열여섯; Dieciséis

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J. Jungkook

Jueves, medio día. Estoy sentado junto a YongSun en el autobús de vuelta a la ciudad.

La chica estaba mirando directamente la pantalla de MI celular al pendiente de tocar todas las teclas en el Piano Tiles. Cuando falla, maldice en voz baja y me entrega el celular con una sonrisa.

Enserio, ¿no se cansa de sonreír?

- He perdido, es tu turno- dice al notar que no he tomado el celular de sus manos.

- No quiero jugar- digo removiéndome en mi lugar y cerrando los ojos.

- Oh vamos Jungkook, ¿que no te aburres aquí?

- Me aburre cuando hablas mucho- suelto, y sólo abro un ojo para ver su reacción.

Y adivinen que estaba haciendo. Si, sonriendo; como siempre.

- ¿Por qué sonríes tanto?- pregunto un poco anonadado.

- ¿Es malo hacerlo?- me responde con otra pregunta.

- No, pero siempre lo haces. Siempre sonríes pase lo que pase... ¿Nunca estas mal?

- Si, casi siempre- responde haciendo un mohín con su boca, pero rápidamente se recupera y muestra sus dientes en una sonrisa- pero eso no es motivo para no sonreír.

Quizás si tenía razón, pero su vida no era tan complicada como la mía.

Mire hacia la ventana esquivando su mirada -y obvia sonrisa-. El paisaje pasaba tan rápido que tenía poco tiempo para ver cada detalle.

Conecté mis auriculares a mi celular y le puse play a la música para así perderme en ella.

Lentamente en dejé llevar por la melodía que sonaba en mi oído y caí dormido.

(...)

No se cuánto después, gracias al golpe que me di con la ventana, me desperté.

Sentí un peso en mi hombro izquierdo y me moví suavemente para no despertar a YongSun que yacía dormida a mi lado.

Su recto y lizo cabello caía sobre su rostro tapándolo casi por completo. Sus labios estaban entre abiertos y del color pálido que los caracterizaban.

Me sentí extrañado al darme cuenta que la estaba inspeccionando, no se porqué lo hacía, pero se veía tan relajada durmiendo.

El autobús debió haber pasado por un bache provocando que todo en el anterior diera un brinco y haciendo que la chica a mi lado de despertara.

- ¿Donde vamos?- pregunto mojando sus labios.

- No lo sé, desperté hace poco.

- No quiero llegar a casa, no aún- murmura volviendo a mi lado pero yo la detengo.

- No te vuelvas a dormir- digo aún sosteniendo su cabeza con mi dedo índice- Te dará jaqueca.

- Pero aún tengo sueño, y si llego a casa Nana no me dejará dormir- dice haciendo puchero.

- ¿Por qué no te va a dejar dormir? Estas cansada, es lógico que duermas.

Sunshine; J. JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora