II

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Me despierto por los pequeños rayos del sol que se filtran por mi ventana, debí haber cerrado bien las cortinas. Es domingo y siempre he dicho que tengo derecho a dormir un poco más de la cuenta. Trato de volver a recuperar el sueño colocandome la almohada en la cabeza, pero pasan 5 minutos y no puedo recuperarlo. Así que decido que es tiempo de levantarme.

Hoy tengo que hacer varias cosas y si quiero que me sobre el tiempo para andar como turista, pues es hora de comenzar a hacer las cosas. Me dirijo hacia el baño y me miro al espejo, mi pelo parece un nido de pájaros. Amo mi pelo, puedo hacer lo que quiero con él. Es rizado y a la vez domable me gusta de ambas formas no tengo preferencia con ambas, pero mayormente lo llevo lacio con cuestión al tiempo en que me lleva peinarlo cuando esta rizado.

Cepillo mis dientes y decido ponerme a organizar toda mi ropa ya que están guardadas en la maleta las pocas que traje. Dichas no ocupan tanto espacio. Asi que cuando terminó guardo las maletas en la parte superior del closet y tomo lo que he decidodo ponerme el dia de hoy, unos jeans negros altos ajustados, un top del mismo color, unos Converse blancos y chaleco que me llega a las rodillas negro. Me doy una ducha larga y relajante. Decido lavarme el pelo y dejarlo rizado. Me cambió y tomo un pequeño bolso y lo necesario adentro, llaves, celular, dinero en efectivo y las tarjetas de crédito.

Al salir del edificio decido conocer el lugar y me doy cuenta que apenas a dos cuadras, esta una tienda comestible, asi que sin dudarlo entro en ella.

Escojo un carrito y me aventuro a navegar por los pasillos del super mercado. Voy escogiendo las cosas básicas como el azúcar, té, galletas, ect..

Al llegar al área de carnes decido tomar pechugas, pero una mano chica conmigo, es cálida y delicada para nada se asemeja a la de una mujer.

- Lo siento- dice una voz roca y autoritaria. Levanto mi vista para mirar de donde proviene esa voz, pero me quedo anhelada por el profundo chocolate de sus ojos cafés. Son como dos pequeñas gotas de agua genuinas y cristalinas. Pasan alrededor de varios minutos hasta que escucho un pequeño ronquido de parte suya dándome a entender que me le he quedado mirando como una desquiciada babeando por él. Mis mejillas toman un color rojizo de plena vergüenza.

-Disculpadme tu a mi- dije aún con vergüenza.

El simplemente me sonrió, pero esa sonrisa mostraba muchas cosas, cosas las cuáles no me gustaría conocer aunque me llame la curiosidad. El cogió las pechugas que quería y se comenzó alegar por el pasillo. Me pareció muy raro encontrarme al un hombre al parecer de negocios ya que cargaba un traje chanel negro al justo de su cuerpo. Se le notaba a leguas que hacia ejercicio ya que su cuerpo según lo que marcaba el traje esta muy tonificado.

-Dejate de tonterías Feriha y prosigue con lo que estas haciendo- me dije en voz alta solo para mi.

Terminé de hacer las compras y decidí ir inmediatamente para el apartamento. Lo de turista lo dejaría para después, ahora tendré que ir a la cafetería en donde desde mañana empezaría a trabajar y tengo que conocer el camino para que no llegar tarde.

**************

Llegue a la cafetería passione peculiar nombre para una cafetería, sin ningún problema. Mientras iba en el taxi me di cuenta que no quedaba tan lejos de mi apartamento y que caminando me llevaría apenas 10 minutos de mi apartamento hacia acá . Me adentre a ella y me dirigí a la peli rubia y labio rojos que se encontraba en la caja registradora, quien diría que esa rubia de farmacia con cutis perfecto y uñas arregladas sería mi mejor amiga Helen. Me acerco sin levantar sospechas de parte de ella, ya que se encuentra enfocada en su teléfono.

Al estar frente a ella se percata de mi presencia y levanta su mirada. Al hacerlo sus ojos se llenan de lágrimas y su mano se dirigío a su boca para silenciar un pequeño grito de emoción que puede asustar un poco a los pocos clientes que se encuentran a esta hora de la tarde en la cafetería. Yo de mi parte no hice lo mismo que ella solo le sonreí, pero una sonrisa sincera, una de esas que salen del alma, una de ellas que describen todo lo que sientes con tan solo mostrarla.

-No puedo creer que estés aquí, ¿ Por que no me avisaste de que ya habías llegado? ¿ Hace cuanto llegaste?-dijo mi mejor amiga saliendo del mostrador para recibirme con un cálido abrazo.

-Tranquila, no te quería molestar, llegue ayer en la noche y viene inmediatamente para acá cuando termine de desempacar.

-Tenias que haberme dicho, yo te hubiera ido a recoger al aeropuerto-dijo, haciéndole señas a una mujer mas pequeña que yo y con el pelo rojo manzana.-Ven sentemos a tomar algo es mi tiempo libre en este momento y me puedes contar como esta todo para allá y si te sientes a gusto a pesar de que es tu primer día aquí.

Nos sentamos en una de las mesas del fondo al lado del ventanal que tenía vista a un enorme rasca cielos que tenía como nombre
O'Sullivan company. Mientras tomábamos un café charlabamos de temas cruciales, cuando terminamos me presento con el amigo de mi madre y me entregaron mi uniforme de trabajo que consistía en un T-shirt negro con el logo del negocio y podía utilizar una pantalón jeans negro.

Serás tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora