Capítulo 32

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Llego el día de la pelea y yo estaba buscando que ponerme, no me sentía cómoda con absolutamente nada. 

– ¿Nat?
– ¿QUÉ? - pregunto desde mi closet.

– ¿Qué haces? – Vane pregunta desde mi cama.
– Buscando algo que ponerme hoy.
– Mujer no es tan difícil. – claro como ella ya estaba lista.
–Es muy fácil para ti decir eso.
– Te ayudare.

Vanessa entro conmigo a mi closet rebuscando entre la ropa que tenia para poder elegir algo que me gustara, pero al mismo tiempo me sintiera cómoda y no fuera tan extravagante. Hasta que al fin pudimos encontrar algo.


Me encontraba viéndome en el espejo, la verdad es que me gustaba como me veía, se escucha el intro de Harry Potter, me encanta esa saga indicándome que un mensaje me había llegado.

Muchachote:

Hey Niñata baja.

Nat:

Ya vooy. 

Muchachote:

Si te a puras no me enojo. 

Nat: 

Mentira tu siempre te enojas. 
Visto 8:45 p.m.

– ¿Chicos hora de irnos! grito desde la puerta del departamento, al bajar lo primero que pude ver al salir del edificio fue a un Blake todo de negro sobre su carro deportivo negro.

<¿Guapo no?>

Mucho.

<¡Ja! Lo admitiste te gusta.>

¿Qué? no es verdad.

<Claro que si.>

Cállate conciencia.

– Hola. – saludo al chico que tengo enfrente.
– Hola Nat. – santo por dios, soy yo ¿o su voz se escucho tan sexy?, no, no pero que digo. – Te ves muy linda. –  me va a dar algo.
– Gracias. – contesto agachando la cabeza ¿qué diablos me pasa?
– Primero las damas. – Blake abre la puerta del copiloto para mi PARA MI. – Ejem. – Genial tienen que arruinar esto ¿en serio?

<Tú fuiste quien los invitó.>

Cállate conciencia.

<Soy tu, así que técnicamente no me puedo callar. > 

Ush.

– Una pregunta ¿dónde iremos? – mi hermano interrumpe el bello momento, Blake los volteo a ver con cara de pocos amigos, no lo culpó yo también los quisiera matar, le lancé una mirada a mi mejor amiga que decía "vayan se en otro auto", bien las miradas no hablan, pero de verdad quería que esta vez si, al parecer Vane capto mi vista. –  Amor ¿nos vamos en tu auto? –y ahí están las técnicas de mi amiga para convencer. – puedes ir siguiendo a Blake en el camino, vamos. – arrastro a mi hermano con ella, gracias conexión de mejores amiga. 


Llevamos unos 20 minutos en el auto y este silencio me esta matando.

– Así que, ya tienes cuñada. – Blake al fin habla, interrumpiendo el silencio.
– Si, Vane paso de ser mi hermana a cuñada.
– ¿Es tu hermana?
– No...bueno si. es mi mejor amiga.
– ¿No te sientes rara?
– Mmm...no ellos tuvieron algo cuando yo estaba... –  me calle recordé que Blake no sabe nada, bueno casi nada de mi pasado.
– ¿Tu estabas que Nat? – mierda.
– De...de viaje. 
– ¿A donde fuiste? – no se cansa de hacer preguntas.
– Con mis primos a México. – Blake asintió. – ¿Con quien pelearas? – cambio de tema.
– Un peleador profesional, es para subir a las grandes. – su interés por esto me sorprende.
– ¿Quieres ser boxeador?
– No conozco otra cosa. – Blake se tensa. – ¿Tu que quieres ser?
– Chef, quiero hacer obras de arte en comida y hacer pequeñas fundaciones donde los niños, adultos y perros tengan donde comer, odio ver a abuelitos pidiendo dinero y a tantos perros en el basurero.
– ¿Y los niños?
– Yo...
– Nat, confía en mi, ni diré nada, ni me burlare.
– ¿Lo prometes?
– Lo prometo. – ahí fue cuando sentí que hicimos una promesa, por muy pequeña que sea, para mi era muy importante.
– Desde que tengo memoria he tenido recuerdos en mi cabeza, por eso odio la navidad, todos son de mi de niña llorando en un casa sucia con muy pocos adornos navideños, pero lo más raro y triste, es que me sentía sola, con miedo.
– ¿Le has dicho a tus padres? – Blake tenia el ceño fruncido.
– ¡Ja!, con ellos casi ni hablaba mayormente pelean por mi, aunque ellos dicen que no, yo se que si, y no, no se los he dicho, todos piensan que son alucinaciones.
– Yo no. – Blake me vio directo a los ojos, aparecieron las malditas mariposas en el estómago que no había sentido en tanto tiempo.



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