No lies, Just love 2T|| «Hopev»

Veinticuatro~

Esa noche había dormido especialmente más feliz, parecía una quinceañera enamorada mirando el mensaje que le había enviado, ese que había conducido a una llamada, tenía conmigo casi como tatuajes las palabras que me dijo... Especialmente las últimas.

"Olvide mi abrigo en casa... Justamente estoy hablando con él"

Cuando creí haberme dado cuenta de lo que se refería la llamada ya había sido cortada, fue la sensación más bonita que pude sentir, seguía con mi móvil al lado de mí oído incluso cuando éste me avisaba que la llamada había sido finalizada, seguía sonriendo como idiota y derepente el frío ya no podía conmigo. El frío no era rival contra la calidez que estaba sintiendo en este momento.

Me desperté incluso más renovado la mañana siguiente, desperté y me quedé un tiempo en cama, mirando su lado, imaginando como volvería a ser tenerlo nuevamente ahí... Inconscientemente mi mano viajó sola hasta ese lugar y sonreí... Cuando el vuelva a estar acostado y dormido en ese espacio, lo abrazaré y no lo soltaré jamás, le cantaré una linda canción para que se duerma y cuando lo haga me dedicaré a tallar en mi memoria cada uno de sus lindos detalles y cada uno de sus finos rasgos.

Más animado que hace unos días me levanté, tomé mi móvil que estaba en el mueble cercano a mi cama y empecé a escribir un mensaje... Pero luego me arrepentí, me sentía nervioso de enviarle algo, así que con toda mi fuerza de voluntad lo dejé ahí y fuí directo a la ducha, me dí una ducha bastante larga para relajarme y despertarme del todo. Cuando salí de ésta, me arreglé y fuí a tomar desayuno, hoy iría nuevamente a visitar a mi padre al hospital. Ya listo, antes de salir tomé mis llaves y mi móvil el cual miré, me avisaba de un nuevo mensaje. Mi estómago se revolvió.

"Mientras miraba la pantalla esperando un mensaje tuyo, no me aguanté así que decidí enviar uno primero... Espero que hayas amanecido bien y que tengas un día hermoso"

Definitivamente no moriría de viejo, terminaría muriendo gracias a los mensajes que Hoseok me envía temprano en la mañana, al ver la hora pude notar que él mensaje había sido enviado hace más de media hora. Así que me apuré en contestarle.

"Debo confesar que hace una hora quería enviarte un mensaje de buenos días, pero me dió vergüenza... Tú haces mis días hermosos, Hoseok."

El amor me hacía actuar tan cursi a veces, un poco alterado por esa última frase que escribí y me sacrifique para enviar, guardé rápidamente el móvil en mi bolsillo esperando salir de casa y que mis nervios volarán lejos de mí. De todas formas la sonrisa que estaba llevando conmigo nadie sería capaz de borrarla.

Hoy era un muchacho feliz.

*

Cuando entré al hospital saludé efusivamente y muy animado a cada enfermera, enfermero, doctor, doctora, paciente y a todo mundo que se me cruzó. No sé porque pero quería que todos vieran mi sonrisa y lo muy feliz que había amanecido... Y mi padre no fué la excepción.

—¡¿Como esta el padre más lindo de todo el mundo!?— Dije asustandolo y haciendo que botará su celular que traía en la mano, su rostro de pánico no hizo más que hacerme reír— ¡Ay! Papá fue como si hubieras visto un fantasma— Me quejé.

—¿Y a ti que te pasó que estás tan feliz?— Preguntó ahora tomando su móvil y mirando la pantalla, una mueca decoró su rostro— Murió la serpiente.

Lo miré aterrado y sororendido, ¿Que le hizo a esa serpiente?, mejor dicho, ¿Que serpiente?, me acerqué a ver que estaba haciendo pero alejó el aparato para que no pudiera ver.

—¡Papá!— Le reproché.

—Estuve toda la mañana queriendo que la serpiente esta se coma todos los puntitos y tu vienes y me caes el celular— Miré el pequeño dispositivo... Si que era antiguo, eso parecía un ladrillo.