Dejé a mi hija al lado de Sedna y sonreí. La victoria que buscaba estaba cerca. En minutos recuperaría el cuerpo colosal que tenía y un nuevo reinado comenzaría.
—Veo que has podido liberar parte de tus poderes.
—¿Parte?
—No sé cuántas selkies habrá utilizado la reina para realizar el hechizo, pero seguramente algunas habrán muerto, y con ellas, parte de la cárcel mágica donde se encuentra tu poder. Hasta que no matemos a Marina y tomemos su corazón, no tendrás acceso total a tus poderes.
No podía esperar más.
—Matémosla ahora.
Sedna se acercó a mi lado. De repente, sentí algo atravesarme. Una daga negra manchada de sangre salía de mi cuerpo.
—Me has desterrado del océano. ¿Realmente pensabas que iba a dejar que volvieras a gobernar?
Caí de rodillas. Me toqué la herida, que no paraba de sangrar. Traté de respirar pero el aire no ingresaba.
Me dio un golpe en el rostro y me arrojó a la playa. Con la poca fuerza que tenía, me levanté y comencé a caminar hacia el muelle. No tenía posibilidad de vencer a Sedna, pero algo debía hacer.
Sentí un intenso ardor en la espalda. Me di vuelta y vi una figura brillante de pie frente mí. Su poder era increíble. Parecido al de...
—No, no puede ser. No deberías estar vivo.
—Pero lo estoy —su voz era gruesa y prominente, acorde a su grandeza—. Trataron de derribarme, aislarme. Pero aquí estoy.
No podía ver bien su rostro, pero su poder era reconocible. Nadie, aparte de mí, o tal vez Marina, podría tener tal magnitud de poder.
—Ahora —siguió el hombre— vas a volver al purgatorio, donde mereces estar.
El hombre extendió el brazo hacia el mar. Me di vuelta y observé cómo el agua estallaba a lo lejos. Luego un tornado de agua comenzó a aparecer del centro y se fue acercando hacia la orilla. El agua me iba tapando desde los pies hasta la cintura, a medida que me arrastraba hacia lo profundo.
—¡Este no es mi fin! ¡Algún día nos volveremos a ver y el combate será a muerte!
Y de un momento a otro, el torbellino de agua me atrapó. El agua salada comenzó a entrarme por la boca, la nariz, los ojos. Me alejó de la realidad y me encerró en el purgatorio marítimo, un lugar lleno de soledad y castigo.
ESTÁS LEYENDO
EL RENACER 1: El llamado de la sirena
FantasyLa melodía del mar guió el camino hacia su alma gemela. Sin embargo, no le advirtió de la terrible amenaza que ansiosamente aguardaba su advenimiento. Marina decide abandonar La Atlántida para comenzar la búsqueda que toda sirena está obligada a rea...