Serás tú.

XXXVIII

Punto de vista de Feriha

Me desperté a causa de un pequeño dolor que sentí en la párate baja de mi vientre. Me comencé asustar esto no es normal, apenas voy a cumplir los 7 meses, pero ¿Por que siento este dolor?. Trate de sentarme, pero una nueva punzada de dolor me volvió a atacar.

Mire a mi alrededor pensado qué tal vez Emir estuviera acostado a mi lado, pero no es así , se que no ha llegado por qué el lado de su cama está hecha todavía. Estiré mi brazo hacia la mesita de noche en busca del teléfono y poder llamarlo.

Marque su número, el cual me sabía de memoria, pero me mandaba al buzón. Igual lo hice con Helen y Valentín pero estos simplemente sonaban, pero nadie atendía.

No tenia a nadie estaba sola, no quiero perder a mis bebés. Marque al 911.

-Emergencia en que podemos ayudarle.

-Mí nombre es Feriha y estoy teniendo contracciones muy fuertes con apenas 6 meses de embarazo.

- Tranquila, me puede decir qué tan frecuentes son?. En este momento una ambulancia está de camino hacia su casa.

- ohh, gracias a Dios.

- Me puede decir, con qué frecuencia está teniendo las contracciones?

- No lo sé, creo que cada dos minutos. Una es más fuerte que la otra.

- Necesito que respire, la ambulancia llegará en unos minutos.
No recuerdo cómo ni cuando, entraron los paramédicos a auxiliarme. Cada vez que intentaba abrir los ojos no podía, cada vez me pesaban más y más. Hasta que llegue a aquel cuarto de oscuridad en donde sólo podía tener tranquilidad, cero dolor, cero ruido. Me asuste un poco al estar ahí por la salud de mis bebés, pero cuando puse mis manos en mi vientre sentí una pequeña Patadita de parte de ellos dándome a entender de que estaban bien.

Punto de vista de Emir

No sabía en dónde estaba, sólo sé que el ruido del teléfono era cada vez más fuerte. Intente abrir los ojos, pero la luz me cegaba.

-Si buenas ?-dijo una voz de mujer que no pude reconocer.-Si el está, pero en este momento no te puede atender.

Después de ahí no pude escuchar nada más, al parecer la que había tomado   el teléfono había colgado.

Mis ojos intentaron abrirse nuevamente pero en realidad no podía. Mi cuerpo se sentía pesado completamente, pedía a gritos agua. No sé en realidad qué pasó ayer, no recuerdo absolutamente nada.

Intente abrir los ojos y esta vez si los pude abrir. Por lo que pude observar a mi alrededor estaba en un cuarto de hotel, en ese momento mi mente empezó a unir las piezas y recordé el por que estaba en este lugar.

Intente levantarme, pero me di  cuenta de que no tenía ropa puesta, estaba completamente desnudo.

-Mierda que carajo hice, enserio no me lo puedo creer. Este no soy yo.

- Si que lo eres idiota, sabes muy bien lo que hiciste y con quien lo hiciste - dijo mi subconsciente.

-Emir donde diablo te has metido- Escuche la voz de Helen al otro lado de la línea.

-En realidad ni yo mismo sé-dije sin pensarlo.

- ¿como que no lo sabes idiota? He tratado de comunicarme contigo desde las 3 tres la mañana- no pude escuchar más por al parecer alguien le ha rebajado el teléfono a Helen.

- Lo mejor que puedes hacer Emir en este momento es venir a la clínica- dijo Valentín esta vez.

-¿Como? ¿Por que? ¿Que está mal?- dije comenzando a recoger Lemus cosas.

-Es Feriha

Cuando él mencionó su nombre todas las cosas negativas llegaron a mi mente.

-Ven a la clínica que está en el centro. Lo mejor es que llegues y no hagas más preguntas acerca de esto. Aquí te voy a explicar todo.

No escuche nada más. En vez de investigar en dónde estaba y con quien o qué pasó conmigo me cambié rápidamente y tomé las llaves del auto que estaban en la mesita de noche. Sé que estaba con alguien en la habitación por el sonido de la ducha. Salí sin decir nada, después investigaría qué pasó aquí. Feriha en este momento es más importante que todo.

***
Llegue al hospital y sin preguntar me dirigí al ascensor, Valentín a través de un mensaje de texto me había mandando la ubicación exactamente.

Camino por el pasillo sin mirar a mi alrededor, mi mente está fija en Feriha y mis niñ@s aunque no las pueda ver aún.

Punto de vista de Feriha

Desperté en una habitación totalmente blanca rodeada de pequeños aparatos que sonaban y me molestaban al mismo tiempo. No tuve que preguntarme a mi misma en dónde me encontraba ya que las características del lugar lo describían por si solo.

Me asuste no lo niego cualquiera lo haría al despertase en un lugar desconocido para ti y preguntarte qué pasó en realidad, ¿Por qué estoy aquí?. Por instinto coloque mis manos en mi panza buscando el tumulto que confirmaba de que tenía mis pequeñ@s dentro de mi y de que ellos aún están bien. Pero no, esto no puede ser, cuando coloque mi mano no había nada, el aparato que controlaba mi pulso comenzó a hacer el ruido más y más fuerte.

¿Mis bebés 👶? ¿En donde están?. Me muero si le haz pasado algo. Esto es irreal para mi. Ell@s aún no estaban a tiempo de nacer, aún les faltaba. La máquina comenzó a soñar más fuerte y a causa de esto dos enfermes y un doctor  vestidos completamente de blanco entraron a la había habitación.

-¿ Donde están mis bebés? - fue lo único que salió de mi boca.

- Señorita Feriha le surgieron que traté de tranquilizarse. Es lo mejor que puede hacer en su estado.

- Solo dígame en dónde están mis niños. Esa será la única manera por la cual me tranquilizaré.

Las enfermas que estaban en la sala se miraron extraño una a la otra y lo único que me pasaba por la cabeza eran cosas negativas al no tener ninguna respuesta de los que estaban presentes ante mi.