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- ¿Cariño, estás lista?. -

- Un segundo, ya salgo. -

Arreglo una última vez mi cabello, estoy lista. Salgo del baño en mi máximo esplendor y Jimin me recibe boquiabierto altamente impresionado. Le tomaría una foto, si tan solo llevara el móvil en manos. De todas formas sonrío ante su expresión y a cambio me acerco tomándole por el cuello, depositando un casto beso en sus labios. Capturó este momento mentalmente.

- Estás... Hermosa. Dios, yo no sé cómo lo haré para que los tipos no te miren. -

Me echo a reír y me sonríe encantado.

- Debes sentirte orgulloso de llevarme de la mano hasta ahí, no cualquiera puede tenerme, ya sabes. -

Le guiño un ojo, y me toma de la cintura acercándome a su cuerpo. Comienza a besarme por toda la cara haciéndome cosquillas. Mi risa comienza a hacerse cada vez más fuerte pero suave.

- No pares, tu risa es como música para mis oídos. -

Me tapo con ambas manos para hacer silencio, y me hace quitarlas de mi boca. Me besa con delicadeza alargando el beso.

- Pero tengo la suerte de ser yo, quien ahora te tiene. -

Muerde mi labio inferior tirando de él y el ambiente se comienza a calentar. O quizás somos nosotros, porque no dejamos de besarnos mucho menos de tocarnos. Sus manos se meten por debajo de mi blusa encontrando mis pechos. Los amasa con sus dos manos y mi cabeza la echo hacia atrás para darle el permiso de acercarse a mi cuello. Me besa, muerde y pasa su lengua por mi cuello hacia abajo. Llega exactamente hasta donde tengo dos de los botones de la blusa abierta, dejando ver el nacimiento de mis pechos. Se acerca, y me besa en medio de ellos. Suelto un suspiro y le detengo. Como sigamos así, no saldremos de casa esta noche.

- Un segundo más, y cancelaba nuestra salida. -

- No tienes suerte, mi querido Jiminnie. -

Nos arreglamos la ropa y comenzamos a salir de la casa. Llegamos hasta donde tiene su auto aparcado y antes de entrar, Jimin se gira hacia mí para detenerme.

- ¿Ocurre algo?. -

- Sí, solo un detalle. -

Dirige sus manos a mi blusa, y me cierra los dos botones. Le alzo una ceja mirándole a los ojos, y deposita un beso en mi nariz.

- Solo precaución. -

- Lo que tú digas. - niego por eso.

Me abre la puerta y me siento en el copiloto no sin antes sentir una palmada en el cachete. Le fulmino con la mirada una vez que ya está sentado detrás del volante. Me guiña un ojo y sonríe.

***

El recorrido hacia el sitio que frecuentamos con Jimin es algo alejado de la zona donde vivimos, ya que jamás nos hemos encontrado con personas conocidas. Y eso, era algo bueno para nosotros. Podemos actuar normal, sin preocuparnos de que nos vean. Allí ya teníamos algunas amistades que solo compartíamos con Jimin. Nadie de los chicos sabía de ese sitio.

Jimin estaciona donde siempre, y Andrew el guardia nos recibe en la entrada.

- Pensé que hoy no vendrían. -

Como dije, todos nos conocían.
Estrecha sus manos con Jimin y luego me saluda a mí. Le sonrío y de igual forma le saludo cordialmente.

- Qué tal Andrew, un gusto verte. -

Jimin le pasa las llave de su carro, y él desaparece de nuestras vistas para estacionarlo. A pesar de que es solamente un guardia, Jimin siempre le da un dinero extra para cuidar el carro. Como una vez dije, cuida su auto como si fuese su novia.

FIRST LOVE {YOONNIE} +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora