Sunshine; J. Jungkook

에필로그; Epílogo

K. YongSun

Acababa de salir de la penúltima clase de la semana, por fin. La universidad era agotadora, pero era mi último año y a diferencia de los otros, este había sido más entretenido.

Cuando terminamos el colegio realmente no sabía que estudiar, hablaba siempre con Jungkook de lo mismo y mientras yo me tomé un año para pensarlo, Jungkook había entrado a la facultad de medicina con facilidad, en donde gracias a sus notas, había logrado obtener una beca completa en la universidad. Luego de tanto pensar y pensar a Jungkook se le ocurrió que estudiara psicología, al principio no me convencía la idea, pero con el tiempo me iba gustando cada vez más, y ahora no me arrepentía.

La relación con Jungkook estaba llenas de altos y bajos, más altos que bajos, pero cada vez que teníamos algún problema hablábamos antes de tomar una decisión de la cual nos pudiéramos arrepentir. Para el tercer año de universidad, decidimos arrendar un departamento con la excusa de estar más cerca de esta; al principio Nana se había opuesto rotundamente a nuestra decisión, pero con la ayuda de Jenna logramos que cambiará de opinión, a parte se había "tranquilizado" cuando visitó el departamento y se dió cuenta de que teníamos habitaciones separadas, no sé si habrá querido ignorar el hecho de que obviamente dormíamos juntos, pero al menos no nos había hecho algún escándalo.

A lo lejos divisé a Jungkook caminando hacia mí. Pantalones negros ajustados y una camiseta negra que marcaba perfectamente su espalda. Dios, ¿Quien se iba a resistir a él? Incluso llegaba a pensar que algunas personas se harían pasar por enfermas solo para verlo. A su lado iba JungSu, aún recuerdo cuando Jungkook se enteró que compartía algunas clases con él, pero con el tiempo pareció haber dejado sus celos de lado y ser más amistoso con el peli naranja.

— Hey, chica Jeon — saludó JungSu y chocamos los puños antes de que fuera a coquetear con algunas de mis compañeras.

— ¿Cómo está mi psicoloca favorita? — preguntó Jungkook tirándome hacía a él.

— Psicóloga, Jungkook — corregí pasando mis brazos por su cuello.

— Te extrañé — murmuró rozando sus labios con los míos — ¿Te he dicho que eres la chica más hermosa del mundo?

— Si si, siento interrumpir la cursilería de Jungkook, pero tenemos que volver en cinco minutos.

— En cinco minutos puedo hacer de todo con YongSun — se mordió los labios antes de dejar un húmedo y sonoro beso en mi mejilla.

— Puedes ser un adulto pero las hormonas parecen no querer dejarte, Jeon — ambos habíamos dejado de prestarle atención ya que Jungkook había iniciado un apasionado beso, mis manos se ajustaban más a su cuello con la intención de acercarlo aún más, mientras las de él acariciaban mis caderas — ¡Oh por favor! ¿Pueden parar de hacer eso delante de los pobres? — rompí el beso pero Jungkook seguía acariciandome — YongSun, ¿Qué te pasó? Tú eras chica tierna que controlaba al monstruo de Jungkook.

— Él me corrompió — dije apuntando a Jungkook.

— ¿Yo? Claro, si tan solo supieras como es YongSun cuando...

— ¡Cállate! — grité cubriendo su boca con mis manos. Mis mejillas debían estar completamente rojas porque las sentía demasiado calientes. Jungkook quitó sus manos y rió.

— Tengo una idea — susurró — ¿Por qué no nos vamos?

— ¿Estas loco?

— Por ti — respondió y tiró de mi brazo — Vamos.

Lo bueno de esto es que nadie te miraba raro. Si te saltabas una clase era tú responsabilidad, pero no te harían ningún escándalo. Caminamos al auto que el padre de Jungkook le había regalado y salimos del campus.