Out Of The Woods - Remus Lupin

43. Secuestro

Ven
llévame del dolor
que esta oscuro y no oigo tu voz
solo quiero respirar
solo que la noche me va a matar

Llevame - Kudai

-¿Se puede saber que te sucedió anoche? –Remus le preguntó al ver como se paraba para levantar a su hija hambrienta de la cuna.

La noche anterior había fingido que dormía cuando Remus llegó a la habitación, pero en realidad no había pegado un ojo en toda la noche.

-Buenos días –le respondió gruñonamente ella.

-Estas enojada –adivinó él –¿Qué pasó, Annie?

-Es lo que más rabia me genera, Remus, que no te des cuenta.

-Disculpa, yo...

-Si, lo sé, estabas haciendo cosas para la Orden –le cortó ella abruptamente.

Él continuaba confundido.

-Realmente no sé que es lo que te pasa, Anastasia.

-¿Quieres saber que es lo que me pasa? –lo miró acusadoramente –que dejo a mis hijos un par de horas para dormir un poco, porque creo que lo merezco y cuando vuelvo ella tiene a Lyall en sus brazos.

-No te sigo...

-¡Tonks! ¡¿Realmente no te has dado cuenta como te mira?! ¡Vamos Remus, sé que no eres tonto! –la encolerizaba ver como parecía tan despreocupado de todo.

Él suspiró en silencio, no quería ocultarle mas cosas.

-Dora y yo somos amigos –le informó nervioso.

-¡¿Dora?! –chilló ella y él se asustó –¿Qué clase de amistad tienen?

Remus tragó saliva.

-Cuando fue lo de Diggory, Dumbledore nos citó a todos aquí y la conocí personalmente. Yo me hallaba en mis peores momentos Annie, intentando olvidarte, intentando dejarte en paz  –ella se quedó sin aire por unos segundos –y ella... ella se encargó de mi, me cuidó cuando yo...

-No necesito oír mas –dijo sintiendo como un agujero se formaba en el centro de su pecho.

-Anastasia, no es lo que crees, yo no siento nada por ella...

-Tu accediste a traerme aquí, con ella –él guardó silencio al ver como Annie se incorporaba y dejaba a Rosie en la cuna –y continuaste viniendo a todas las reuniones...

-La orden es la orden, Annie. Te juro que nada entre ella y yo...

-No quiero saberlo, no me interesa –le cortó ella con un ademán de manos –yo llevando a tus hijos en mi vientre y tu divirtiéndote con esa...

Él se paró al ver que ella con unos movimientos de varitas comenzaba a empacar todo y lo entendió. Se estaba marchando.

-Annie, por favor... no...

-Me encantaría que alguna vez Remus, me pusieses como tu prioridad número uno. Solo una vez. Todo parece más importante que yo en tu vida, y sé que son tiempos difíciles. Lo entiendo, pero no lo acepto, no quiero a alguien en mi vida que lo único que busque de mi es que caliente su cama por las noches y lo cuide una vez al mes –se dió vuelta sarcástica –¡Pero espera, para eso está Tonks!