48. El velo

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And I never minded being on my own
Then something broke in me and I wanted to go home
To be where you are
But even closer to you, you seem so very far
And now I'm reaching out with every note I sing
And I hope it gets to you on some pacific wind
Wraps itself around you and whispers in your ear
Tells you that I miss you and I wish that you were here

Wish that you were here - Florence + the machine

(Nota de la autora: las escenas de este capitulo están basadas en el libro de la orden del fenix, no en la pelicula.

Pd: la canción esta me hace llorar mucho. Es muy hermosa y muy adecuada para el capitulo 😭 les dejo el link con la letra porque realmente es de mis temas preferidos)

El grito de Longbottom hizo girarlos, Dumbledore había llegado.

Un cosquilleo de alivio se apoderó de Annie al ver como todos los mortifagos comenzaban a huir, salvo una.

Bellatrix y Sirius continuaban batiéndose a duelo, como algo personal. Annie deseó bajar a ayudarlo pero la mano de su marido la detuvo.

-Annie, suficiente por hoy –se miraron, tenía ganas de besarlo profundamente.

Un grito desgarrador los quitó del trance, era Harry.

Sintió una ráfaga moverse a su lado, Remus intentaba interceptarlo de que este fuese corriendo en busca de su padrino.

Se quedó en shock contemplando aquella escena, Sirius había cruzado el velo, y ella sabía lo que aquello significaba.

Comenzó a llorar conmocionada sin poder creerlo, no podía ser.

No Sirius.

-No puedes hacer nada Harry... se ha ido –oyó que su marido le decía con un hilo de voz.

Observó el semblante de su marido y lo vio desencajado, a pesar de que estaba conteniendo a Harry. Se secó las lágrimas, era su turno de ser fuerte... por él.

Apenas Potter se marchó en busca de Bellatrix ella acudió a su lado, él continuaba fijamente mirando aquel arco.

Lo abrazó y sintió como se derrumbaba sobre su cuerpo. Apretó su pecho con fuerzas sintiendo el dolor como suyo propio. Hasta ella continuaba sin creerlo... Sirius...

Si tan solo no se hubiese dejado nublar por el deseo de venganza, hubiese sido mas prudente y lo hubiese convencido que esperasen al resto.

Era la culpable de la muerte de Sirius.

-Remus... yo...

-Él se ha ido Annie –dijo con voz quebrada –Sirius, Canuto...

Acarició su espalda sintiendo como él escondía su rostro entre su cuello.

-¿Están bien? –Tonks se había reincorporado y corría hacia ellos con Moody y Kingsley pisándole los talones.

Annie asintió con la cabeza en silencio sin dejar de llorar.

-Remus, yo... lo siento...

Él se incorporó con los ojos rojos y les dijo a todos:

-Los chicos.

En silencio y mientras Kingsley se quedaba vigilando a los mortifagos que Dumbledore había capturado, Annie, Tonks, Moody y Remus corrieron a buscar a Hermione, Neville, Luna, Ginny y Ron.

Enervate! –apuntó Annie con su varita a Granger y Lovegood que estaban desamayadas y estas automaticamente se incorporaron.

-Harry, ellos llegaron y... –comenzó a explicar Hermione con apuro pero al ver las caras de los miembros de la Orden se calló –¿Harry está bien?

-A salvo –respondió Remus.

Ayudaron a Ginny con su tobillo y a Neville con su nariz mientras que Moody intentaba quitarle a Ron los cerebros que lo atacaban.

Todo había acabado. Voldemort había escapado y Sirius...

No se atrevió a mirar a su esposo a la cara de camino a Grimmauld Place, donde el resto de la orden esperaba por noticias.

Alec y Aquiles le reprocharon porque no los habían esperado, Doge murmuraba para sus adentros al enterarse de la muerte de Sirius y la familia Jones lloraba en silencio. Molly y Arthur Weasley estaban de camino a Hogwarts con sus hijos.

Esperaron que todos se fueran en silencio, no quería preguntar, pero alguien debía organizar el tema del cuartel general, al morir Sirius...

Observó a su esposo sentado al pie de las escaleras con la cabeza gacha. Se sentó a su lado.

-Lo extrañaré –dijo ella en un hilo de voz.

-Se fue la última parte de familia que me quedaba Annie –ella ahogó el llanto, si alguien debía ser consolado en aquel momento era él.

-Él nunca te dejará, ni James –tomó su mano y la apretó, él la miró con devoción –los que mas aman nunca nos dejan, eso solía decirle él a Harry.

Vio como una lagrima surcaba su mejilla, que ella secó con un beso.

-Lo prometo, él está aquí –tocó el pecho a la altura de su corazón.

-No podrá ver a Lyall ni a Rosie crecer...

-No –admitió ella –pero no pasará un día en que no les hablemos de él, de su gran tío Sirius Black.

Él suspiró con angustia y se incorporó.

-Espérame aquí, buscaré algo y luego nos iremos a casa –le informó subiendo las escaleras.

No quiso preguntar que había tomado, pero su esposa estaba segura que era alguna pertenencia de Sirius y que su marido la llevaría consigo hasta la tumba.

Al llegar a la pequeña casa de los Lupin, la historia fue otra. La sala de estar se llenó de gritos, lo cual no era habitual.

-¡Podrían haber muerto! –Remus se sorprendió al oír a su suegra preocuparse por ambos y no solo por su hija –¡¿Saben como hemos estado?!

-¿Donde están los niños? –preguntó sin ánimos para soportar un sermón de su madre.

-¡Ahora te vienes a preocupar por ellos! ¡Toda la noche en vela, esperando que regresen o den noticias! –saltó el señor Lowe –¿Por qué no te quedaste y nos dejaste ir a nosotros?

-Porque ya soy adulta, y a lo que sea que se venga por delante, le plantaré la cara –su esposo tomó su mano orgulloso –Sirius ha muerto esta noche, y créeme papá, no será en vano...

Al oír eso, los Lowe cayeron en un sillón sin poderlo creer. Alistair miró a su yerno y comprendió el porque de aquel semblante.

-Remus, sé cuanto significaba para ti, lo lamento tanto...

Rosalie lloraba en silencio.

-Gracias señor Lowe, pero Annie tiene razón, la muerte de Can... de Sirius no ha sido en vano. Tiempos oscuros se acercan, y tenemos que estar mas unidos que nunca.

Se quedaron un rato en silencio, Frida les trajo té y todos lo bebieron cada uno sumido en sus recuerdos de Sirius. Annie rememoraba cada risa y complicidad que había tenido con Sirius, como a Lyall le gustaba su forma animaga y como hacía reír a Rosie...

Lloró silenciosamente, mirando fijamente su taza. Cayó en cuenta que Remus tenía razón, comenzaría una etapa difícil, aquella guerra no era enfrentarse a un par de mortifagos ni jugar a desarmarse...

Pero sea como sea, ella sería un soldado fiel a su causa. Ahora tenía un motivo mas para luchar, honraría el nombre de su amigo en cada momento y cada lugar, lo haría sentir orgulloso.

Y cuidaría de Harry Potter como si fuese un ahijado suyo.

Out Of The Woods - Remus LupinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora