FIRST LOVE {YOONNIE} +18

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Pasaron varios meses desde lo ocurrido, nadie nunca mencionó nada de lo sucedido en la fiesta aquella noche y para todos parecía que lo habían olvidado. Por lo tanto, también lo había sido para mí, después de todo, no era cosa de nosotros así que estaba bien.
Tampoco era como si yo pudiera involucrarme para saber sobre el tema, sin embargo no me interesaba. Saber que Yoongi y los chicos estaban bien, me quedaba tranquila.

El día de hoy, por alguna razón, presentía que algo importante pasaría. Lo sentía porque desde que desperté esta mañana, Yoongi había estado más raro que nunca y eso no era normal en él.
Y lo acerté, en cuánto me dijo más serio que nunca que está noche saldríamos a cenar. Me alegré, pero fue extraño que me lo pidiese como si no fuese la primera vez que lo dice. El tono que había usado conmigo me alertó de cierto modo, que hasta pensé que algo sabría él y no me lo quería decir.
Durante toda la tarde que estuvimos juntos, estaba un poco nerviosa a su lado. Pensaba que en cualquier momento se sabría la verdad.
Por algún motivo, comencé a pensar cosas, cada que podía me mordía las uñas y era regañada por él. Era tan inquietante y abrumadora esta situación. Jamás me había pasado.
Quizás Jimin le habría comentado algo, ya que él estuvo serio todo el tiempo. Me asusté.

Cuando por fin logré aliviar el nerviosismo que aún habitaba en mí, fue cuando ya estábamos de camino al restaurante al que íbamos. Esta vez, no dejó de sonreír en todo el camino lo que me extrañó. Parecía un poco bipolar de su parte.
Con mencionar que hasta se había puesto traje para el momento, lo que me llevó a cambiarme rápidamente ya que yo no estaba a la altura de él. Debía lucir tan bien como lo estaba él.
Me vestí con el mejor vestido que tenía guardado. Era mi favorito. Y sabía que también le gustaba a él.

Una vez que ya estábamos ordenando lo que íbamos a comer, Yoongi le susurró algo en el oído al mesero.
Cuando este ya se había retirado, con Yoongi iniciamos una conversación random mientras esperábamos tomando de un buen vino que él había pedido al entrar.
Su forma de actuar esta noche me tenía un tanto inquieta, estaba ansiando que me dijese lo que se traía en secretos. Lo suponía porque le conocía tan bien, como para apostar que algo estaba ocultando.
Cuando ya no pude adivinar lo que pensaba, él se giro a mirarme divertido debido a la cara que tenía por tratar de saber lo que estaba pasando por su cabeza.

- Cariño, sé que tienes curiosidad por lo raro que he actuado. Puedo verlo en tu cara, pero debes disimular bebé. - se echó a reír mostrando su bella hilera de dientes blancos.

Estaba totalmente perdida en su mirada, sus manos estaban tomando las mías sobre la mesa y estas estaban cálidas. Por un segundo me transmitió esa tranquilidad y seguridad que necesitaba en ese momento. No pude mirarle a la cara por lo avergonzada que estaba al ser descubierta.

De lo distraída que había estado con aquello, no me di cuenta cuando ya teníamos nuestros platos con comidas y Yoongi ya se encontraba comiendo.
Tomé los cubiertos para comenzar a comer, sin embargo no podía hacerlo. Lo único que hice fue picar la comida con el tenedor sin perder atención de eso.

Yoongi al darse cuenta de lo perdida que estaba, me tomó por la mejilla para alzar mi rostro y fijar su mirada con la mía. Su ronrisa no se borrada aunque yo no entendiera nada. Sus ojos podían trasmitir toda esa tranquilidad que necesitaba ahora mismo. Cuando ya no pude seguir comiendo de lo que contenía mi platillo, el mesero hizo presencia para retirarlos y traer el postre que Yoongi había pedido sin preguntarme.

En ese preciso momento, me disculpé con él para retirarme al tocador ya que necesitaba un poco de espacio para asimilar lo que estaba pasándome. Los nervios me estaban matando por dentro.

Una vez en el baño, verifiqué mi maquillaje que estaba bien, mi cabello de maravilla y mi vestido divinamente arreglado. Todo estaba en orden.
De mi pequeño bolso de mano tomé un pequeño labial ya que este se había salido al momento de comer. También dentro de este portaba conmigo las llaves, unas toallitas sanitarias por si el momento lo requería, y varias cosas más como mi teléfono. El cual hizo acto de presencia en el momento en el lo visualicé dentro. La famosa canción de Dua Lipa comenzó a sonar de manera estridente en el baño, por lo que de manera rápida lo cogí sin verificar de quien llamaba.