Out Of The Woods - Remus Lupin

Epilogo

When you started crying, baby, I did, too
But when the sun came up, I was looking  at you
Remember when we couldn't take the heat
I walked out and said, "I'm setting you free,"
But the monsters turned out to be just trees
And when the sun came up, you were looking at me.

Out of the woods - Taylor Swift

13 años después

-¡Te dije que no me molestes, Dora! –chilló Rosie que intentaba redactar una carta a su novio Louis Weasley Delacour, relatándole como había sido su último mes en África. 

-Te dije que no me molestes –dijo imitándola su hermana pequeña de doce años recién cumplidos, Nymphadora. Al contrario de Tonks, no había cosa que odiase mas que su apodo Dora y al parecer todos respetaban su aversión salvo su hermana mayor –Venía a decirte que dentro de dos días comienza...

-Si, lo sé, luna llena –Rosie apenas le prestó atención ya que estaba enfocada en la carta para el pelirrojo que en ese momento se hallaba en París junto a su familia materna –¿Tienes todo preparado?

-Claro, yo siempre estoy preparada –puso los ojos en blanco, por suerte no habían heredado lo peor de la licantropía como su padre sino que para ellas la transformación no era tan dolorosa ni perdían el conocimiento, aunque por precaución todos los meses bebían la poción que con dedicación preparaba su madre.

Le tendió un pequeño brebaje azul espeso en una botella y su hermana menor rodó los ojos.

-¿Realmente debo irme de mi propia habitación? –para sorpresa de Remus, su hija que portaba el nombre que había dado la vida para salvarlo, no podía ser fisicamente mas igual a su madre, era una pequeña copia de Annie.

-¡Si, estoy intentando escribirle a Louis, quisiera tener un poco de privacidad!

Su hermana hizo un gesto dramático imitándola, a veces la histeria de la plena adolescencia de Rosie la exasperaba.

-En fin, estaré leyendo en la biblioteca, te dejo escribir tranquila, corazoncito de miel.

-¡¿Has estado leyendo mis cartas?! –preguntó furiosa Rosie al oír como Nymphadora la llamó, solo Louis le decía así.

Algunos metros de allí, en el bosque tres leones machos se encargaban de recorrer el bosque intentando buscar algo con que entretenerse.

Lyall, a pesar de ser el mayor era el mas bromista y relajado de los tres, en cambio Alastor parecía estar en alerta permanente como el hombre por el cual lo habían llamado así y el pequeño Alec se dedicaba a molestar a sus hermanos mordiendo sus lomos o patas. Pronto volverían a Hogwarts y los extrañaría durante el resto del año. Aún le faltaban seis largos años para ir a aquel fantástico castillo donde había oído que sus padres se habían conocido.

-Esto me recuerda a cuando éramos jóvenes –Annie carcajeó al caminar de la mano de su marido por el bosque.

-¿Cuando éramos o cuando era, señora Lupin?  –su marido la miro con ojos picaros ante la severa mirada de la rubia.

-No empieces Remus –las arrugas de la cara de su amado comenzaban a asomarse entre las cicatrices.

Ella también había cambiado bastante, ya no llevaba el cabello rubio por la cintura sino que su melena llegaba a la altura de sus hombros, tantos hijos le habían hecho ganar algunos kilos lo cual resultaba una maravilla a los ojos de Remus porque no hacía otra cosa que volverla mas curvosa.

-Caminando por el bosque prohibido –ella cerró los ojos y se remontó años atrás.

-Podríamos ir a visitar a los niños al castillo con alguna excusa y perdernos en el bosque una noche –sugirió él.