01

606 23 0
                                    

Seúl, Corea del sur.
Año 2019

Martes por la mañana.
Que buen día para comenzar a limpiar la casa, recoger la ropa regada por el piso.
Sacar la basura... Nah, que va. Ni de cerca estaba de hacer aquello.
Si me preguntan qué es lo que estoy haciendo en este instante, es lo que menos se imaginan.

- Jimin, por favor... -

Jadeo frustrada por los juegos que aquel hombre estaba provocando en mi cuerpo. Si no se detenía, me correría en menos de tres segundos, y eso que ya llevaba un buen aguantando. Se conocía a la perfección mis puntos más débiles, y los estaba llevando hasta el punto máximo.

- ¿Por favor qué, cariño? -

El tono de burla estaba más que presente en su voz. Maldito hombre, le encantaba divertirse conmigo sabiendo por el sufrimiento que estaba pasando.

Sus dedos se hundían en mi coño produciendo un vaivén desenfrenado, no pensaba detenerse por mucho que le rogaba. No me gustaba mucho correrme de esta manera, más prefería con su pene dentro. Nunca me han ido mucho los dedos, así que prefería omitir tales cosas.
Dios bendito, haz que este hombre acabe de una buena vez.

- Fóllame ya, no soporto esto -

Sonríe más que complacido y retira sus dedos para hacerse paso entre mis piernas. Sin esperar un segundo más, se hunde en mi interior en una sola pero dura penetración
Jadeo mientras mi cuerpo se retuerce bajo el suyo. Mis uñas se entierran en su espalda y no soy consciente del dolor que le podría estar provocando, mucho menos de las marcas que le quedarán más tarde. En estos momentos estoy concentrada en una sola cosa, y es en el placer que estoy sintiendo.
Sexo duro y salvaje, nada más que eso es lo que estaba teniendo con mi amante.
Porque claro, eso era lo que Jimin estaba siendo. Pero no os preocupéis, que a él no le afectaba en lo más mínimo, al contrario. Ambos estábamos bien con lo que disfrutábamos en todo esto.

- Dios... Me vuelves tan loco, que no tengo control de mí mismo -

- Calla y bésame ya -

Exacto, sin diálogos durante el sexo. Él llevaba más que claro eso, pero ya saben como te hace sentir el momento. Uno no lleva control de sí mismo, mucho menos es consciente de lo que puede decir. Es por eso que ese tema se lo había dejado claro mucho tiempo antes de que ocurriera lo nuestro, si es que podría haberlo.

Jimin me toma por las piernas cargando con mi peso, para ponerse en pie sobre la cama. Este chico tenía sus raras manías al follar. No lo culpo, porque ni me quejaba por eso.

Enrollo mis piernas alrededor de sus caderas para ayudarle un poco a hacer más fácil la penetración, mientras que él me sostiene con ambas manos en mi trasero.
Tiro de sus cabellos para alzar su rostro y devorar sus carnosos labios. Mi cuerpo por completo sube y baja alrededor de su polla. Mi interior se contrae alrededor de él.
Tiemblo.
Su boca abandona la mía para hacer un recorrido con su lengua hacia mis pezones endurecidos, dejando estos cada vez más enrojecidos.

Se mueve conmigo y siento la pared chocar contra mi espalda.
Alzo mis manos hacia arriba apoyando mi cuerpo contra esta, para no hacer tan duros los golpes que mi cuerpo da contra ella. De seguro me quedarán marcas.
Jimin estaba al borde de la desesperación hundiéndose una y otra vez con desenfreno en mi sexo.
Sentía dolor y placer a la vez. Se volvía cada vez más y más adictivo, y yo no pensaba detenerlo.

- Así, así... Sigue así -

- ¿Te gusta cariño? ¿Verdad que te encanta? -

- Dios, me encanta -

FIRST LOVE {YOONNIE} +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora