Por la mañana cuando me despierto, YoonGi ya se ha marchado. Su lado en la cama ya se encuentra frío y me entra una tristeza por su ausencia. Comienzo a hacer lo que YoonGi me había dicho, y mi ropa ya se encuentra dentro de un bolso. Después de haberme duchado, arreglado y estar completamente lista, decido hacer los deberes de casa.
La tarde se me pasa rápido en limpiar y ordenar. Cuando llega la hora en que llega Jimin, con pesar subo a su carro y nos ponemos en marcha hacia su casa. Durante todo el trayecto nos mantuvimos en un silencio bastante incómodo debido a lo que había sucedido entre nosotros semanas atrás. Después de eso, no tuvimos contacto alguno. Tampoco habíamos cruzado palabra alguna, y con suerte nos miramos. Las únicas veces en las que escuché su voz, fue cuando le llamaban al móvil. Al parecer, eran unas mujerzuelas por las cortas palabras que les decía. No era que me importara mucho, pero dios... Esas mujeres no entendían cuando un hombre les rechazaba. Sobre todo con lo grosero que era con ellas. No sé si lo hacía por estar yo a su lado, o realmente no le interesaban mucho.Jimin aparcó el carro en el garaje y recién ahí me ayudó en bajar mis cosas para ingresar a su casa. Eso sí, después de haber puesto la cubierta de plástico al auto para no ensuciarse con el polvo. Era un hombre que cuidaba demasiado sus cosas, sobre todo cuando se trataba de su espectacular Camaro negro. O como le decía él, su "Bebé". Hasta parecía que ya consideraba ese carro como un hijo. Hombre pues.
En cuanto ingresé al living, los recuerdos vinieron a mi mente instantáneamente. Cogí un largo respiro, cerrando mis ojos para alejar todos esos pensamientos que me comenzaban a tormentar. Unos fuertes brazos rodearon mi cintura, poniéndome la piel erizada. Mi estómago se contrajo y unas raras sensaciones se hicieron presente por todo mi cuerpo. No podía estarme pasando esto de nuevo.
Mis fosas nasales se activaron en el segundo en que el olor de su perfume bloquearon mis sentidos y me sentí perdida. Por mucho que intentara evitar, no podía hacerlo. Estaba evitando algo imposible, y me sentí tal y como esas mujeres que le rogaban a través del móvil por volver a tener algo con él. Y las entendía a la perfección. A pesar de todo, Jimin era un tipo increíble. Hasta de novio sería perfecto, para otras.- No sabes lo mucho que he sufrido, por volver a verte. Contaba los días para tenerte aquí. -
- Jimin, por favor... -
- No, Jennie. Perdóname tú a mí, por haberme comportado como un idiota. -
Me voltea hacia él acercando su cuerpo más al mío. Le miro sorprendida, e intento alejarme de él con ambas manos en su pecho. Sin embargo no puedo. Su fuerza es mayor que la mía. Mis intentos eran completamente fallidos.
- Por favor, no me dejes. - su voz se quiebra y me sorprendo.
Carraspea en un segundo para que su voz no se rompa, mientras que una lágrima recorre su mejilla. Por mi parte no puedo moverme, sus brazos me agarran con tanta fuerza, que me dejan sin escapatoria. Mucho menos trato de alejarlo, sería estúpido. Estaba presa entre su pecho.
Era la primera vez que veía a Jimin en ese estado, y me sentía muy mal por él. Absolutamente culpable me sentía en estos momentos.
Sin saber por qué, mis manos se aferran al rededor de su cuello abrazándolo fuertemente. Ni yo misma entendía nada. Simplemente sabía que no podía alejarme de él.- Vuelve conmigo... Por favor, vuelve conmigo. -
- Jimin, no... -
Me pone un dedo sobre los labios para acallarme e instantáneamente lo hago. A cambio, me acaricia la mejilla y por acto cierro mis ojos con dolor. Me debilita lo que me hace, y por eso no soy fuerte contra él. Mis piernas comienzan a flaquear y casi caigo de rodillas, si no fuese porque sus brazos cargan con mi cuerpo, estaría sobre el piso.
Sostenida a su cuello, camina conmigo hacia las escaleras para llegar a su habitación. Una vez que ha cerrado la puerta con un pies, me deposita sobre la cama quedando sobre mí con cuidado.
Su mirada se encuentra con la mía fijamente.- Permíteme hacerte el amor. Déjame demostrarte lo mucho que te amo. -
- Jimin... -
- No, Jennie. Por favor no digas nada más que no sea lo que necesito oír. -
No puedo hablar. ¿Realmente quería terminar con todo esto?. Si era así, ¿por qué hasta ahora seguía dudando de ello?. ¿Por qué no era capaz de detenerlo?.
La única razón lógica que tenía, era que no quería hacerlo. El deseo nos estaba consumiendo por completo. Y no podía pararlo. Ya no podía salir de esto. Lo único que podía hacer, era ceder.- Jimin, quiero que me hagas el amor. -
Sus labios se unen a los míos con desesperación y pasión. Pero detrás de todo, había mucho más que eso. Le conocía tan bien, que estaba completamente segura de que estaba cumpliendo con sus palabras. Sus manos quitaron las prendas que comenzaban a ponerse molestas para el deleite de nuestras manos, sin retirar las interiores. Estaba llevando a su debido tiempo las cosas. Sus besos bajaron por mi cuello, seguido por la unión de mis pechos, para posarse sobre mi vientre. Se detuvo ahí a repartir un montón de besos por mi barriga haciéndome cosquillas. Su risa no demoró en llegar, y fueron música para mis oídos.
- Amo tu vientre... Es tan suave y delicado, que me dan ganas hasta de verlo crecer. -
Solté una risa por sus palabras, considerando la situación en la que nos encontrábamos. Simplemente, era una tontería viniendo de él. Lo acarició unos segundos más, para continuar con su camino de besos húmedos. Con los dientes fue retirando mis bragas por competo, para tirarlas por algún ludar del piso, junto al brasier.
Sus manos se posaron sobre mis muslos, separando estos. Se acomodó lo suficiente, como para acercar su cabeza entre medio de mis muslos. Inició besando bajo mi vientre, para bajar lentamente hacia mi monte. En ese preciso momento sentí su lengua, y mis gemidos no se hicieron esperar.- Ahhh... Jimin, por dios. -
Dio otra lamida en el mismo sitio, y mi cuerpo completo se arqueó en la cama. Me sostuvo de los muslos para evitar que me moviera y me alejara de él. Continuó así por varios minutos más. Aferré mis manos a su cabello acercándolo para profundizar en mí. Sólo guió su mano derecha a mi vagina, y sus dedos se deslizaron entre mis pliegues para hacerse paso hacia mi entrada. Como pude, traté de sentarme sobre la cama con él todavía ahí, para tener una visión de lo que me hacía. Sus ojos se encontraron con los míos, y sonreí encantada. Su dedo pulgar jugaba con mi clítoris, mientras que con el dedo índice y medio los introducía en mi interior lentamente. Ahora no aguanté más y caí hacia atrás en la cama extasiada, alterada y completamente excitada. Me aferraba a las sábanas aguantando el orgasmo que se me acercaba. Mi cuerpo comenzaba a tener espasmos, estremeciéndose también.
No quería correrme aún.- Estás acabando conmigo,.. Por favor, termina con esto de una vez. -
- Eres tan impaciente, cariño. - dijo relamiendo sus labios.
Mordió mi clítoris haciéndome gritar. Mis jugos se desbordan por el interior de mis muslos. Estaba tan mojada. Mi respiración estaba acelerada, mis mejillas ruborizadas y sentía el sudor resbalar por mi frente.
Lo vi hacerse a un lado para quitarse el boxer.Luego, se hizo paso entre mis piernas jugando conmigo.
Sin esperar un segundo más, se hundió en mi interior, no sin antes unir nuestros labios acallando mis gritos en su boca. Hicimos el amor lento, y de momentos a otros rápido. No había prisa.No tardé mucho en correrme, seguida de él que se vino dentro de mí al rato después. Mis fuerzan estaban agotadas, por lo que Jimin nos limpió a ambos para cubrirnos con las sábanas. Me acomodó contra su cuerpo para poder abrazarme. Su cuerpo desnudo con el mío nos calentaba del frío.
Besó la parte porterior de mi cabeza, susurrando unas u audibles palabras. No había logrado entender, ya que me había dormido rendida.Dicen que todo acto tiene su consecuencia, y esta era la mía; Park Jimin.
Regreso con Jimin, y ya me da curiosidad por saber lo que ustedes estarán pensando.
{Voten&Comenten} 🍑
ESTÁS LEYENDO
FIRST LOVE {YOONNIE} +18
FanfictionSexo,... Amor,... Traición. Y un gran secreto que podría destrozarlo todo. Es todo lo que necesitas saber para recorrer esta aventura. Explora tus sentimientos, y déjate llevar por los revuelos que esta novela te causará. Siéntete parte de la h...