About Witches & Covens | AW&W: 3 | Teen Wolf

Capítulo 23: The Big Escape. Parte II

| Coming Back For You.

Stiles.

Meredith suelta una risita. La chisto, algo ofendido; se supone que jadee o suelte un pequeño gemido como siempre hace cuando succiono el lateral de su garganta, no que se ría.

Acaricio su cintura por debajo de la camiseta de "El señor de los anillos" que le presté anoche para dormir y ella vuelve a soltar una risilla. Me aparto lo suficiente para verla a los ojos con un gesto inquisitivo.

—Lo siento. Creo que estoy muy susceptible a las cosquillas el día de hoy.

—Ya me di cuenta.

—Tal vez debamos dejarlo para otro día.

—¿Otro día? —Ella asiente—. Bien, ¿quieres ver una película?

—Me refiero a que podemos dejar eso para otro día, no la sesión de besos —musita en tono serio.

—Nuestras sesiones de besos siempre acaban en eso.

—No es cierto —replica, arrugando la nariz. Arqueo una ceja—. No todas nuestras sesiones de besos acaban en sexo, quizá solo una cuarta parte —expresa, teniendo toda la razón.

Lastimosamente.

—Bien, de todos modos solo nos queda un condón —enuncio, disponiéndome a besarla hasta que me entuman los labios.

Sin embargo, antes de poder siquiera tocar su boca ella comienza a reírse por lo bajo.

—¿Y cuántos condones querías usar hoy? —me pregunta risueña—. ¡Oh, espera! ¿Acaso lo del trío iba en serio y por eso quieres más condones?

—Primero que nada, lo del trío fue idea tuya, no mía. En segundo lugar, por favor, jamás vuelvas a mencionar lo del trío. No pienso compartirte con nadie en la intimidad. Nunca de los nunca. Ni con una chica ni muchísimo menos con otro chico. Suficiente tengo con que los chicos de la escuela sigan hablando de la vez que paseaste por los pasillos casi desnuda —manifiesto en el tono de voz más serio que poseo, pero aun así ella sonríe divertida—. Por último, en caso de que no lo recuerdes, nuestro primer aniversario es en ocho días. Y tengo planeado hacer algo especial ese día.

—Y con especial te refieres a arrancarme la ropa con los dientes para luego embestirme como todo un semental. —Mis ojos se abren de par en par, el aire se me escapa de los pulmones y siento la cara caliente, sonrojándose al máximo. Meredith estalla en una carcajada—. Cielos, deberías... ver tu cara. Pareces un tomate —balbucea en medio de sus carcajadas.

Se me escapa una sonrisa. Ella también parece un tomate, hasta las orejas se le han coloreado de rojo de lo mucho que está riéndose.

La verdad es que luego de lo que pasó anoche en la escuela y ver lo mucho que le afectó, no pensé que volvería a verla tan feliz y relajada tan pronto. Y me alegra haberme equivocado. Después de todo lo que ha pasado en los últimos tres meses, ella es quien más merece un momento como éste, así que le permito que se ría todo lo que quiera.

Sin embargo, cuando el timbre de mi celular comienza a sonar en alerta de una nueva llamada entrante, Meredith se seca las lágrimas que se le han escapado y su risa se vuelve silenciosa. Me quito de encima de ella y me dejo caer sobre el colchón, estirando la mano hacia el buró a mi derecha para tomar mi teléfono.

—¿Bueno?

—Atrapamos a Christine —espeta Allison al otro lado de la línea.

Al oír esas palabras me enderezo de inmediato. Mer me mira curiosa, frunciendo el ceño ante mi reacción.