XXIX

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No aguantó los pies y apenas he caminado desde la entrada de la empresa hasta mi oficina. Esto no es normal. Tengo que programar una cita con la ginecóloga que lo antes posible, pero no lo voy hacer aquí por qué no quiero llamar la atención de los periodistas y más ahora que están arriba de mi, a causa de que he vuelto a tomar el mando de la empresa.

-Feriha, todos te están esperando en la sala de juntas.

-Incluyendo el comprador de las acciones?-pregunte

-Aún, no ha llegado.

-ok estaré allá en unos minutos.-dije terminando de acomodar las cosas que tengo que llevar a la junta.

No entiendo por que Tomas quiere vender las acciones, yo creía que a él le interesaba el negocio, por la actitud de entusiasmo que él mostraba. Al parecer no todo lo que vez en las personas es verdadero.

***

—Tomás te estamos ofreciendo el doble de la cantidad de dinero que el otro comprador, que no está presente por supuestas situaciones inexplicables,te está ofreciendo por las acciones.— dije mirando a Tomás seriamente a los ojos un poco enojada por así decirlo. Hemos llevado alrededor de 1 hora tratando de convencerlo para que nos venda en su totalidad las acciones que mi tío le dejo herencia. Mientras que los demás participantes de la sala no se atreven a añadir ninguna palabra por miedo a ser reprochado por mi parte.

—Entiendeme Feriha.

—En realidad no te entiendo, por que no ma has dado ninguna explicación concreta acerca del tema en disputa.

—Eres la dueña mayoritaria de la empresa. Para que quieres más acciones.—dijo sin ningún preámbulo.

—No es él tener más acciones en la compañía lo que me inquieta. Es inquietante para mi que un pleno desconocido que no sabemos aún si vendrá o no a la reunión, sea parte de nuestra empresa.—dije dejando sacar el aire que no pensé que estaba guardando.

—Así que me consideras un desconocido, Señorita Olmes.—Esa voz esto no puede ser posible. Mis manos comenzaron a sudar y a temblar a la vez. No quería cruzarme con mientras estuviera aquí. Dirigí mi mirada hacía él, estaba parado en la puerta de la sala de reuniones. ¿Como puede una persona cambiar tanto en tan poco tiempo? Ahora su cabello era un poco más largo al igual que en su barbilla existía una pequeña barba. Este estilo en realidad le va super bien, pero jamás me lo imaginé de esta manera. Se adentro a la sala de reuniones por completo y tomó asiento en la cabecera de la mesa de junta. Ambos qquedamosluedamos frente a frente, por que yo estaba sentada en la otra cabecera.

—Para nada, Señor Sullivan. El único indicio que no sabía era que era usted él que estaba detrás de la compra de las acciones.—dije tratando de lucir serena y no hacerle notar de que su presencia me ponía nerviosa.

—¿Aún no le has comunicado Tomás la excelente noticia?—dijo dirigiendo la vista hacia Tomás recibiendo como respuesta de parte de él una  respuesta negativa con su cabeza.—Bien se los haré saber yo mismo. Hoy en segundo accionista mayoritario de la empresa—dijo mirándome fijamente a los ojos. En ese momento no me estaba sintiendo completamente bien como para seguir aquí. Esto es inaudito, aún no lo entiendo. ¿Como puede ser posible que él hijo del mejor amigo de mi padre le haya vendido las acciones hereditarias a la competencia? Mis manos comenzaron a sudar más de la cuenta y mi cabeza empezó a palpitarme. Sentía que en cualquier momento iba a desmayarme, pero no podía y menos en este momento.

—¿Te encuentras bien, Feriha?—pregunto Tomás al notar que mi rostro perdió el color. Tengo que ser fuerte no puedo caer ante él tan rápidamente. Aclaré mi garganta para poder hablar, sé que si no lo hago sonare nerviosa y ronca a la vez.

—Tranquilo estoy bien—Dije pacíficamente en este momento lo último que quiero es dirigirle la palabra al que traicionó a mi padre y al suyo a la vez.—Ya que sabemos quien es nuestro nuevo socio, ha dar por finalizada esta reunión.—dije levantándome de la silla, pero al hacerlo fue mi peor error, todo me estaba comenzando a dar vueltas, me aferre a lo único que tenía en mis manos y me tomé camino hacía mi oficina con María pisandome los talones.

—Feriha¿Te encuentras bien?—Preguntó preocupada.

—No del todo, puedes traerme un vaso con agua por favor y una taza de te de limoncillito.—dije mientras pude.

—En unos segundos te lo traeré, pero me asegurarè primero de que entres a la oficina —dijo agarrandome del brazo. Agradecí mucho ese gesto, por que en realidad no tenía ánimos para seguir en cualquier momento sentía que me iba a desmayar. Entramos a la oficina y me recostè en el sillón que allí había. Cerré mis ojos inmediatamente, todo me estaba dando vueltas.—¿Te sientes mejor?.—no pude responder por que sentía que la oscuridad me estaba llevando, me alaba poco a poco.—Feriha ¿Me escuchas?—Escuchaba a esa voz tan lejos que me llamaba. Yo quería responderle, pero la oscuridad me lo impedía.

Sueño

—Hija te extraño tanto—dijo mi padre sentándose conmigo en el pasto en frente del lago.

—También lo hago papá, te necesito tanto—dije

—Perdón por dejarte tantos problemas con mi muerte—dijo.

—No lo son papá. ¿Por que nunca me contaste acerca de las amenazas de ese hombre?—pregunté.

—Por que apenas eras una chica. Aún lo eres, pero te convertirás en una  excelente madre muy pronto y eso me da a entender de que res una luchadora y de que debí Habértelo dicho antes.—dijo dejando salir un suspiro— Intenté hacertelo saber con los sueños, pero ellos no me lo permitieron.

—¿Quien es ese chico papá?—pregunté

—No permiten decírtelo mi niña. Pero quiero que te cuides y cuides a tu mamá.—dijo. Su voz se escucho preocupado sé que él quiere decirme algo más, pero algo o alguien no se lo permite.—Me tengo que ir ya se me terminó el tiempo y no los puedo hacer enojar, después no me dejarán bajar otra vez.

—Papá, no te vayas por favor. Otra ves no—dije tratando de de agarrarlo, pero él desapareció por completo.

Fin del sueño

—Feriha me escuchas, despierta por favor—escuché decir a alguien mientras me colocaba un olor extraño en mi nariz.

Feliz año nuevo mis amores. Bendiciones








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