Once~

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POV Hoseok

Creo que nunca había estado más feliz que él día de hoy, después de haber tenido un mes horrible, lleno de frustraciones, cansancio, llanto y muchas emociones realmente desagradables por fin podía sonreír nuevamente. Estaba que acababa mi día laboral, él último antes de poder volver a Corea y no había nada más reconfortante que pensar en el rostro de Taehyung cuando me vea llegar de sorpresa... Espero que no esté tan preocupado por mi ausencia este mes, pero después de haber terminado en el hospital por exceso de trabajo y por el simple hecho de que él tiempo no me daba para poder hablar con él de forma decente... Además sólo me quedaba un mes mas y todo se acababa, tomé la decisión de no mostrarme ante él para no preocuparle en ese sentido... Prefiero que de enfade por no mostrar mi cara a que se enfade por el estado deplorable en el que me encontraba.

Sabía que él se alteraba demasiado al verme en este estado y no mentiré, he bajado casi seis kilos en todo este tiempo, mi rostro pálido solo es llenado de color por las grandes ojeras que tengo, las cuales me dan un aspecto espantoso, más de una vez me he desmayado debido al estrés y mis horas de sueño son cada día menos.

Pero ya no habrá más de eso. Porque todo el esfuerzo que puse en esto pronto lo podremos disfrutar juntos. Había llegado el día que soñé desde que inicié mi traslado a Nueva Zelanda.

-¡Hoseok!- Escuché la ronca voz de mí jefe acercándose a mi- Hoseok... Dios me causa tanta tristeza el que te vayas... Se que será por lo que resta de año solamente, pero es un vacío cada vez que uno de mis colegas se va.

-No diga esas cosas... Que no quiero tener que llorar- Le dije completamente sincero- Después de todo, como dice volveré.

-Ve a casa, vuelve con ese chiquillo y por favor, ahora si descansa- Me reprendió como si fuera un padre- Siempre te pedí que no te sobre esfuerces y nunca me hiciste caso.

Mis ojos, malditos ojos que querían llorar, pero no, no lo haría, si hablamos de mí jefe, este fue como mi padre aquí en Nueva Zelanda, este me apoyó en todo y siempre estuvo conmigo, incluso cuando en mi primera reunión de trabajo, en la cual terminé emborrachándome le confesé abiertamente ser Homosexual... En cualquier caso podría hasta haber sido despedido, pero me di cuenta que no toda la gente en este mundo es así de cruel. Por eso le estoy agradecido.

-Lo siento pero soy un hombre enamorado- Le confesé mientras reía- Puse mi corazón en esto y lo sabe, ahora solo quiero volver a abrazarlo.

-Claro que lo sé... Nadie habría puesto en juego su propia salud por cumplirle el sueño a su enamorado- Me dio una suave palmadita acompañado de un abrazo- Eres un gran chico, Hoseok.

Así fue como me despedí de todos mis colegas prometiendo volver. No había aguantado más la espera, no quería pasar ninguna noche más aquí, volaría directo a Corea y llegaría lo más pronto posible, iría y podría gritar a los cuatro vientos que por fin estaré con Taehyung, ya nada me lo podría impedir, nada me alejaría de él hombre que escogí para pasar mi vida entera.

Como buen ansioso solo llegué a casa en busca de mí maleta y mi celular, el cual tenía apagado en algún lugar de mí habitación, olvidado a más no poder.

¿Cuando fue la última vez que lo revisé?

Mi corazón se aceleró cuando lo encendí, dispuesto a dejarle un mensaje a Taehyung que dijera lo mucho que lo amo y que me perdone por estar tan ausente.

Dejé de respirar cuando veo mis mensajes y llamadas... Eran muchísimas, nunca en mi vida había tenido tantas, Taehyung debe estar irritado a más no poder... O eso creí, porque me equivoque. No era irritación... Era desesperación.

No lies, Just love 2T|| «Hopev»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora