Out Of The Woods - Remus Lupin

37. La vuelta a casa

No one even knows how hard life was
I don't even think about it now because
I finally found you, sing it to me
Now my life is sweet like cinnamon
Like a fucking dream I'm living in

Radio - Lana del Rey

Terminó su último EXTASIS sonriendo con suficiencia. Había pedido un permiso especial en el ministerio, que solo le habían concedido por ser portadora de aquel tan importante apellido, para rendir durante el mes de abril.

Al salir del aula, su amigo la esperaba y la escoltó a su habitación mientras la ayudaba a empacar, habían comenzado todo una semana atrás. Alan estaba obsesionado con el bebé de Annie, no quería que la futura madre no hiciese ni siquiera un paso de mas.

Al cerrar el baúl y descolgar la última foto familiar de todos sonriendo y saludando a la cámara recordó la última charla con su padre.

Todo había resultado completamente diferente a como ella había esperado el fin de semana que regresó a su casa. Los Lowe sabían que algo sucedía apenas Dumbledore les escribió.

-Papá, mamá, necesito hablar con ustedes. A solas.

Aquiles y Alec se marcharon, el primero imaginando que probablemente algo sobre algún hombre lobo y el segundo receloso, ¿Qué era lo tan grave que le pasaba a su hermana menor?

-Estoy embarazada –sus padres abrieron los ojos como platos apenas ella soltó luego de quedarse solos en el estudio de Alistair.

-Hija... –su mamá la miró sorprendida –¿Alan?

-No mamá –hablar de aquello con sus padres se le hacía un poco extraño, pero decidió prepararlos en profundidad –primero que nada, quiero que sepan que fui completamente feliz, y que todo fue buscado y promovido por mi –Alistair se removió en su silla extraño –es un hombre el cual amo y estoy segura, que es el amor de mi vida –su madre la miró y sonrió con ternura, ambos le creyeron porque a diferencia de Apolo, Annie nunca había demostrado ni una pizca de romanticismo por nada ni nadie –tampoco él tuvo demasiada elección, ya que es algo más bien natural... Hum, este yo... estoy marcada por la luna mamá –buscó con la vista su apoyo –No se asusten, no es un mal hombre... Ninguno de los dos tuvimos elección.

Su padre asintió en silencio, intentando  digerir aquellas palabras. El amor por su hija superaba cualquier enojo que podía llegar a tener, y al oírla hablar con devoción lo supo. Porque era la manera que él hablaba en el trabajo de su Rosalie, su tan fantástica esposa.

-Ya organicé con Dumbledore para rendir los EXTASIS pronto y volveré a casa –su madre chilló de alegría –quiero pasar el resto del embarazo aquí, con ustedes.

-Pero hija –Rosalie le preguntó con curiosidad –¿Y el padre?

-Lo dejé mamá –mintió, sus padres la miraron sin entender –yo lo amo pero... no puedo lastimarlo. Y siempre me encuentro haciéndolo.

-No digas eso Annie, Remus es un buen hombre, entenderá –su padre dijo y  por poco no se le cae la mandíbula al suelo,  ¿Como lo había adivinado? –¿Crees que soy un tonto? Me imaginé que se llevaban bien, no de esta... manera y cuando dijiste que estabas marcada, no tuve dudas de quien era el padre. Eres adulta Annie, no hay ningún problema y sabes que tu madre y yo no somos particularmente prejuiciosos...

-Papá –su voz sonó seria –te prohibo que le digas nada.

-Anastasia, el bebé no es completamente tuyo, él merece saberlo –su madre habló acariciando sus hombros –es tanto tuyo como de él.