Episodio 5:Leiftan

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Los tres chicos siguen a Leiftan y este los lleva a la carcel.

—¡este lugar me parece bien! aquí nadie nos podrá escuchar —repone el ojiverde.

—¿que es lo que nos tienes que decir, tan importante como para traernos a un sitio donde no seamos escuchados? —pregunta Nevra.

—¿Y que es lo que quieres decir, con que esa idiota tiene que ver con todo este asunto del dragón? — agrega Ezarel.

—¡no sé preocupen! les voy a resolver sus dudas, porque no se acomodan, siento que va a ser una larga charla.

Les propone el chico de la guardia brillante a lo que Nevra y Ezarel toman asiento en dos rocas que se encuentran en el lugar y Valkyon solo se recarga en la pared.

—¡lo siento Valk! ya no hay más rocas —expresa sonriendo el vampiro.

—¡no importa! así estoy bien.

—¡adelante te escuchamos entonces! —exclama el elfo.

—el rubio sólo cierra los ojos y deja salir un suspiro, para agarrar fuerza y  empezar a relatarles lo que él había experimentado al lado de la faelinne.

—¡está bien! —expresa y comienza a narrar.

—bueno se los voy decir sin rodeos.

Los tres líderes lo miran intrigados.

—cuando estuve con Gardienne tuve una visión muy particular y poco después, vi al oráculo parado detrás de ella.

—¡¡queeee!! —exclaman los tres muy fuerte, mientras que los dos chicos que se encontraban sentados se levantaron precipitadamente y el otro se puso de pie firme.

—¿como puede ser eso posible? —expresa Ezarel.

—¡si! es algo realmente asombroso, pero eso no es todo, también está el echo de que no apareció en la sala de cristal, sino en la sala de las puertas —añade el rubio.

—¡¡como!! —se escucha a Nevra.

—¡me va a dar algo! —se deja caer Ezarel en la roca donde estaba sentado.

Valkyon solo se encuentra parado con la mirada perdida totalmente en shock.

—¿estas seguro de haberlo visto? —le cuestiona el líder de la absenta.

—¡si! aunque Gardienne no se dio cuenta, ya que ella se encontraba de espaldas y además el oráculo me sonrió y después desapareció inmediatamente.

—¡es que es imposible! El oráculo nunca se ha manifestado lejos del cristal —agrega el líder de la sombra.

—¿entonces qué hiciste? —se oye por fin hablar al líder de la obsidiana.

—a Gardienne no le dije nada, para no alarmarla,  además el que se haya aparecido el cristal, yo lo tome como una señal de confirmación a lo que me había sucedido antes.

—¿ y qué te sucedió antes? — pregunta el de la absenta.

—ya les comente que tuve una visión.

Entonces el joven les comienza a relatar la inusual alucinación que tuvo, cuando explico que vio como encontraban, entre la mucha  y él, al dragón en una madriguera en el jardín del piano, a los tres se les viene a la mente cuando encontraron las pistas de la ubicación del familiar en ese mismo lugar y cuando el chico llega a la parte donde el dragón es sanado con las lágrimas de la muchacha, los tres jóvenes se miran unos a otros.

— ¡Pero solo fue una alucinación, eso es imposible! —opina el duende.

—solo se cumplió el echo de que el dragón se metió al cuartel —agrega el peliblanco.

Mi historia de Eldarya (en Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora