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- ¿YoonGi? -

Mi voz es baja, pero en aquel gran silencio puede oírse desde donde quiera que sea.
Me encamino recorriendo todas las habitaciones en busca de YoonGi, pero aún así no logro dar con él. Es cuando me doy cuenta que no está y me encuentro sola en casa.
Bajo las escaleras rendida y me recuesto sobre el sofá cansada. Agotada de todo y más aún por todo lo que estaba pasándome estando embarazada. El estrés iba a acabar conmigo.

Mi barriga hace acto de presencia, causándome unos repentinos pero fuertes dolores en mi vientre bajo. Me quejo ya que estos no cesan, sino que aumentan en densidad mientras más me retuerzo a lo largo del sofá.
Unos golpes a la puerta irrumpen en la estancia por lo que con dificultad logro ponerme en pies. Una mano sobre el vientre, otra mano en mi espalda tal cual preñada.

El pestillo a la puerta no estaba puesto, por lo que cuando voy a voltearla para abrirla y ver quien es, esta se gira antes dejando entrar al susodicho.
Jimin ingresa en la casa con autoridad y algo alterado. Su actitud me descoloca, pero se le pasa cuando me ve en tal situación.
Me sostengo contra la pared aguantando los fuertes dolores. Este se acerca hacia mí preocupado olvidando el por qué de su presencia.

- Jennie, qué tienes -

- Jimin, me-me duele mucho -

Vuelvo a quejarme más alto, y caigo de rodillas al piso frente a él. De pronto siento algo caliente correr por el interior de mis piernas, y me doy cuenta de que es sangre cuando lo averiguo.

- Joder, estás sangrando. Déjame ayudarte -

Me suelto de su brazo con brusquedad alejándolo de mí. Mi rabia llega al instante cuando recuerdo lo sucedido la otra noche. Que sepa que aún no lo he olvidado, y jamás lo iba a perdonar. Su cara estupefacta me altera ya que no entiende nada.

- Vete, Yoon-YoonGi está... -

Mis palabras quedan a medias cuando nuevamente se abre la puerta y YoonGi es quien ingresa mirando la situación. Su gesto cambia completamente cuando me ve tirada en el piso y a Jimin de pies frente a mí. Puedo deducir, que sé lo que está pensando.

- ¡¿Qué está pasando aquí?! -

- YoonGi, el bebé... -

Sus ojos bajan y dirige su vista al piso donde está manchado con mi sangre. Sin decir nada, aleja a Jimin de mí y ahora es él quien me ayuda a ponerme en pies para llevarme hacia el sofá recontándome.
Saca rápidamente su móvil del bolsillo, una vez que ha marcado en él, habla.

- Necesito que vengas urgente -

Cuelga sin más para mirarme directamente.

- Dónde te duele - concluye.

Tomo su mano para ponerla sobre mi vientre bajo de la tripita. A pesar de que tenía tres meses ya, y claro, eso era lo que llevaba de embarazo cuando ni siquiera lo sabía yo. De no ser por el doctor que era amigo de YoonGi, este me guardó el secreto.

Su mano firme se queda en el lugar que le he indicado. Acaricia suavemente mi pancita, y casi alcanzo a ver una media sonrisa en sus labios. La que rápidamente quita al darse cuenta de mi mirada.
Ahora voltea su cabeza hacia Jimin, el que se ha mantenido en el mismo sitio sin decir palabra alguna.

- Vete de mi casa - suelta sin mirarlo.

No puedo ver la reacción de Jimin, pero si escucho el fuerte golpe que da con la puerta al salir.
Mantengo mi cabeza gacha cuando YoonGi no ha dejado de mirarme ni por un segundo.

(***)

- Ha sido una baja de descompensación por lo débil que está y la mala alimentación. En estos momentos su bebé está bien, y ella se encuentra estable. Te pido que por favor tomes reposo, y no hagas nada que pueda interferir con tu salud, o la del bebé - recuerda por segunda vez el doctor.

FIRST LOVE {YOONNIE} +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora