Out Of The Woods - Remus Lupin

24. La condición

Baby, I'm dancing in the dark
With you between my arms
Barefoot on the grass
Listening to our favourite song
When you said you looked a mess
I whispered underneath my breath
But you heard it,
Darling, you look perfect tonight

Perfect - Ed Sheeran

Abrió un paquete rojo, Sirius le había obsequiado un bonito kit de pociones nuevo. Miró de soslayo a Annie e imaginó que se habían comunicado entre ellos.

Lunático,

Sabes cuanto me hubiese gustado estar allí, pero pronto festejaremos todos juntos.

Tu amigo siempre,
Canuto

Se quedó en silencio emocionado.

Annie le acercó la otra caja, mas pequeña.

Dentro de ella había un anillo grueso, muy masculino. En el centro tenía una especie de circulo donde tenía tallado un león rugiendo.

-Sé que los anillos  no son particularmente para hombres pero este...

-Es perfecto –dijo él sin dejar de observarlo.

Se lo colocó en el dedo indice de su mano derecha, y la tomó la de ella.

-Nosotros tenemos una charla pendiente Annie –le recordó haciendo que se le formase un nudo en el estomago.

-Sé que lo del otro día fue apresurado –comenzó a decir ella pero él tapó su boca con un dedo.

-El mejor regalo de cumpleaños que podrías darme, siempre y cuando quieras, sería decirme que si –al oír esas palabras se quedó helada –no tengo mucho para ofrecerte, es más, ni siquiera tengo un anillo ahora, pero Anastasia Lowe... ¿Te gustaría casarte conmigo?

Ella, la que siempre tenía palabras para todo se había quedado muda. Era incapaz de gesticular una palabra. En cambio, se acercó y lo besó lentamente, ganando tiempo para tomar coraje y gritarle que si.

-Todavía no me has respondido –comenzó a decir él nervioso, luego de besarse rápido.

Pero ella fue más rápida.

-Nada me gustaría más que casarme contigo Remus –él suspiró aliviado –pero tengo una sola condición.

Él la miró confundido.

-Quiero que esto sea real, en todas sus formas posibles –hizo énfasis ella –y quiero que sea esta noche.

Él la miró en silencio unos minutos, sabía que si le pedía que si esperara ella se ofendería y la realidad es que él... él se estaba muriendo de ganas.

Pero estaba muy nervioso. Quería ser el hombre que Annie merecía, más para su primera vez.

Ella mordisqueó su labio inferior nerviosa. 

Él se acercó suavemente y la miró con sus penetrantes ojos azules. Realmente ella lo deseaba.

Antes de besarla dio un largo suspiro y le pidió perdón mentalmente a Alistair Lowe.

Giraron en la cama, entre beso y beso, él ya había perdido su camisa y su cabeza. Sus manos vagaban sin rumbo fijo por todo el torso de la leona mientras ella acariciaba sus hombros y se abría de piernas para estar mas cerca.

Sintieron algo crecer en el medio de aquel contacto tan intimo, pero él estaba demasiado ocupado besando su cuello.

Gimió de placer al sentir sus manos sobre sus senos, bajándole suavemente el camisón. Luego fueron sus labios, Annie comenzó a hiperventilar.