Episodio 14 :Ezarel

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Por fin llegaron al lugar donde se había escuchado la explosión, pero solo encontraron los vestigios de un pueblo que al parecer había ardido en llamas, el chico de cabellos azulados quedó estupefacto ante aquella escena y sin hacerse esperar entró al pueblo viendo como el albergue estaba a punto de derrumbarse.

—¡Ezarel! ¡¿qué haces?! —le grita la chica al ver que este se dirigía al edificio con la intención de entrar.

Por obvias razones detiene a su jefe tomándolo de un brazo viéndose como frente a ellos se desplomaba una de las vigas del edificio.

—¡Ewëlein! —expresó el chico con alarma pensando que posiblemente la joven elfo todavía estaba dentro.

Gardienne sólo se limitaba a tratar de detenerlo, ella también estaba preocupada tanto por Ewëlein como por la decana, pero sabía que entrar sería un error siendo casi un suicidio puesto que el inmueble se veía muy inestable y podría caerles encima si se adentraban.

—¡cálmate! no creo que ella esté dentro, recuerda que iban a ir a la cueva en cuanto saliéramos con los minotauros.

Estas palabras hicieron que el de la absenta se tranquilizara un poco, sabía que su congénere no era tan tonta y posiblemente había escapado junto con la anciana gnomo. Por otra parte, la faelinne dirigió su mirada a la cueva pensando en que probablemente se encontrarían ahí, pero de igual manera el enemigo podría estar al asecho.

—¿porque no vamos a investigar a la cueva?

Con algo de incertidumbre en sus adentro al escucharla el elfo acepto la propuesta y caminaron al lugar, siendo que no encontraron nada aparentemente, pues muchas huellas habían quedado sobre la tierra las cuales el duende palmó con sus dedos.

—al parecer hubo batalla en este lugar

—¡crees que haya sido Ewëlein?

—probablemente.

Apretando el puño con rabia Ezarel empezó a seguir con la mirada aquel rastro, realmente se veía furioso, tanto que no daba parte a sus bromas ni comentarios sarcásticos.

—calma Ezarel, veras que las vamos a encontrar.

Gardienne iba a poner su mano en el hombro del contrario, pero a unos cuantos centímetros se arrepintió, ciertamente por la fijación del de la absenta de nos ser tocado, olvidando lo sucedido con este anteriormente.

—no se que halla pasado pero lo más seguro es que los Illuminatis hallan pedido refuerzos puesto que los demás minotauros nos estaban siguiendo.

—¿entonces que podremos hacer?

—ni hablar... nosotros también vamos a hacer lo mismo.

Este alzo su vista mirando por donde llevaba el rastro de huellas y pensando por unos segundos se giró a su subordinada.

—Gardienne, regresa al cuartel y localiza a Miko par que le expliques todo lo sucedido.

Los planes no habían salido bien y ahora a unos cuantos kilómetros iba una especie de caravana con muchos más minotauros los cuales llevaban a los pueblerinos de Balenvia junto con los integranes del cuartel que habían sido capturados anteriormente, aunado de que también se encontraba ahí Ewëlein y Haglaé. Todos caminaban con semblantes muy serios, la situación era algo delicada, al parecer no había escapatoria ya que se encontraban bajo el poder de una de las mayores ordenes o sectas humanas que tenían un poder muy fuerte e incluso misterioso.

—el señor Weishaupt se pondrá contento con la noticia de que capturamos integrantes del cuartel.

—serán buenos conejillos de indias.

Mi historia de Eldarya (en Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora