadado— Intenta ver un poco más allá de ti mismo en sus ojos y míralo a él.

— No entiendo por qué te enfadas conmigo. Yo sólo quería tener una oportunidad, que todos pudiéramos salir de aquí. ¡¿Acaso no quieres volver a ver a tu hijo?! —estaba tan dolido por no tener su apoyo que no medí mis palabras, lo que provocó un cortante silencio que me hizo encogerme en el lugar y esperar alguna frase dañina que me merecía por su parte, pero en cambio, lo único que recibí fue el silencio y que volviera a cubrir el agujero con la tabla; dejándome arrepentido pero sin oportunidad de disculparme.

No cabía duda de que había metido la pata hasta lo más profundo. El tema de su hijo era demasiado sensible para él, ya sufría bastante sabiendo que el niño crecía y cada año perdía la oportunidad de crear recuerdos junto a él. Quería disculparme, lo necesitaba urgentemente; hacerle saber que mis palabras no pretendían dañarlo, tan sólo darle un motivo para escapar o al menos intentarlo, no perdíamos nada, de por si todos nosotros ya estábamos perdidos. ¿Por qué no hacerlo? ¿Era el único que pensaba así?

Por los próximos días permanecí apoyado en la pared junto al agujero, esperaba poder tener mi oportunidad de pedir perdón, pero Jimin no volvió a retirar la tabla y mucho menos intentar contactar con nosotros, ni siquiera con JiSung que en más de una ocasión golpeó la pared como solía hacer para que Jimin le respondiera. YiXing se preocupaba por mí a cada momento, llevándome la comida cuando KyungSoo la traía y la cual rechazaba siempre, también intentaba darme algo de apoyo acariciando mi cabeza y, aunque me sentí extraño, luego me enteré por JiSung que YiXing era incluso más mayor que Jimin, por lo que entendí su preocupación y responsabilidad. Ten, que también había intentado hablar conmigo en varias ocasiones, tuvo que desistir por su falta de vocabulario coreano y porque ahora era quien se ocupaba mayormente de JiSung.

18m² [JiKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora