No lies, Just love 2T|| «Hopev»

Veinticinco~

Al final si me había quedado dormido hablando por teléfono con Hoseok, me había dado cuenta a la mañana siguiente cuando al despertar tenía aferrado mi celular a mi mano como si de eso dependiera mi vida entera, tal era la fuerza que utilicé para sostenerlo que cuando lo solté sentí un calambre en ésta y un dolor punzante, pero me sentía bien con ello, porque fue por Hoseok, así que valía la pena... Escuchar su voz por teléfono era como un afrodisíaco, te llamaba a la calma y a la relajación, escucharlo hablar de como había ido su vida y de todas las cosas que había hecho era entretenido y me hacía sentir bien.

Quise ver el móvil para enviarle un mensaje de buenos días pero la pantalla negra me avisaba que este simplemente estaba apagado y sin carga, rápidamente lo puse a cargar y esperé pacientemente a que se pudiera prender. Mientras esperaba me preguntaba que habrá sido lo último que me dijo antes de cortar la llamada. Lo que era yo, lo último que recordaba era la historia del perrito que vio en la calle, ese que lo hizo quedarse con él en medio del parque jugando por al menos una hora.

Hoseok siempre tenía algo que contar, hasta lo más mínimo lo contaba y yo estaba bien con eso, todo lo que hace o lo que le pase me importa y escucharlo es por lo que vivo también... Desafortunadamente me doy cuenta ahora.

Pero que no cunda el pánico. Todo se puede arreglar si es con amor.

Vi como la pantalla del móvil volvía a la vida y se iluminaba mostrándome que estaba encendiendo, di pequeños saltitos en mi cama y luego tapé mi boca para no chillar. La espera fue eterna para poder usarlo. Cuando lo hice ya tenía un mensaje. Pero era de anoche.

"No creo que lo hayas escuchado porque roncabas como un pequeño demonio... Gracias por dejar que me quede contigo hasta que te durmieras. Ten dulces sueños"

No alcancé a emocionarme cuando el celular se volvió a apagar. Mi expresión de asombro y decepción fue tanta que tuve que irme y dejar el móvil cargando. Lo dejé con indignación y fuí a tomar un vaso de agua y luego me fuí a duchar. Hice todo lo que tenía que hacer, hasta desayune y por fin pude ir a ver el bendito celular. No había mensajes así que decidí enviar uno.

"Yo no ronco como tú, Jung Hoseok... Y si, tuve dulces sueños, porque tú estabas en ellos"

Ya, si, lo reconozco esto de la cursileria me sale natural... Mal, pero me sale. Reí de solo pensarlo. En un momento vi como mi mensaje había sido leído por él... Entre en pánico y fue el doble cuando vi que estaba escribiendo... Esperé hasta que su mensaje llegó.

"Que coincidencia... Yo igual soñé contigo, soñé que te veía jugando allá en casa con el perrito que te comenté... Se veían realmente tiernos"

Menos mal que había alcanzado a escuchar la historia del perrito, una sonrisa decoró mi rostro de solo pensar en lo tierno que debió haber sido ese perrito para que Hoseok soñara con él.

"Que el perrito comparta sueño conmigo me hace sentir celoso... ¿El perrito era más lindo que yo?"

Bueno, apuesto a que si, quiero decir, los perritos son hermosos, al igual que todos los animalitos que existen, su respuesta no se demoró en llegar.

"No te pongas celoso... Solo piensa en ese cachorrito como nuestro futuro hijo"

Leí ese mensaje sus cien veces y cada vez que lo leía mi cuerpo se estremecía... Mi sueño en mi vida entera era poder tener mi familia, tené muchos hijos y amarlos mucho... Naturalmente para nosotros como pareja era imposible... Habían maneras, sí, pero el solo hecho de haber leído eso en un mensaje de Hoseok me hacía sentir vivo, me hacía feliz.