FIRST LOVE {YOONNIE} +18

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P.O.V YOONGI

- YoonGi, los detonadores están puestos por las puertas principales. Tenemos solo treinta minutos, antes de que la policía se entere. -

Me avisa Jungkook quien ya está totalmente equipado con su traje y las armas cargadas. Les entrega las armas a todos los chicos y por último a mí. Niego con la cabeza cuando me va a pasar la pistola silenciadora, para cambiarla por la más ruidosa. Este chico ya debería saber que soy un escandaloso con las armas. Por lo tanto la ametralladora no era para él, si no para mí.

- Niño molesto. -

Me ignora riendo por lo bajo mientras se pone el pasamontañas y se acomoda el chaleco. Nos alejamos un poco y Jin es quien acciona el botón para detonar la bomba. La entrada del banco ahora era más que un gran agujero. Hoseok entra con la camioneta para cubrirnos la delantera. Varios guardias comienzan a dispararnos y nosotros les respondemos de igual forma.
De ellos iban cinco caídos, nosotros ninguno por ahora.
Taehyung corta los candados con los alicates que portaba en su bolso e ingresamos hacia la bóveda del banco. Nos quedaba una puerta más para llegar a nuestro objetivo. Las alarmas del lugar comenzaron a sonar de manera estridente, por lo que todos nos pusimos tapones en los oídos. Estábamos preparados para todo.

- Nam, por la derecha en el siguiente pasillo. Jungkook y Taehyung, cubran esta entrada. Es la única que da acceso hacia la bóveda. -

Ambos asintieron en mis palabras. Me había encargado de aprender cada rincón de este maldito banco por si las cosas se complicaban. Por lo tanto iba por delante de ellos.
A mi lado izquierdo Jin y a mi lado derecho Nam. Hoseok nos cubría por detrás. Caminábamos con sigilo, ya que tenía entendido que por uno de estos pasillo siempre había un cuarto donde descansaba un guardia para cuidar esta zona. En cuanto llegamos al final del pasillo, Nam se acercó a las rejas para desplomarlas con el martillo que llevaba en manos. Jin le ayudó mientras con Hoseok hacíamos la guardia. Nos metimos dentro de la bóveda para encontrar nuestro tesoro. Nos sonreímos entre todos al ver los montones de billetes apilados en tres grandes carros. Todos ordenados en filas sin sobre pasar los carros. Llenamos los grandes bolsos que cargábamos tardando un poco. Eran muchos fajos por cargar.

- Tenemos compañía, muchachos. La policía estará aquí en diez minutos. -

Nos avisó Jungkook por el intercomunicador que llevábamos. Nos apresuramos a cargar los bolsos sin dejar un solo billete fuera. Seis eran los bolsos que logramos sacar de la bodega. En cuanto llegamos arriba, Taehyung y Jungkook vinieron en nuestro encuentro para ayudarnos a cargar los otros dos bolsos que teníamos.
Cargados al hombro, dimos con la camioneta que conduciría Hoseok. Sonreí al recordar el dólar que había soltado en aquella sala vacía.

Nos montamos todos, Hoseok al volante y yo a su lado. A lo lejos se oían las sirenas de la policía cada vez mas cerca. Hoseok derrapó saliendo del banco, tomando camino hacia la carretera. Nos iríamos por la autopista para escapar.

- ¡Están detrás de nosotros!. -

Gritó Jungkook alterado. Miré por el pequeño espejo retrovisor, y lancé un disparo hacia el carro. Los chicos cargaron las armas y se asomaron por las ventanas para impedir que la policía continuara siguiéndonos. Por supuesto todos disparábamos a las ruedas, tampoco queríamos matarlos. A pesar de todo, les respetábamos. Aunque de una manera distinta.

Acertamos las dos primeras ruedas haciendo detener este, no sin antes haber recibido un impacto de bala. La que desafortunadamente, dio en el brazo de NamJoon quien iba asomado en la ventana.
Le cubrimos para que se metiera cuerpo adentro. Íbamos a tanta velocidad, que logramos alejarnos a una distancia favorecedora.
Pero no nos dimos cuenta del carro que venía por delante de nosotros. Reaccioné tan rápido lanzándome sobre Hoseok para tratar de impedir estrellarnos contra él. Lo que fue malo, ya que nos fuimos hacia la derecha, haciendo que la camioneta se volcara. Caímos por un barranco quedando fuera de la vista de la policia.
La camioneta calló sobre sus dos ruedas por suerte, y todos quedamos vivos gracias a dios. Eso sí, con varios golpes muy feos en nuestros cuerpos. Taehyung que estaba más lastimado por ir en la parte trasera de la camioneta y sin cinturón, fue el que peor quedó. Estaba inconsciente sobre el asiento, y nos comenzamos a preocupar. La caída había sido bien fea, y por suerte no era muy alto.

- Calma, joder. Que no ha muerto, sigue respirando. -

Dije histérico por sus griteríos. Volví a confirmar el pulso de Taehyung, y este aún seguía dando señales. Suspiré aliviado abrazando su cuerpo con una lágrima sobre mi mejilla. Me asusté muchísimo por él.

- Descuida amigo, vas a estar bien. - Le animé.

Los chicos se abrazaron entre sí calmados. Acomodamos el cuerpo de Taehyung sobre las piernas de Jin que cargaba su cabeza, y Jungkook con el cuerpo. Intentamos poner en marcha la camioneta, y por suerte nos respondió a penas. Esta vez, nos fuimos por un camino más corto, ya que debido a la caída, quedamos un poco más cerca de llegar a la guarida. Seguramente la policía andaría rondando, por lo que no nos convenía el camino corto. Debíamos mantenernos escondidos hasta que las cosas se calmaran.
Y eso, que nos quedaban semanas para volver aún.

***

Pasadas las horas, ya estábamos más tranquilos en nuestros sitios. Por suerte lo de Nam solo había sido un roce de la bala.
Jin curando a Taehyung en su habitación, mientras que este segundo se quejaba a gritos por los dolores. Los demás nos quedamos a esperar para que Jin terminara su trabajo tranquilo, y así ver a Taehyung. Cuando ya no se oyó mas, fui el primero en ponerme de pies e ir hacia la habitación de Taehyung.

Dios mío. En cuanto lo vi, me enfurecí conmigo mismo por permitirle estar metido en estos problemas. Más de una vez quise sacar a Taehyung y a Jungkook por ser los mas jóvenes. Sin embargo, se negaban rotundamente. Les reprendí por desobedecer a nosotros los mayores, más aún así no les importó diciendo que si comenzamos todos juntos, lo terminamos juntos. Porque somos una familia y ellos jamás nos dejarán abandonados.
Y así fue como aún siguen aquí con nosotros. Me calmaba un poco pensar eso.

- ¿Qué tal estás?. -

Me alzó una ceja diciendo lo obvio. Tomé la silla para sentarme a su lado en la cama viéndolo sonreír.

- Jodido estoy. -

Nos echamos a reír. A pesar de lo que habíamos pasado, esa alegría que contagiaba a cualquiera no se le quitaba. Para él todo era divertido.
Hasta decía que la vida lo era, cuando era una jodida mierda la que nosotros estábamos llevando. Bajé mi cabeza apenado por lo que él estaba pasando ya que me sentía culpable por él. No merecía esto.

- Perdóname, Taehyung. -

- Descuida, YoonGi. Estamos vivos. Eso es lo que importa. Estamos vivos, y somos ricos. -

Tenía razón. Después de todo el esfuerzo que habíamos hecho, logramos nuestro objetivo. Estábamos jodidamente vivos y ricos. Pero más jodidos.
Estas heridas tardarían semanas en cerrar.

Pobre Taehyung, me dio penita.  ;-;

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