Serás tú.

VIII

—Te surgiero a que te quedes esta noche—dijo

—Suficientes molestias te he causado—dije un poco nerviosa por su propuesta

—No son molestias y te vuelvo a decir no acepto un no como respuesta, así que te buscaré algo de comer y tienes en disposición mi ropa. En los primeros cajones hay sweter y boxers por si quieres tomar una ducha.

Ėl salió de la habitación y yo tomé enserio la propuesta de tomar una ducha. Me sentía sucia he estado el día entero con la ropa del trabajo. Me levanto de la cama y me acerco a los  cajones. En el primero que abro encuentro los sweteres que me había dicho, me  quedarán grandes pero no tengo otra opción esta ropa que traigo
puesta ya está sucia. Tomó un boxer y un sweter blanco que me terminará cayendo un poco más abajo de los muslos. Voy a  la única puerta que hay en la habitación. Entró y me quedo anhelada es super grande más grande que mi habitación. Me desvisto y entró a la ducha, decido lavarme el pelo con el shampoo caro que hay , huele a él. Su olor es gratificante para mi.

Al tomar la ducha me envuelve en una toalla grande y tomó una pequeña para mi cabello, terminó de secarlo y seco también mi cuerpo. Me coloco el sweter y el boxer y decido usar el bra que tenía puesto. Salgo del baño y me encuentro con él mis mejillas se tornan rojas ya apenas voy un poco cubierta, pero puedo deducir que la que caigo puesto hace mucho a la imaginación de un hombre. Él nota que de la forma que me mira me hace sentir nerviosa así que dirige su mirada únicamente en mis ojos. No se que me pasa cuando miro sus ojos hay tantas cosas que el me dice con una mirada que no se a cuál de todas hacerle casos.

-Te he dejado algo fe comer arriba del escritorio, si necesitas por favor no dudes en llamarme estaré en la sala-dijo intentando irse.

-Espera, vas a dormir en el sofá-pregunte, me sentía mal de que el me dejará la cama para mi y que el durmiera en el sofá.

-Jamás dije que dormiría en el sofá, dormiré en mi cama-dijo saliendo de la habitación.

Que? Esto es imposible. No de ninguna manera él esta bromeando lo sé. No te engañes, él dormirá contigo.
Escucho una voz en mi cabeza. Trato de no hacerle mucho caso a aquellas voz y comienzo a comer lo que me ha traído. Cuando terminó decido cerrar la puerta de la habitación y me recuesto. Lo mejor sería dormir y olvidarme de la idea descabellada que mi consciencia me ha trasmitido.

Sueño

Me encuentro en el mismo lugar, sentada en el columpio siento mis pies descalzos rozar con la grama mojada. Aún no sé que es lo que me trae aquí.¿Por que aparezco en la continuación del sueño? Si siempre han dicho que es imposible esto, pero al parecer no lo es.

-Feriha-dice de nuevo la misma voz. Esta vez me atrevo a responder

-Quien eres? Y por que me traes a este lugar?-dije desmontandome del columpio y sintiendo por completo el frío de la grama entre mis pie.

-No me reconoces? No te acuerdas cuando pequeña te traía aquí todos los fines de semana y nos sentamos por horas y yo te mecía en el columpio.--ahora todas las piezas del rompecabezas caen en su lugar, este lugar se me hacía conocido, pero no lo podía recordar.

-Papá eres tu?

Fin del sueño

-Feriha, estas bien? Reacciona por favor-- de inmediato abro los ojos y me encuentro con los ojos marrones de Emir. Al instante me doy cuenta de que por mis mejillas un torrente de lágrimas bajaban y de mi boca salía gemidos. Sentí sus brazos fuertes a mi alrededor. Ėl me mecía diciéndome palabras tiernas. Paso un tiempo hasta que me tranquilize.

— Es mejor que nos durmamos sí?—asenti con mi cabeza no tenía ánimo para articular alguna palabra. Nos recostamos en la misma cama el me abrazo, me sentí protegida como nunca me había sentido.