Capítulo 44

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Odiaba correr, odiaba cualquier tipo de actividad que implicara sudar y perder el aire, y ahora tenía que correr para callar a Pamela, y por el maldito entrenador que se le ocurrió hacer esta estúpida competencia. 

Todos los alumnos de mi clase estaban en las gradas del auditorio impacientes por que la carrera de relevos empezará ya, debo admitirlo también yo quería que esto empezara y acabara ya.

– Competidoras a sus lugares. – el entrenador nos indico donde tenia que ir cada participante. –  Bien ¿Listas? – este se posición al centro del auditorio. – Ah y chicas para quien gane esta carrera tiene exentada mi materia. – genial presión adicional, mis dos amigas y compañeras de carrera no tardaron en darme una mirada de: más te vale ganar Nat, las miradas no hablan pero créanme podía leer su mirada. Vanessa se posición en su lugar que es la entrada del auditorio, seguida de Wendy, pude ver que Pamela se dirigía al segundo puesto pero al notar que yo era la que me dirigía al final corrió a unos pasos de mi, entonces Yess fue al segundo puesto seguida de Ailen. – En sus marcas... –  el entrenador tomo su silbato entre las manos y Vanessa se puso en posición de correr. – ¿Listas? – no pensé. –  ¡Fuera! –  el entrenador hizo la señal con su mano y con su silbato dio la orden que podían salir de su lugar, Vanessa corrían tanto como sus piernas se lo permitían, su ventaja era la de ser alta lo cual aprovecho y llego unos quince pasos antes que Wendy, al tocar la mano de Yess esta salió disparada y Ailen no tardo en hacerle segunda. Poco a poco vi como se acerca a mi el pánico comenzó a hacerse presente, aumentándole los gritos de mis compañeros apoyando a Ailen y otra parte a Yess, Ailen venía por uno o dos pasos antes que Yess.

– Tranquila cerdita, te daré ventaja. – escuchar la arrogante voz de Pamela solo hizo que mi ira se hiciera presente haciendo de lado a el pánico, tome mi posición cuando vi que Yess se acercaba más hacía mi, sentí la mano de mi amiga chochar con la mía y esa fue mi señal para salir corriendo tanto como mis piernas y mi cuerpo me lo permitían al tener una estatura un tanto baja era una desventaja, pude escuchar las pisadas de Pamela tras de mi, mis manos comenzaban a sudar la respiración comenzaba a faltarme.

– ¡Vamos Enana! – escuche gritar a mi hermano quise voltear a verlo, pero sabia perfectamente que mi torpeza sería mucha y caería, no quería perder.
– ¡Tu puedes Niñata! – la voz de Blake tuvo un efecto en mi tan grande que me sorprendió tanto, se me había olvidado por completo que el estaba en mi clase, esta vez no me resistí y volteé mi vista hacia las gradas donde me pareció escuchar su voz y lo vi, con el uniforme de la escuela esa playera blanca que se le apretaba al cuerpo mostrando sus músculos y sus tatuajes, lo que me sorprendió más fue el echo de que estaba a lado de Oscar mi hermano, su mirada y la mía conectaron y pude ver alegría y diversión en ellos, pero luego cambio a una preocupada eso hizo que girara un poco mi vista y pude ver a Pamela muy serca de mi gire completamente mi vista hacia el centro el entrenador estaba en las puertas con dos banderas a cada lado de su cuerpo, de color rojo y blanco, los colores de la escuela, puse todas mis fuerzas en llegar antes que Pamela solo faltaban unos cuantos pasos, tome la bandera roja y la alce estirando mi brazo mi velocidad fue tanta que acabe por poner las manos en las puertas para poder detenerme el grito de mis amigas llego a mi y después sus cuerpos.

– Lo hiciste, lo hiciste. – Yess fue la primera en abrazarme y felicitarme.
– Te amo, no tendré que correr más. – ahora fue el turno de Vane.
– ¡Enana! – Oscar llego hasta mi para abrazarme. – No sabía que corrieras tan rápido.
– Ni yo lo sabía. – conteste divertida.
– ¡Nat felicidades! – Blake llego hasta mi y me cargo, mi corazón latía fuerte por la adrenalina y la rapidez, pero no sabia si el que mi corazón comenzará a latir más fuerte se debía por la impresión o el echo de que Blake me cargara, de su cercanía, mi respiración en vez de comenzar a tranquilizarse me falla, aún más ¿Qué me estas haciendo Blake?

BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora