No lies, Just love 2T|| «Hopev»

Veintitrés~

Apenas puse un pie fuera de esa oficina sentí mi cuerpo más ligero, incluso mis pensamientos se hallaban un poco más ordenados... Nunca me había sentido tan ligero y tranquilo como ahora. Si, sentía que me deshice de un gran problema y eso por mucho me hacía increíblemente más feliz.

Pero había un problema.

Mientras caminaba hacía la salida me preguntaba como era que iba a hacer para recuperar a Hoseok... Yo iba muy decidido y gritando a los cuatro vientos que lo recuperaría y volveríamos a estar juntos... Pero siendo sincero, no se como hacerlo.

—Realmente soy un desastre— Susurré mientas en mi camino pateaba una pequeña piedra que se hallaba en mi camino.

Estoy ultra seguro y decidido, eso lo sé... Pero a quien engaño... Estoy aterrado y no se como actuar para que todo salga bien... Quizás será mejor dejar que las cosas fluyan, sin presiones y sin arruinar más la situación... Tal como debe ser. No quiero parecer un psicópata que al primer día que no está cerca de él ya lo anda buscando desesperado... Pero es que lo necesito.

Con la palma de mí mano golpeé un par de veces mi frente, exasperado y en busca de alguna respuesta que me lleve a una solución.

Pensé en Jimin... Él sabrá que hacer, pero automáticamente lo descarté, esto es algo que debo solucionar por mi cuenta, yo solo debo enmendar mis errores y lo voy a hacer, yo volveré a estar con Hoseok.

Es con esa mentalidad como me fuí al hospital nuevamente a ver a mi padre. Cuando llegué y entré a su habitación pude ver que éste estaba sentado en la cama tomando desayuno. La pura expresión que le daba a la comida me hacía querer reír, se veía tan divertido.

—Estoy seguro que la comida no te ha hecho nada, papá— Dije riendo mientras me acercaba a él para poder saludarlo— No puede ser tan malo.

Miré el desayuno frente a él y era como una especie de yogurt que si, a decir verdad no se veía con muy buena pinta que digamos... Pero la fruta que lo acompañaba si se veía bien y supongo que las galletas y el vaso de jugo también.

—Hijo... Esto esta incomible— La forma en la que lo dijo fué tan cómica que tuve que mirar a otro lado para no reírme— Aquí en los hospitales quizás como preparan estas cosas.

—A mi me gusta la comida de hospital— Le dije restándole importancia, él me miró con aburrimiento— Dime algo que no te guste a ti.

Ambos reímos porque eso era cierto, había pocas cosas que no comiera, lo demás todo estaba bien para mi. No llevábamos mucho tiempo conversando cuando veo que el doctor que ha estado tratando a mi padre entra a la habitación. Lo saludé un poco nervioso, siempre los nervios me atacaban cuando el estaba presente, era el miedo constante que me tuviera que dar una mala noticia.

—¿Aun no se termina el desayuno, Sr. Kim?— Preguntó igual de divertido— Si no se come sus comidas le voy a tener que posponer el alta.

Como si hubiera sido la advertencia suprema, mi padre sin dudar empezó a comer todo sin asco... Él doctor tenía más poder que yo. Reí sin querer, toda esa escena de mí padre siendo obediente había sido muy tierno.

—De todas formas...— Habló el doctor ahora dirigiéndose a mi, un nudo en mi estómago se formó de inmediato— Ahora que te veo aquí, necesito que me acompañes.

Lo miré con horror en mi rostro y creo que él se dió cuenta porque enseguida me dijo que no era nada de lo que deba preocuparme, que estaba todo en orden. Le dije a mi padre que volvería en un momento y sin más salí junto al doctor.

—No te preocupes... Tú padre ha mejorado bastante— Dijo cuando caminábamos rumbo a su oficina— El alta llegará pronto y podrán estar juntos de nuevo en casa.