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La de la foto es Tais .
Chicas muchas Gracias por comentar, me siento feliz y emocionada por esto.
Subiré capítulos nuevos por ahora todos los días.

**********

Alguien está tocando la puerta nuevamente, sé que es él.

—Feriha, por favor abreme—dijo suplicante.

No dije nada, me quede en la misma posición en la que estaba. No seas tarada y vete  de aquí antes de que sea demasiado tarde. Prefiero hacerle caso a mi consciencia esta vez. Trato de buscar la ropa que tenía ayer otra vez, pero me es imposible encontrarla. Él es el único que sabe donde está.

Vamos no seas tan cobarde ve y pregúntale. Es verdad de lo contrario no quisiera salir semidesnuda a calle. Abro la puerta lentamente y asomo la cabeza, pero ¿Para que estoy siendo cuidadosa si tengo que preguntale donde esta mi ropa?. Decido tomar el rumbo hacía donde esta el, pero tropiezo con dos bolsas que al parecer eran de varias tiendas diferentes. Las tomó y entro a la habitación poniéndole seguro a la puerta, no quiero verlo y menos ahora. Sé que cuando me tenga que ir tendré que hablarle, pero mientras tanto ahorraré tiempo. Chequeo las bolsas y encuentro dentro de ellas unos jeans negros de mi talla, una blusa blanca holgada. En la otra bolsa encuentro lencería negra de encaje también de mi talla. Al parecer sabe bastante acerca  de ropa de mujeres. Tal vez le ha regalado ropa a las demás mujeres, no lo crees?  Es voz de nuevo suena en mi cabeza quisiera callarla, pero no puedo porqué me ha sacado de muchas.
Dentro de la misma bolsa en donde está la lencería encuentro una caja con unos Converses blancos que también son de mi talla.

Decido tomar toda esta ropa y después le pagaría ya que no encuentro mi otra ropa está es la única solución que tengo. Me dirijo al baño y esta vez tomo una ducha corta, me cambio rápido y dejo que mi pelo caiga de forma natural, no quiero abusar de la confianza que me ha dado y después de lo que pasó no pienso quedarme un rato más aquí. Arreglo lo que desordene y cojo lo último que me queda de valentía y salgo de la habitación. Cuando lo hago no encuentro a nadie en el departamento, menciono su nombre en voz alta y nada. En uno de los muebles se encuentran mi bolsa y al lado mi ropa dentro de un bolsa de plástico. Escucho susurros que vienen del pasillo izquierdo. No me había dando cuenta de que tenía uno.

—¿Por que me haces esto Emir?—se que escuchar conversaciones ajena es de mala educación, pero la voz ahora se escuchaba en el departamento completo.

—Baja la voz quieres—dijo emir por lo que pude deducir estaba calmado como siempre.

—¿Por que quieres que baje la voz? ¿Acaso ya conseguiste a otra sumisa para que te distrajera?

Por parte de Emir no escucho respuesta o tal vez respondió, pero muy bajo. Decidí coger mis cosas y marcharme de aquí, al momento en el que iba llegando a la puerta recordé que había olvidado mi teléfono en el escritorio. Me apresure hacia su habitación a buscarlo. No quiero estar un minuto más aquí. Acaso ya conseguiste a otra sumisa para que te distrajera?  Por que dijo ella eso Tu lo sabes muy bien. Es verdad yo soy su nueva sumisa por eso él es así conmigo. Tengo que salir de aquí lo más pronto posible. No puedo seguir un segundo más aquí.

Al salir de la habitación me los encuentro en el camino, ella es una rubia alta, su pelo le cae por la cintura. Viste con ropa de marca, lleva tacones altos y la hacen ver del mismo tamaño de él. Él en cambio se había puesto un suéter blanco, pero andaba descalzo todavía.

—¿Es por ella por quien me estás cambiando? Por esa insignificante cosa no quieres renovar el contrato?—dijo todo eso señalándome con su dedo y poniendo una cara de asco.

— Es mejor que te vayas, Tais. Mi abogado estará contigo hoy en la tarde.

—No quiero a tu estúpido abogado Emir, entiendeme te quiero a ti.

Yo no sabía que hacer, estaba en una conversación ajena a mí. ¿Por que esto me tiene que pasar? Lo mejor de todo es que yo me vaya y asi puedan solucionar sus problemas. Tomo mis cosas del sofá. Al momento e dirigirme una mano agarra mi muñeca, me volteo y lo miro. En su mirada estaba la súplica de que me quedará, pero después de todo lo que escuche no se que hacer.

—Tais es tiempo de que vayas, no quiero volver a verte.—dijo con su voz enojada. Dirigí mi mirada hacía su perfil, su mandíbula estaba apretada a causa del enojo.

—Esto no quedará así Emir, me las cobraré tarde o temprano. Entiendelo de una vez por todas de que solo eres mío y de nadie más. Y tú mosquita muerta estas advertida también, cuidate o alejate de él.—Un escalofrío cruzo por mi columna vertebral. Esto no me puede ocurrir a mí.

—Taylor acompaña a la señorita fuera del edificio.—Le dijo Emir a un hombre alto de actitud militar que había aparecido en la sala sin que yo me hubiese percatado de su presencia. Taylor tomó a Tais por a cintura y se dirigieron hacía el ascensor. Cuando las puertas del ascensor se cerraron, quite bruscamente mi mano del agarre de él. Estaba confundid no se como me metí en esto. Solo quiero irme hacía mi casa y jamás volverme a topar con él.

—Feriha, dejame explicarte—negué con mi cabeza, agarre fuertemente lo que tenía en la mano.

—No tienes que explicarme nada, es mejor que me vaya. No quiero ser parte de esto y menos de las acusaciones de una novia esquizofrénica. Lo siento, pero no puedo seguir aquí.—,me sorprendí por la forma en que lo dije.—Te mandaré el dinero que gastaste en mí al departamento.

—No tienes que pagarme nada, es algo que me lo puedo permitir.

— No me interesa si te lo puedes permití a no. No me gusta que los hombres gasten dinero en mí. Siempre ustedes quieren algo a cambio.— Eso al parecer le dolió, por el cambió que vi en su rostro

—Déjame llevarte.

—No lo me i....

—No te lo estoy proponiendo, es una orden.





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