| Hell to the Liars.
Stiles.
—Tú nada más querías que me quedara a dormir para poder manosearme y aprovecharte de mí —expresa Meredith risueña cuando me dejo caer a su lado sin aliento y sudoroso, rápidamente acomodándose en el espacio entre mi brazo derecho y mi torso.
—La culpa es de esos koalas tuyos que no dejaban de mirarme, desafiándome con sus ojos mal pintados a deshacerme de ellos. —Mer suelta una carcajada.
—Vaya, no sabía que tenías visión de rayos x ni que eras esquizofrénico.
—¿Te burlas de mí? —Ella asiente, cruzando los brazos sobre mi pecho para luego apoyar su barbilla sobre ellos—. Lo que me faltaba, mi novia riéndose de mí, en mi cara, y ni siquiera ha pasado un día de nuestro décimo primer mesiversario.
—Oye, yo no te reclamo por ser todo un acosador conmigo. —Bufo y entrecierro un ojo, haciendo una mueca de incredulidad. Ella vira los ojos—. ¿Qué?
—Primero, soy tu novio no un acosador, lo que me da el derecho de rastrear tu celular para asegurarme que estas a salvo.
—¿Y segundo? —inquiere, arqueando una ceja.
—Segundo, ser tu novio también me da todo el derecho a manosearte, especialmente cuando traes puesta una de mis camisetas y te ves tan preciosa.
—Sí, sobre eso. Es la última vez que me dejo la camiseta para tener sexo, ¿de acuerdo?
—Bien. Pero no voy a lavarla nunca más una vez que te la quites.
Mer hace una mueca de desagrado.
—Ew, ¿vas a guardarla con todo y mi sudor?
—Y voy a dormir abrazándola todas las noches —informo y ella ríe.
—Y dices que no eres un acosador.
—No lo soy —reafirmo—. Pero sé que no puedes quedarte a dormir siempre, así que esta camiseta será tu reemplazo hasta que podamos volver a pasar la noche juntos.
—Estoy segura que con eso te acabas de convertir en el rey de los raros —suelta en medio de una nueva ronda de besos matutinos sobre mis labios—. Pero eres mi rey de los raros. —Asiento, sonriendo entre cada beso.
—Te das cuenta de que eso te convierte a ti en la reina de los raros, ¿cierto? —enuncio con una risita que acaba contagiándosele.
—No, yo soy la reina de la sabiduría —declara aun risueña.
—Tan modesta como siempre —digo sonriente y ella asiente, mordiéndose el labio inferior en medio de una deslumbrante sonrisa.
Mis brazos se envuelven alrededor de su cintura y la aprieto contra mí, permitiendo que nuestras narices se rocen y nuestras miradas se conecten, perdiéndonos en los ojos del otro y sonriéndonos como bobos con unos cuantos besos de por medio durante un largo rato. Siendo sincero, podría pasar el día entero haciendo esto solamente.
—Se hace tarde. Y tenemos muchas cosas por hacer el día de hoy —murmura todavía sonriente mientras una de mis manos acaricia su espalda por sobre la ropa.
—Cierto.
—Iré al baño para arreglarme un poco y cambiarme de ropa —me dice tras besar la comisura de mis labios, comenzando a salir de la cama, brincándome por encima—, cuando salga tú ya tienes que estar listo también, ¿de acuerdo? —ordena con voz dulce antes de tomar su ropa doblada cuidadosamente de mi silla de escritorio.
—De acuerdo, bebé —respondo, cruzando los brazos por debajo de mi cabeza—. Te amo.
—Te amo —me dice con voz dulce y luego me lanza un beso.
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About Witches & Covens | AW&W: 3 | Teen Wolf
FanfictionEN EDICIÓN LENTA. [Libro #3 de la saga "About Werewolves and Witches"] NOTA: por favor, lee la segunda sección del libro Steredith antes de empezar con este. {Spoiler alert!} Tras convertirse en un hombre lobo, la paz es algo que suele escasear...