28

59 7 1
                                    

- Hey, Minhyuk -

Una vez que ingreso a su guarida, no puedo evitar mi excitación. Estaba fuera de mí, por lo que no me importaba nada ahora mismo.
Vine lo suficientemente preparado, como para desatar una masacre en este horrible y asqueroso lugar.
En ambos brazos cargaba armas y de mi hombro colgaba un bolso con algunas otras más y varias recargas por si acaso. Nunca se sabía.
Ambos guardias de Minhyuk sacaron a relucir sus armas calibre 47, sin provocar una pizca de miedo en mí. Las suyas no eran nadas comparadas a las mías. Y por si fuera poco, me lo parecía gracioso ya que yo era tan astuto, que podría matarlos a ambos de una sola vez, sin haber recibido una bala de parte de ellos.
Sonreí con hipocresía.

- SABES PERFECTAMENTE QUE MI INCREÍBLE HABILIDAD DE PUNTERÍA, PUEDE MATAR A ESTOS DOS IMBÉCILES DE UN SOLO TIRO -

Mi distancia es larga hacia donde se encontraban ellos. Los hombres temblaron en sus lugares al oírme, por lo que se juntaron más hacia Minhyuk poniendo a este en medio como si fuesen sus escudos.

Minhyuk caminó entre medio de ellos para posicionarse frente a mí desde su lugar. Mi vista se dirigió inmediatamente a su bastón que llevaba en su mano derecha tal y como me lo había descrito mi madre.

- Jimin, amigo mío. Pero qué haces aquí así -

Su estúpido desentendimiento me enfadó más de lo que ya lo estaba, lo que hizo que mi arma apuntara hacia él. Maldito, encima descarado el idiota.

- Vine para cobrarte por todas las que me has hecho. También por todo lo que le hiciste a mis padre, hijo de puta. Me has arruinado la vida, cabrón -

Limpio rápidamente la lágrima que se escapa de mi orbe. No puedo demostrar debilidad justamente ahora, porque quedaría evidente que estaba frágil frente a él y eso no se lo iba a permitir. Este estúpido me conoce mejor que nadie, como para saber que soy lo suficientemente valiente ya sea cualquier situación. No le temía a nadie, mucho menos a él.

- Pero de qué hablas, Jimin -

Caminó hacia su escritorio para plantarme frente a él. Minhyuk al ver que me he acercado, se sienta sobre la silla de cuero dejando su bastón a un lado de él. Imbécil, ya se cansa rápido. Sin duda, esto será más fácil de lo que creí.
Del bolso tomo la carpeta que llevaba dentro para lanzarla sobre su escritorio. Sus ojos van directamente a ella y su cara se tensa al leer el contenido.
En aquellas hojas estaba toda la información sobre mis padres desde la vez en que él me robó. También estaban mis documentos de cuando yo era pequeño. Fotos de Minhyuk del preciso momento que cometió su acto sobre mí, y por último las respuestas que Ha In me dio sobre la descripción de él.
Mientras repasaba las hojas y viendo con detención cada foto, supo a lo que había venido aquí.

Su ojos se encontraron rápidamente con los míos y en ellos pude ver el miedo que estos demostraban. Minhyuk estaba temblando frente a mí, y me sentí tan poderoso en ese instante.
Siempre supe que el mejor cabecillas de ellos fui yo, aún cuando él también me lo decía ya yo lo sabía. Ni siquiera sé cómo es que no lo maté antes y tomar su lugar. Creo que por alguna razón no lo hice, y aquí me encontraba para cumplir con ello.
Me debía una vida el mal nacido.

- Sabes perfectamente que las cosas no pueden quedar así, eres consciente de todo lo que has hecho, por lo tanto sería caer bajo que te mandara a prisión. - me paseo frente a él pensando en las infinidad de posibilidades que tendría para sacar provecho de esto. - Sin embargo, tengo una mejor opción para ti. Créeme, que es mejor que cualquier otra cosa -

- Qué harás conmigo, Jimin. No puedes matarme, mis hombres te buscarían -

Me echo a reír a fuertes carcajadas. Eso lo sabía perfectamente. Por nada estarían estos dos idiotas ahora mismo.
Cuando comienzo a calmar mi risa mientras me sostengo del estómago, fue tan rápido mi acto, que en menos de diez segundos ya tenía a Kay y Lay tirados en el piso sangrando. Ambos con una bala cruzada en sus frentes.

- Sabes una cosa, siempre he querido hacer esto. De no tener una razón no lo hice... - respiro extasiado. Aquello me provocaba un placer inmenso. - Pero ahora si la hay, por lo tanto - vuelvo a abrir mi bolso para tomar mi preciosa AK. Era mi arma favorita ya que era fácil de recargar, y rápida al disparar. Muchas veces la usé estando con los chicos, por lo que nunca me fallaba. Y en este momento, no sería la excepción.
- Debes sentirte orgulloso de que todo lo que sé es gracias a ti, así que supongo que te debo las gracias por todo lo que me enseñaste. Y ahora mismo, serás testigo de todo lo que puedo hacerle a una persona. Siempre he dicho que matar a alguien no es bueno, por muy mala persona que sea, no es bueno acabar con su vida. Durante toda mi vida me he encargado de hacerlo en los robos más peligrosos que me has sometido. Estuve muchas veces a punto de perder mi vida por tu culpa, sin embargo aquí estoy. Más vivo que nunca, querido Minhyuk. Salúdame a todos los que he mandado para allá -

Aprieto el gatillo, y la bala se incrusta en medio de su pecho. Su cuerpo se balancea hacia atrás y cae haciendo un estruendoso ruido. Sus quejidos resuenan por todo el lugar y eso es música para mis oídos.
Era tan placentero el dolor de una persona, y me extasiaba más aún.
Se arrastra por un costado de la mesa dejando a la vista para mí.
Vuelvo para apuntar en su pierna, y disparo.
Otro disparo, seguido de otro y otro y otro hasta que su cuerpo se desangra por todos los agujeros que he ocasionado en su cuerpo. No me detengo, pero sigo haciéndolo hasta desfigurar su cara y su cuerpo. Lanzo el arma por otra parte y cojo la navaja de mi bolso. Esta la clavo repetidas veces en su pecho hasta dejar a la vista su carne. Por suerte llevaba guantes en mis manos, lo que no dejará ninguna huella de haber sido yo. Tampoco era tan imbécil.

Levanto todos los artefactos para guardarlos en mi bolso, me cubro la cara con un pasa montañas y me marcho del lugar cogiendo mi carro para volver a casa sonriendo.

Era viernes por la noche aún, y la noche era larga. Necesitaba urgentemente distraerme o no podré estar tranquilo sin pensar en lo que había hecho.
Me vendrían mis ataques de ansiedad y me volvería loco.

Rosé

Su nombre se ilumina en mi cabeza y sonrío inconscientemente al pensar en aquella chica. Claro que con lo último que había sucedido entre nosotros, tenía la esperanza de que ella no siguiese enfadada conmigo. De todas formas, haría hasta lo imposible porque eso no fuese así. A diferencia de ella, era una chica por la cual valía la pena luchar. Después de todo, Rosé es la única chica la cual me ha sacado de la oscuridad en la que antes me encontraba, o más bien, en la que aún no lograba salir del todo.
Es por eso, que no pienso perder un segundo más de mi tiempo. Aquella chica se convertiría en algo más. Pero antes que nada, necesitaba una ducha y cambiarme de ropa. Luego, le llamaría, no, mejor aún, llegaría de sorpresa a su casa y así me la llevo de fiesta para olvidar todo un buen rato. me vendría bien el ambiente.

Esta será una noche increíble.






























































Esto fue un poco raro, no lo sé.
Jimin es tan sádico que no le importa nada. Espero que esto no siga así, porque sino se va a descontrola todo.
💆‍♀️

{Voten&Comenten} 🍑

FIRST LOVE {YOONNIE} +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora