- Dime por favor, que aceptas una cita conmigo -
Rosé me mira estupefacta de pie en su puerta. Me encuentro de rodillas con un ramo de rosas rojas grades en mis manos, dirigida hacia ella. Mi cabeza está gacha para no mirar su reacción. Espero y no me corra, o esto fue en vano. Sin embargo, decidí arriesgarme.
- Jimin, ¿Qué haces aquí? -
No recibe mis rosas, pero sigue delante de mí a brazos cruzados y con mirada incrédula. Vuelvo a alzar las rosas hacia ella y resopla al recibirlas. Mi sonrisa se agranda, pero ella no sonríe.
- ¿Y bien? -
Trago. Aclaro mi garganta para hablar. Me levanto limpiando mis pantalones y tiro de mi cabello hacia atrás.
Respiro, y comienzo.- Rosé, yo, lo lamento mucho. Sé que no fui muy amable contigo y que estuve un poco distante. Supongo que no querías verme ya que no respondías mis llamadas, es por eso que he venido aquí para que hablemos y arreglemos las cosas -
- Jimin, he sido muy clara contigo desde que te conocí. Sin embargo, tú actitud conmigo no ha sido de lo más agradable. Si te estabas aburriendo de mí, debías decirme y no comportarte como un idiota -
Una sonrisa se escapa de mis comisuras al oír su insulto hacia mí. Era gracioso ya que ella jamás había utilizado palabras así menos conmigo. Y entonces cuando se da cuenta, ella también suelta una sonrisa al fin. Acercó las rosas a sus fosas nasales para olerlas y suspirar con los ojos cerrados.
- Están hermosas, y huelen muy bien -
- Elegí las mejores para ti -
Asiente agradecida. Luego de que me invitara a pasar, tuvimos una tarde muy animada. Eso sí, una vez aclaradas las cosas. Rosé era una chica directa que no temía a decir las cosas. Mucho menos en expresar sus sentimientos. Y eso, me había quedado claro desde el primer momento en que la conocí y confirmó sus sentimientos hacia mí. Claro que aquellos fueron correspondidos de igual forma, ya que yo también sentía lo mismo por ella.
Conversamos de temas muy triviales, y dando con eso, ambos quedamos ansiosos por las muchas cosas que teníamos en común. Éramos como una especie de almas gemelas.
Yo sí sentía que al estar junto a ella mi vida estaba tranquila, sin preocupaciones, ni mucho menos teníamos que escondernos de las demás personas para poder pasar el tiempo juntos. Salimos a comer tomados de las manos frente a gente. Si es que hubo beso, solo unos cuantos ya que ella era muy reservada y educada que no le parecía correcto hacer esos actos demostrativos frente a los demás. Pero luego me decía que si lo haría, en tiempos más íntimos que tuviésemos. Y no me molestaba, al contrario. Yo la respetaba mucho y si ella lo prefería así, estaba de acuerdo.Al recibir una llamada de los chicos, acepté a la pequeña junta que estos estaban haciendo para irse de fiestas nuevamente. Le propuse a Rosé ser mi acompañante a lo que ella aceptó encantada. Ni siquiera me inmuté en que estaría presente ella.
Pero no voy a negar en que no me la pasé mirándola toda la noche, porque era la mentira más grande del mundo.
Ahí se encontraba ella frente a mí.... Junto a YoonGi.
Se veía tan malditamente hermosa con aquel vestido. Hacía semanas que no nos habíamos visto de nuevo, después de lo que había pasado, y de lo que por mi parte personalmente estaba pasándome. Me alejé de todos ellos incluida Rosé para resolver mis asuntos. No planeaba resolverlos estando junto a ellos, o podría meterlos en mis problemas también. Y eso, era lo último que quería hacer. No podría permitir que les pasara algo a ellos por mi culpa, mucho menos que se viera involucrada Rosé quien no tenía idea en lo que yo andaba metido. Por lo que me mantuve en mucha distancia alejado de todos los chicos para evitar algún problema. Era mejor así.Cuando ellos se dieron cuenta de mis constantes ausencias, comenzaron a preocuparse por mí. Ya no solo me llamaban, sino que también me buscaban en casa por si daba señales de vida. Lo que ellos no sabían, es que jamás pasé un tiempo en mi casa.
Luego de haber descubierto a mi madre, me fui por varias semanas a su casa en la que también se encontraba mi padre. Este cuando supo quien era yo, no pudo enfadarse más de lo que podía. Primero; porque después de tantos años no hizo más que aceptar que yo estaba muerto sin siquiera darse una oportunidad de buscarme. Segundo; porque jamás apoyó a mi madre en su dolor, haciéndola sufrir más de la cuenta. Cuando me confesaron todo aquello, papá y yo tuvimos una fuerte discusión ese día. Mamá nos pedía calma a los dos, pero era necesario aquel enfrentamiento entre ambos para arreglar las cosas. Y vaya que lo hicimos. Por lo menos hoy nos llevamos bien, y cada cierto tiempo que tiene libre me invitan a su casa. Las llamadas de mamá se volvieron más constantes.
Podría decir ahora mismo que me sentía más feliz que nunca, pero aún había algo que no me complacía completamente. Algo por lo cual aún estoy dispuesto a pelear por ello. Tenía todo lo que necesitaba, pero seguía estando ese vacío que solo alguien sabe cómo llenarlo. Y aquello era tan sencillo, pero a la vez tan difícil de tenerlo.
Con respecto a lo de mi hermano, aún había esperanzas de encontrarlo. Después de todo, si lograron tenerme de vuelta, por supuesto que él también regresaría. Y no me opuse, pero tampoco quise profundizar en el tema.
Precisamente ahora, aquella falta se encontraba justo frente a mí, luciendo más hermosa de lo normal. Jennie.
Siempre ha sido, y seguirá siendo ella quien llene ese vacío que hay dentro de mí. Porque por mucho que Rosé esté a mi lado y me haga sentir a gusto, no era suficiente.Sé que no es de muy caballero de mi parte hacer aquello. Y que con lo que estaba provocando podría dañar a Rosé en el camino, siquiera debí buscarla de nuevo. Cuando tarde o temprano ella sabrá todo, y terminará más lastimada aún. No quiero causarle daño, es lo último que haría.
Sin embrago, durante las semanas en que no supe de ella, creció esa necesidad por estar junto a ella. De volver a oír su voz. Sentir su calor junto a mí. Y no me refería a esa necesidad del sexo, aunque no voy a negar que me muero por estar de esa forma con ella, pero simplemente no podía.
Y no podía por la maldita culpa de pensar en otra chica. No podía porque cada que la besaba, o abrazaba, pensaba en que era Jennie. Siempre estaba ella en mis pensamientos cuando menos lo esperaba. Me estaba volviendo loco.
Rosé se voltea en mi dirección, y me pregunta entusiasmada al oír aquella canción.
- ¿Aceptas un baile conmigo? -
Y mirando a todos los chicos que estaban atentos a las palabras de ella, sonrío. Entonces mi mirada se encuentra con la de Jennie quien me mira desinteresada como restándole importancia. Gira su cabeza hacia YoonGi y lo besa consciente de que aún la sigo viendo. Pero antes de poder hacer eso, noto en su mirada preocupación, tristeza, y algo que jamás en la vida había notado.
Su mirada me demostraba miedo.Y asintiendo preocupado hacia Rosé, tomé su mano dejándome guiar por ella. No miré hacia atrás.
Quise creer que me estaba equivocando, pero no pude dejarlo pasar. Necesitaba hablar con ella y preguntarle el por qué de su miedo, pero también sabía que ella no me lo iba a contar.Fue entonces minutos más tardes en que supe lo que sucedía, y las dudas crecieron considerablemente en mí.
Esto tenía que ser parte de una broma.
Ay dios santo.
¿Qué creen ustedes de lo que se habrá enterado Jimin?
¿Se imaginan algo?
Acaso aquella noticia, desatará la locura que se nos viene.
¿Jimin podría exponer todo, por el solo hecho de lograr su objetivo?
Muchas dudas que podrían ser resueltas en el próximo capítulo.
Déjenme sus dudas, a ver si adivinan la razón. 😟{Voten&Comenten}🍑
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FIRST LOVE {YOONNIE} +18
FanficSexo,... Amor,... Traición. Y un gran secreto que podría destrozarlo todo. Es todo lo que necesitas saber para recorrer esta aventura. Explora tus sentimientos, y déjate llevar por los revuelos que esta novela te causará. Siéntete parte de la h...