27

82 6 3
                                        

P.O.V JIMIN

Viernes por la noche, y yo ya estaba en marcha con mi plan. Aunque de cierta forma no lo era, pero en eso estaba.

Nuevamente me encontraba fuera de aquella casa en la que hice mi último trabajo porque debía resolver mis asuntos. Y de alguna forma, sacar a luz mi duda. Estaba seguro que algo me involucraba con esas personas, ya que desde ese día es que no he podido dejar de pensar en ello. Mucho menos podía dejar de estar ansioso.

Cuando volví a llamar a Minhyuk preguntando por ello, este desgraciado no me respondió nada y solo colgó el móvil diciendo una última vez que aquello era un trabajo más. Que no tenía nada que ver conmigo y que mucho menos era de mi incumbencia. Pero eso no me dejó tranquilo, al contrario.

Es por esa razón en que volví, pero con una excusa para poder ingresar en aquella casa.
Si no lograba entrar, no me quedaba más que hacerlo por las malas y no quería eso.

Toco el timbre esperando pacientemente a que alguien atendiera a la puerta. Esta vez me vestí más formal para no espantar a las personas y que no pensaran lo contrario de mí.
Escucho como al otro lado le quitan el cerrojo a la puerta y esta se abre dejándome ver a una tipa joven con el vestuario de una empleada.

- Buenas tardes, ¿se encuentra la dueña de casa?. -

Mi voz sonó más estúpidamente como la de un señor mayor, a lo que quería demostrar.
Lo sé, sonó tan tonto.
La chica oculta una sonrisa, pero asiente cerrando la puerta en mis narices.
Aquello lo tomé como un "vete de aquí" sin embargo lo descarté al momento en que la puerta se volvió a abrir dejándome ver a la dichosa dueña.

Era la misma mujer de aquella noche. Lo sé porque la reconocí en este mismo instante que la vi y no supe qué decir ahora que estaba frente a ella.
De pronto mis manos comenzaban a sudar de nervios, y mi boca se secó unos instantes lo que me provocó tragar duro.
La mujer se quedó parada frente a mí esperando a que dijese alguna palabra de mi presencia en su casa.
Lo peor de todo, es que había olvidado a qué había venido aquí.

- Buenas tardes, señora. Lamento las molestias que le estoy causando, pero me gustaría que respondiera una encuesta. -

Saco a lucir el manojo de carpeta con algunos papeles que llevo dentro de esta. Aquella mujer asiente y se hace a un lado para dejarme ingresar en su hermosa casa. Ahora que podía apreciarla más, era realmente grande. Espaciosa decorada con un par de cuadros antiguos. Jarrones sobre mesones en algunas esquinas u otras con floreros sobre ellos. Los sillones tapizados en cuero café bien ceñidos. Demasiado elegantes. Los tapetes de los pisos eran en formas de manchas de pinturas mezcladas entre sí. Las paredes estaban pintadas de un color crema bastante limpio. Las escaleras se encontraban por la parte izquierda de la casa. Estas eran en forma de caracol hacia el segundo piso.
Estaba atónito observando detalladamente todo.

- Asiento, por favor. -

Sigo mi caminar detrás de la mujer ya que me había quedado en medio de la sala observando el lugar. Me siento a su lado en la gigantesca mesa frente a ella no muy alejado. Necesitaba estar al tanto de todo, por lo que no requería de mucha distancia. Puse sobre la mesa todos los tontos papeleos que portaba conmigo para llevarlos a cabo. Carraspeo un poco debido a lo nervioso que me encontraba.
Aquella mujer pareció notarlo, ya que se levanta y dirigiéndose a mí pregunta.

- ¿Gusta algo de beber?. -

Asiento respondiendo.

- Agua, por favor. -

La mujer asiente y desaparece por una de las habitaciones hacia la derecha. La cocina supuse.
Mientras ella no está, reviso que estén todos los documentos que necesitaré y satisfecho me aliento para proseguir con esto.
Cuando la mujer regresa dejando mi vaso frente a mí, ella vuelve a tomar su lugar.

FIRST LOVE {YOONNIE} +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora