사십다섯; Cuarenta y cinco

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Admiren su nariz BSNABBABD
-AY QUE ME REÍ JUERTE -

Ya ohh, vayan a leer
(Me acordé de anda a laar; ya, me paso, la noche me pone mal JHSJABD)

— ☀

K. YongSun

Había estado toda la mañana aburrida, encerrada en la maldita habitación del hospital. Jungkook me había dejado algunos ejercicios de matemáticas para resolver, pero al segundo ya me había aburrido, o más bien, mi mente no estaba colaborando.

A veces aún me confundía con los días, después de todo, despierta después de casi un mes había logrado descolocarme totalmente. Pero estaba segura de que día era.

Tres años. Exactamente tres años habían pasado desde el accidente que se llevó a las dos personas más importantes para mí. A pesar de los años anteriores, este no había sido tan difícil para mí, sabía que ellos estaban conmigo, mirándome y cuidándome desde algún lugar.

Veía las horas pasar en el reloj y yo seguía sin hacer nada. La idea simplemente pasó por mi cabeza, más bien, la había tenido desde que había despertado. Necesitaba ir a verlos. Desde el día del accidente no había vuelto al cementerio, nisiquiera estuve para los funerales debido a que estaba en el hospital. Irónico que tres años después esté en la misma situación.

Tomé la ropa que tenía en mi bolso desde hace unos días, (Nana la había llevado porque sólo quedaban dos días para salir de aquí) y me cambié. Con cuidado de no llamar la atención salí de la habitación. Había dado uno que otro paseo junto a Jungkook en el hospital, por lo cual ya conocía donde estaba la salida.

Estaba a punto de salir, cuando vi a Gyeong hablando con alguien en la puerta.

— Diablos — murmuré.

Miré hacia ambos lados en busca de alguna otra salida, pero no había nada. Lo más lógico era que hubiese esperado a que ella terminara de hablar para luego salir, pero no, al parecer mi cabeza no razonaba bien y con la poca valentía que me quedaba pasé por atrás de Gyeong, con mucho cuidado de no llamar la atención.

Cuando por fin salí, estaba muy feliz. Me sentía como Rapunzel cuando Flynn la ayudó a salir del castillo.

Caminé hacia la parada de autobuses, el camino hacia el cementerio no era largo, pero tampoco corto, así que tomar un autobús sería más fácil, o al menos eso pensé hasta que recordé que no había traído nada de dinero, ¡nisiquiera llevaba mi celular!

(...)

— Hey, hola — saludé quitando algunas hojas secas que estaban en su tumba — Dios, esto es extraño.

El cementerio estaba vacío. Bueno, no es como que mucha gente asista un día miércoles a esta hora, normalmente estarían trabajando o algo por el estilo.

— Siento no haber venido, realmente lo siento — murmuré sintiendo como las lágrimas comenzaban a emanar de mis ojos — No es que no los quiera, ni que los haya olvidado, no no, los recuerdo todos los días.

Y así comenzó todo. Una chica hablando sola en un cementerio, probablemente sería lo más extraño de ver, pero poco a poco me sentía cómoda con lo que estaba haciendo.

Sunshine; J. JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora