O N C E.

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Augusto terminó de comer y lo primero que hizo fue ir a jugar en el pelotero. En la mesa había un silencio incómodo entre Federico y yo, no sabíamos como romperlo, hasta que él habló.

-Diego estaba muy enojado hoy.- hizo una mueca.
-Está celoso, y más que nada está celoso de Augusto.- me encogí de hombros.
-Sí me imagino, pero yo no tengo la culpa de no haber estado con Augusto.- dijo, yo suspiré en forma de respuesta y él se dio cuenta.- Perdón, no quería decir eso pero es lo que pasó.- se defendió.
-Si y tenes toda la razón Fede, la única culpable acá soy yo, pero Diego no tiene ningún derecho sobre mí hijo. Por algo no deje que el le pusiera su apellido.- murmuré.
-Debe tener un apellido feo.- sonrió, mi risa se escuchó por todo el local y me tapé la boca.
-Ay Fede.- exclamé aún riendo.
-Que lindo es verte reír de nuevo.- sonrió, yo levanté la mirada y lo miré a los ojos.
-Fede yo...- me enrede con las palabras.
-Ta perdón.- se disculpó.
-Paa no no dijiste nada malo, sólo que quería decirte algo.- hice una mueca.
-Ah bueno, decime.- dije
-¿Querés ponerle tu apellido a Augusto? Digo porque es tu hijo y me parece correcto que lleve tu apellido. Pero si no querés no pasa nada...- iba a seguir hablando pero Fede me interrumpió.
-Eu para callate un poco.- soltó una carcajada.- cuando te pones nerviosa hablas y hablas. ¿Y si te digo que si que me decís?- preguntó Fede. Yo sonreí
-Que bueno y que hay que empezar con los papeles cuanto antes.- hablé.

Ambos sonreimos y nos quedamos conversando un buen rato, Augusto se cansó de jugar y vino con nosotros porque quería ir a casa.

-¿Te llevo hasta tu casa?- preguntó Fede.
-No hace falta, además está Diego y no creo que sea buena idea.- le dije.
-No es una molestia para mi, además te dejo cerca no tiene porque enterarse.- sonrió
-Bueno... bueno dale. Pero de todas formas Diego no creo que sepa ya que vivimos en el tercer piso y el balcón no da a la calle.- me encogí de hombros.
-Bueno ves.- sonrió.

Subimos los tres al auto y Fede conducio hasta el departamento. Augusto ya estaba cansado así que se quedó dormido.

-Lo bueno es que nosotros somos buenos amigos, más que nada por Augusto.- dijo Fede, tenía razón, pero por alguna razón me había dolido la palabra amigos.
-Si eso es lo bueno.- dije desanimada.
-Llegamos.- me miró
-Gracias por traerme Fede.- sonreí
-De nada.- me devolvió la sonrisa.

Me acerqué para despedirme de él pero este me agarró la cara y me dio un largo y apasionado beso. Me separé de golpe.

-Fede no.- dije mientras apoyaba mi frente en la suya.
-Perdón, pero te extraño.- murmuró.
-Chau Fede.- susurré y me bajé del auto.

Camine rápido hasta la entrada, empuje la puerta y entré. Miles de lágrimas habían empezado a caer por mi rostro, no entendía el porque. O bueno si, me dolía, Federico y sus besos me dolían. No podía tenerlos siempre que yo quisiera, no podía ser feliz con él. Cada uno había seguido su camino, yo estaba con Diego y el con Micaela o como sea que se llame esa chica, y no quería meterme en el medio.

Subí al departamento intentando calmar mi llanto, me seque un poco las lágrimas, respire profundo y entré. No había señales de Diego, subí al cuarto, me saque los borcegos que tenía puestos y me tiré a la cama, empecé a recordar todo lo que había pasado con Fede, con mis amigos, con el Team, y darme cuenta que había arruinado todo ese maldito día que fingi mi muerte, me dolía. Me dolía más que 5 puñaladas en el pecho, tal vez yo ahora estaría feliz, tal vez si no hubiera ido sola a Uruguay, si no hubiese tenido ese accidente yo estaría aquí, feliz con mi familia, feliz con Federico y Augusto.

Lloré como lo hacía todo el tiempo, pero esta vez lloraba de bronca, me dolía, me odiaba, quería ir corriendo y decirle a Federico cuanto lo amo, decirle que nunca deje de amarlo. Pero no podía, ya era demasiado tarde, como siempre mi locura no faltaba empecé a tirar cosas contra la pared, tenía guardada una foto con Diego en el cajón que nunca se la había mostrado, y saben que hice? La rompí, en miles de pedacitos y la tiré al inodoro (watter, escusado como le digan en su país ahre) ¿por qué había hecho eso? No sé rompí cartas y demás cosas. Sentada al lado del inodoro estaba llorando, parecía una loca desquiciada con todo el rimel corrido, los pelos un desastre pero ahora que mierda me importaba eso. Ahora lo que me importaba era que había perdido a mi familia, que me había cagado en sus vidas y que ahora aparecí de la nada para que me aceptarán una vez más. Y a pesar de lo mierda que llegue a ser, a pesar de no haber hablado y de no haber dicho la verdad, están aquí y me aman como si nunca les hubiese mentido. Salí del cuarto de baño y acomode las cosas que había tirado, justo cuando estaba todo ya ordenado escuche que se abría la puerta. Inmediatamente me metí al baño para bañarme, no quería que Diego me viera así.

Narra Fede.

La había besado, y fue lo más lindo que sentí en mi vida. No me voy a dar por vencido hasta saber que ella me ama, hasta confirmarlo más bien. La iba a volver a reconquistar, iba a luchar por su amor. Porque a pesar de todo lo que hizo yo aún la sigo amando.

Augusto se despertó a una cuadra de llegar a casa y me pregunto por su mamá, le dije que habíamos ido ya a dejarla en casa y que mañana en la tarde pasaría por él, el estuvo de acuerdo con eso y se quedó en su lugar.

-Maa, llegamos.- exclame.
-Hola mis amores.- sonrió mamá desde la cocina.
-Abuuu.- exclamó Augusto y fue a saludar a mi madre.
-¿Cómo está el bebé más lindo de la casa?- preguntó mamá. Sabía que lo decía por Augusto pero respondí yo.
-Bien ma gracias.- sonreí.
-No te decía a vos Fede.- soltó una carcajada.
-Me cambiaste por mi hijo, que mala madre sos.- reí y mamá hizo lo mismo. Me pego con un repasador y nos quedamos ahí.

Augusto se fue arriba con Agus y Fabri a jugar y yo me quedé con mi madre conversando.

-Besé a ___.- hable rápido.
-Fede ___ está con alguien más, no se lastimen.- dijo mamá.
-Es que la amo ma.- murmuré.
-Y ya se mi amor, y se que ella también te ama. Pero ella siguió su camino, y si vos querés también podes hacerlo.- sonrió.
-¿Por qué estás tan segura de que me ama? Ella me dijo que no.- murmuré.
-Ella te puede decir miles de cosas hijo, pero jamás va a cambiar esa mirada que tenía hacia a vos.- comentó mamá.
-Pero...- dudé.
-Fede, ___ todavía te ama. Puede engañarte a vos y a ella misma de que no lo hace, pero yo veo que te ama con la misma intensidad desde hace dos años atrás, te mira con la misma carita de enamorada todo el tiempo. Y va a intentar convencerse a si misma de que no te ama, tal vez hasta incluso diga que te odia, pero no es así. Si ambos se quieren, y si están hechos para estar juntos el destino los va a cruzar todas las veces que sean necesarias para que se den cuenta del amor que hay todavía en ustedes.- dijo mamá mirándome a los ojos.

Asentí, me quedé atónito pensando en lo me había dicho, tal vez mamá tenía razón. Se que había dicho que no me iba a rendir para recuperarla, pero que puedo hacer no sé, si cada vez que la veo es como que me recuerda que está con Diego, pero ya encontraría la forma. Porque sin ella no me iba a quedar, fue, es y será el amor de mi vida.

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Hoolaaaa. Si ya se tarde como siempre 😢 perdón es que lo que pasa que a esta hora siempre me viene la imaginación ni se porque. Algunas veces si puedo escribir de mañana pero la mayoría de veces no 😂
Bueno como sea, ¿cuántos años tienen ustedes? Yo 19😮 estoy viejita ia se.
Espero que les gusteeeee🖤

💎DeFedeVigevani💎

Un nuevo comienzo. [Fede Vigevani] (2daT LHDM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora