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- Cariño, insisto en que debimos ir al hospital. -

Dice Yoongi mientras quita la ropa que había metido al bolso, el cual me había preparado horas antes para ir al hospital. Después de lo que me había ocurrido en el baño, no supe lo que pasó después. Sólo supe cuando me di cuenta que estábamos aún en casa, recostada en nuestra habitación. Yoongi me había comentado que no se arriesgó en levantarme para ponerme en el carro e irnos al hospital. Más bien esperó unos minutos mientras que llegaba nuestro doctor privado que teníamos. Era un colega de Yoongi, el cual vivía no muy lejos de aquí. Así que en cuanto él me descubrió desvanecida en el piso, no dudó en llamarlo y explicarle la situación.
Así que aquí me encontraba yo, bebiendo medicina para mi estado de salud.
Según los análisis del médico, había sido a una presión de estrés lo que la había ocasionado.
Pero cuando me pidió hablar solamente conmigo, me comentó que necesitaba hacerme unos exámenes para asegurarse de unas dudas que tenía. Fue ahí entonces cuando le comenté lo que pasaba, diciendo que posiblemente estaba embarazada pero que no era completamente seguro. Le pedí que no mencionara ninguna palabra a Yoongi, ya que era una sorpresa según yo.
Al final que nos mencionó que volvería la próxima semana con mis resultados lo que temí. Pero antes de irse, me aseguró que aquellos solo los vería yo y me alivió.

- Vamos cariño, ¿no me dirás lo que te dijo el médico?. -

Yoongi se acomoda a mi lado en la cama mientras me hace carita de perrito triste. Era imposible negarse a eso.

- Yoongi, es lo mismo que te dijo a ti. ¿Y sabes a qué es debido eso?. -

Este niega. Sonrió y me inclino más hacia él mirándolo fijamente.

- Bueno, primero; porque no me has dado ningún beso desde que me desperté. Y segundo; porque te amo muchísimo. -

Me abraza con emoción mientras ambos reímos. Me besa cada centímetro de mi cara, para terminar en mis labios y fundirnos en un maravilloso beso de nunca acabar.

Por un lado me sentía tan mal el tener que mentirle así, que creí no poder aguantar mucho tiempo más. Mucho menos cuando mi pancita comience a crecer y este se empiece a notar. Creo que tendré que decir la verdad, pero en su debido momento.
Por ahora las cosas debían seguir como estaban, ya que no podría arruinar un momento como este.

Yoongi comienza haciendo cariñitos en mi pierna bajo las sábanas, sabiendo lo que esto provocaba en mí.
Mis manos se aferran a su cuello jalando de él hacia mi cuerpo, recostándolo por completo en la cama. Estaba totalmente a mi merced.
Me descubrí de las sábanas, y sin esperar un segundo más me monté sobre sus caderas haciéndolo sonreír.

- Cariño, ¿de verdad estás bien para esto?, no quiero hacerte daño. -

Sus palabras me desarman por completo, que no soy capaz de dar una respuesta a esto.
Simplemente me quedo maravillada observando cada facción de su hermoso rostro.
Piel palida, sus labios bien definidos, ojos oscuros como la noche, y su cabello negro totalmente alborotado. Un leve color rojizo se instala en sus mejillas cuando muevo mis caderas sobre él.

- Ah... -

A pesar de haber sido un simple quejido suyo, era mucho para mí. No sé si eran las hormonas que me ponían así, pero me excitó más que nunca oír eso. Aún permanecemos con ropas, pero estas no impedían sentir lo que ambos estábamos disfrutando. El calor que emanaban nuestros cuerpos se podía sentir con un simple toque.
Sus manos se instalan en mi caderas, haciendo una fuerte presión de sus pantalones con mi partes inferiores.

- Te necesito, cariño. -

- También yo. -

Me acerca hacia su cara tomándome por el cuello con rudeza como a mí me gusta. Sus caderas se elevaban y hacían presión contra mí. El bulto de sus pantalones era completamente notorio.
Me separo de él para comenzar con una previa excursión de besos por sus clavículas las que al terminar en ellas muerdo delicadamente tirando de ellas al separarme.
Yoongi permanece con los ojos cerrados entregado al cien a mí.
Su camisa desaparece más rápido de lo normal, dejando a mi vista su marcado torso. Lucía tan malditamente sexy en esa postura. El sudor resbalar por su frente, sus costillas y el brillo que tenía sobre su pecho me incitaban a más. Con mi lengua fui recorriendo todo el camino que iniciaba desde su nuez, siguiendo su pecho y terminando en su ombligo. Alrededor de este dejé varios besos húmedos. Volví a subir para succionar y morder sus pezones los que estaban endurecidos debido a mi juego.
Observé un momento su rostro y era de pura satisfacción.

FIRST LOVE {YOONNIE} +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora