Criticas, reseñas, artículos, ensayos y opiniones sueltas

Los errores de Carlos Cuauhtémoc Sánchez

Los libros de auto ayuda, o de superación personal como son mejor conocidos, es un sub género, incluso por muchos, seudo sub género literario, que se enfoca en el crecimiento personal del lector, tratar los problemas personales que tenga por resolver, como en despertar su potencial y habilidades ocultas. Si bien suena bonita su descripción, la realidad es muy diferente. Sobre todo, por autores que no tienen idea de lo que tratan, por más que finjan que sí.

El claro ejemplo de esto es el autor, o mejor dicho, seudo autor mexicano, Carlos Cuauhtémoc Sánchez. Conferencista, filántropo, ingeniero electrónico, deportista, incluso habiendo participado en varios campeonatos deportivos representando a México bajo la modalidad de ciclismo, y empresario, esta persona, que, según su propia página web, ha impartido más de 2,500 conferencias en los foros más importantes, centros de convenciones, teatros, arenas, e incluso estadios de casi todos los países de América, y que sus libros se han publicado en muchos países, calculándose que han sido leídos por más de 30 millones de personas, es el mayor referente cuando se habla de literatura de auto ayuda, sobretodo en Latinoamérica, y México más que nada.

Considerado también un "líder espiritual" y uno de "los más grandes escritores de Latinoamérica actual", aunque con muchas dudas de estos último, por muchos jóvenes, C.C.S. se caracteriza por escribir novelas muy predecibles al nivel de La Rosa de Guadalupe, como de escaso valor literario. Todas ellas siempre tienen un final feliz donde, sino es Dios, es la virgen, o un ángel el que los soluciona.

¿Cuál es el problema con C.C.S? ¿Su obvio cristianismo católico tipo La Rosa de Guadalupe? No. Los críticos literarios y la gente no lo critican por eso. Si bien se podría decir que tiene buenas intenciones al tratar temas como la adicción a las drogas, el alcoholismo, la pornografía excesiva como la delincuencia, falla en todas por su excesiva moral católica. No es nada para sorprenderse, teniendo en cuenta que jamás ha ocultado ser miembro de la secta católica el Opus Dei, conocida como una de las más peligrosas y poderosas del mundo, como por ser de las más conservadoras en diversos temas.

Si bien el señor C.C.S se jacta de saber muchas cosas sobre los problemas sociales que mencione anteriormente, incluso diciendo que reconcilia la ciencia y la religión, la verdad es que sus escritos se tratan en realidad de opiniones personales que de evidencia científica real, como en desinformar completamente basándose en su propio criterio personal.

El primer ejemplo de esto es en su serie literaria de Juventud en Éxtasis. El primer tomo trata sobre un joven que termina teniendo una enfermedad venérea tras ser un adicto al sexo. El problema no es el argumento, sino como lo desarrolla. El protagonista muy pronto, en el capítulo 2, en vez de desarrollarse por toda la obra, se da cuenta que tiene una enfermedad venérea por, adivinen, tener relaciones ante de casarse. No se honestamente desde cuando el matrimonio aleja las enfermedades venéreas, además, parece que C.C.S no tiene conocimiento sobre los preservativos en general al parecer. En el siguiente capítulo llama a su profesor de biología para contarle todo, tratando de justificarse con que no uso condón, respondiendo el "profesor" que eso no hubiera servido ya que, según él, los preservativos no son 100 % infalibles, aunque claro, sin dar fuentes certeras de lo que dice.

El segundo tomo es peor que el anterior. Este ni siquiera trata una historia como el anterior. Solo es un gran manual de principio a fin. Lo más preocupante que hace es condenar la masturbación como un problema que debe ser erradicado y eso que, según el propio autor, es una versión objetiva. Lo peor es que no da ningún estudio que se base en bases científicas realmente, solo emitiendo una opinión sin bases que lo respalden. Al punto incluso de llegar a decir que toda persona que se masturba es un depravado sexual. Claro, porque al parecer para él, uno no puede ni fantasear pensando en la esposa. Además, establece condiciones sin relación aparente, por ejemplo "masturbación-hogares desintegrados". Jamás presenta alguna estadística o estudio que revele que alguien se masturbe es una condición de los hogares rotos o que la falta de esta condición produce hogares sólidos. La masturbación al ser un acto solitario y en casos en secreto jamás involucrara algún familiar en forma física, por lo tanto sus repercusiones en este ámbito son absurdas. Llega incluso al punto de decir, de nuevo, sin pruebas reales, que la masturbación ha destruido matrimonios. Aunque es cierto que en ocasiones la falta de satisfacción sexual dentro de los matrimonios, obliga a que los esposos busquen alcanzar el clímax en solitario, también cabe agregar que la masturbación es una práctica que puede realizarse en pareja. Para terminar este punto, ningún estudio revela la vinculación a la masturbación con la pederastia, la homosexualidad o la perversión de menores. Estas son meras especulaciones del autor.