Reseña a Viajes y viajeros, de Virginia Woolf

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Viajes y viajeros de Virginia Woolf, escritora y ensayista británica, una de las más destacadas figuras del modernismo literario del Siglo XX y del feminismo internacional, nos presenta un libro inédito recientemente. Una recopilación que reúne mayoría de los ensayos escritos sobre sus diversos viajes por diferentes lugares, como varias ciudades de Inglaterra, su capital Londres, el resto de Europa, España y el desierto, escritos en diversos años, y exponiendo que hizo o atestiguo en estos lugares, y opiniones sobre otros viajeros. Algunos publicados en vida, y otros póstumamente.

La obra se divide en un prólogo y seis capítulos. El Prólogo inicia con La otra Virginia Woolf, narrando acerca de su vida, y como le nació su pasión por la escritura y el ensayo, su relación con sus padres, hermanos y medio hermanos, sus traumas infantiles, su enfermedad mental, su trastorno bipolar, su matrimonio, sus últimos días en plena Segunda Guerra Mundial, y como no, su trágico suicidio en 1941 por su mal mental. El primer capítulo se llama Inglaterra. Nos describe diversas ciudades a las que ha viajado en el pasar de los años como Haworth, Cornualles, Sussex, Leister, Sheffield Place, Christchurch, etc., dentro de su Inglaterra natal, describiéndonos como son estos lugares y contando ciertos acontecimientos e incidentes que ocurrieron en presencia de la autora, y una curiosa geografía literaria, donde nombra a diversos autores como Meredith, Hardy, Dickens, etc., describiendo los diversos ambientes donde hicieron su obra literaria.

El segundo capítulo se llama Londres. Empieza con El forastero en Londres, narrando su primera visita a esta ciudad, sintiéndose como una extranjera. Continúa con Londres revisitada, narrando su nueva visita a Londres años después. Sigue con Caminata por las calles, narrándonos sus andanzas por las calles de la ciudad y sus tiendas en pleno invierno. Continua con Vuelo sobre Londres, contándonos su experiencia al volar un avión, aunque esta solo fuera su imaginación, ya que el avión sufrió un desperfecto, imposibilitando el vuelo, como dice la autora: "En consecuencia, no habíamos volado en absoluto". Finaliza con Estruendo en Wembley, describiéndonos como es dicho barrio de Londres, con sus carnicerías y florerías por doquier y como otros sitios como Birmania no tienen eso en abundancia, solo teniendo sus pagodas.

El tercer capítulo se llama Europa. Comienza con Impresiones de Bayreuth, ciudad alemana, describiendo su estilo musical, sus músicos, teatros, etc., y sus jardines del Hermitage llenos de flores, concluyendo que la belleza aun triunfa, aunque no al mismo nivel que Londres. Continúa con La hermana de Federico el grande, que es una reseña a la obra de dos volúmenes de Edith. E Cuttell, Wilhelmina Margravine of Baireuth, diciendo que el libro de Miss Cuthell está lleno de material interesante para quien se moleste a predicarlo. Finaliza con Venecia, narrándonos la historia de esta ciudad, desde la invasión de los turcos, su breve historia republicana y su actualidad con Italia en el contexto del libro, y como la ciudad floreció en diversos ámbitos como artes, música, literatura, etc., embelleciéndose de ese modo, siendo el patio de recreo de todo lo que era alegre, misterioso e irresponsable.

El cuarta capítulo se titula España. Comienza con Viajes por España, donde la autora da su opinión de tres libros editados en ese país: la Biblia en España, Letters of Catalonia y The Land of the Blessed Virgin, dando su opinión de cada uno, diciendo que el primero es un difícil retrato de Borrow y de España, la segunda que puede leerse con agrado a cualquiera a quien le guste la lectura ligera de carácter variado, y el tercero es valioso tanto para el viajero como para el lector que lo tiene en su butaca de estudio. Sigue con Una posada andaluza, narrando su estancia en una posada en Andalucía, y como la autora reflexiona sobre el valor de la plata en el tren, como este se detuvo a media noche, como fue la noche en el, y el día siguiente con plena desconfianza española. Termina con Hacia España, contando su estancia en el país ibérico, visitando Burdeos y sus campos, a la vez describiendo sus blancas ciudades, enormes iglesias, alquerías solitarias, y los vastos campos pálidos que se quiebran, reflexionando sobre la pobreza que aún hay en España.

El quinto capítulo se llama El desierto, dándonos una descripción de su viaje al desierto del Sáhara, siendo una expedición del Sr. Watson, describiéndonos el vasto desierto que parece suavizar la mente, induciendo en ella un estado de filosófica calma, y desde las serenas alturas del lomo de un camello, se lo contempla desapasionadamente. Como los árabes al medio día extienden sus alfombras para sus plegarias a su dios Alá, parados o agachados, y como en el anochecer buscan un oasis, como una metáfora del mar, a la vez que los molestan los chacales. También cuenta que dos árabes sirvieron al Sr. Watson, Atman, el guía, y Abdulá, el propietario de los camellos, y como el primero se escapó con una mujer en caballo. Finaliza con Touggourt, el destino del viaje, con la curiosa desaparición de Atman, y como el Sr. Watson consiguió transmitir algo del misterio y el encanto de esa tierra.

En el último capítulo, Viajeros, Virginia Woolf nos da pequeñas biografías sobre varios viajeros famosos, nombrando algunos de sus escritos, sus viajes por el mundo, como su opinión de cada uno, como Sir Walter Raleigh, Richard Hakluyt, Lady Hester Stanhope, Wordsworth, Elizabeth Hitchener, y Elizabeth Lady Holland. Raleigh es el hombre que represento de forma más autentica el mundo isabelino. Hakluyt fue el primer editor de viajes ingleses, secretario de Estado parar las colonias, y el primer escritor autobiográfico. Hester Stanhope siempre quiso ser un hombre, en una sociedad en que las mujeres eran inferiorizadas. Wordsworth fue el viajero de los lagos, siendo el lago una metáfora del paso de un año. Shelley y Hitchener fueron amigos, pero el primero la manipulo para mal, pero se cree logro salir de ese mal círculo para ser una figura respetable. Por último, Holland fue la ambiciosa que siempre deseo saber más y más sobre el conocimiento, pero siendo fuerte y valiente.

Viajes y viajeros de Virginia Woolf, es un buen recopilatorio que nos presenta los ensayos, en su mayoría inéditos, de una autora que viajo por diversos sitios y que leyó mucho para su formación literaria, aunque un poco complicado de entender por su complejidad, una vez que se agarra el ritmo, se convierte en una lectura reflexiva e interesante. Pienso que nombrarlo libro de crónicas de viajes es incorrecto, ya que este en mi opinión, no es un libro sobre crónicas de viaje, sino una combinación entre crónicas de viaje, opiniones sobre otros cronistas, y anécdotas sobre vivencias de la autora, sin contar la pequeña reseña hecha sobre los dos volúmenes de Wilhelmina Margravine of Baireuth, de Edith. E Cuttell. El recopilatorio me parece una buena forma de resucitar a una autora que, lamentablemente, tuvo una vida difícil y un final trágico.

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