-Los Walcott fueron los primeros. Al menos los primeros de los que sabemos. Cuatro asesinatos. Sean, su hermano y sus padres. Fueron asesinados por un asesino profesional llamado el Mudo. Su arma de preferencia es un hacha militar tomahawk pero Peter Hale lo mató después de que trató de volar en pedazos a Derek con una bomba Claymore. El siguiente fue Demarco. Llevó un barril de cerveza a la fiesta de Lydia en la casa del lago y lo decapitaron afuera de su auto. Y luego anoche, Carrie Hudson de veintitrés años. Le amputaron la mano izquierda y después la apuñalaron cuatro veces en el pecho.
He pegado en el lado derecho de la pizarra transparente y con cinta adhesiva roja las fotografías de la familia de wendigos, tanto de cuando estaban vivos como de cuando fueron asesinados, estas últimas unidas con la misma cinta roja a el dibujo que hizo Mer del Mudo y debajo de esto hay tres hojas con recortes de periódicos locales sobre su violenta muerte.
Del lado izquierdo de la pizarra están cuatro fotos, dos de la escena del crimen de Demarco y las otras del de la chica de veintitrés años, a un lado está la lista negra, cinco de sus nombres tachados con rotulador rojo. En la parte superior hay una foto de Derek y Peter, ambos de perfil, con las palabras: «bóveda de los Hale» escritas en rojo justo por debajo. A un lado de esto cuelga la nota que Peter nos entregó la noche en que le robaron su dinero y una copia del dibujo que Mer hizo para la policía con la cara de Christine, la bruja de la que no hemos vuelto a saber nada en semanas, y por debajo hay un par de líneas rojas que apuntan a un signo de interrogación.
Por último, en el medio de todo lo anterior, dibujo una silueta con un signo de interrogación en la cabeza con rotulador blanco y por debajo de ésta escribo y subrayo: «El Benefactor», alias que algún idiota está usando para pagar los asesinatos de las personas en su lista negra.
-¿Quieres seguir hablando de esto o vas a decirme de una vez qué pasó contigo y mi hermana? -inquiere Scott, parándose a mi lado frente a la pizarra del crimen con los brazos cruzados a la altura de su pecho.
Arqueo una ceja y le miro por el rabillo del ojo.
-No sé de qué hablas -le respondo, mordiendo con aire distraído la tapa de los rotuladores blanco y rojo antes de añadir-: Nada pasa entre Mer y yo, todo está... Perfecto.
-Claro. Por eso llegó a casa en plena madrugada, vistiendo solamente una de tus camisetas y llorando.
-¿Llorando?
Él se gira hacia mí.
-Sí, llorando -reafirma-. Pero luego esta mañana actuó de lo más normal, como si todo estuviera bien.
-Bueno, eso es porque todo está bien -mascullo.
-Conozco a mi hermana. Y te conozco a ti -replica él en tono serio-. Sé que no puedo inmiscuirme en sus problemas de pareja todo el tiempo pero ambos han estado actuando muy extraño el día de hoy y estoy preocupado. Ella se ve decaída y tú te ves fatal.
-No estamos actuando extraño. ¿Qué te hace pensar que estamos actuando extraño? -bufo, encojo los hombros y sacudo un poco la cabeza-. ¿Y a qué te refieres con que me veo fatal?
Scott entrecierra los ojos, analizándome con tanto escrutinio que podría jurar ha logrado echar un vistazo a mi alma y está listo para chuparla fuera de mí si no le digo la verdad. Acompañado de un ruidoso y pesado suspiro me siento a la orilla de mi cama, bajando la cabeza en vergüenza.
-Soy un completo idiota, Scott. Lo arruiné todo. Mer me pidió que le diera un tiempo, que le diera su espacio. Eso es lo mismo que terminar, ¿no?
-¿Por qué te pidió espacio? ¿Qué pasó? -inquiere, sentándose a mi lado.
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About Witches & Covens | AW&W: 3 | Teen Wolf
FanfictionEN EDICIÓN LENTA. [Libro #3 de la saga "About Werewolves and Witches"] NOTA: por favor, lee la segunda sección del libro Steredith antes de empezar con este. {Spoiler alert!} Tras convertirse en un hombre lobo, la paz es algo que suele escasear...