Bestia

Capítulo 68

El hecho de haber mejorado en cuanto a mi estado de ánimo y la puñalada por parte de mi "padre" fue motivo para regresar a clases, ¡Dios mío! Odiaba a Blake por hacerme levantar de la cama, y vestirme para venir a clases, no es un secreto que odio la escuela y eso lo sabían todos, pero entrar de la mano de Blake, y ver a mis mejores amigas, junto con mi hermano, mi verdadero y único hermano, ahí enfrente de mi era algo de lo cual, me hacía sentir bien, me levantaba un poco el ánimo.

– Así que la princesa al fin decidió venir a clases. – Oscar hablo burlón. 
– No estoy de humor Oscar. – seguí caminando de la mano de Blake hacía ellos. 
– Tu cara lo dice todo. – Vane se río. 
– ¡Tortolitos! – Jhon y Alex gritaron en cuanto nos vieron llegar. 
– Y dime querida Nat, ¿cómo es tener de enfermero a nuestro buen Blake? – Jhon me abrazo, cuando llegamos a su lugar. 
– Es pésimo cuando se trata en leer la letra de doctor. –  reí al recordar cuando Blake leyó por primera vez la receta del doctor de lo que podía y no podía comer, tanto que yo le tuve que ayudar. 
– Al fin encontramos un defecto en nuestro perfecto Blake. – Jhon y Alex chocaron las manos burlones. 
– Si ya acabaron de burlarse... – Blake intento hablar. 
– No. – todos los presentes lo interrumpieron riendo. 
– ¡Basta! – grito enojado, pero nadie paro de reír. – Vámonos Nat, te tengo que dejar en tu clase. – camino conmigo entre todos nuestros amigos, aún muertos de la risa. 

– ¿En serio les tenías que contar eso? – estábamos enfrente de mi aula, por lo que mis compañeros me habían dicho, hoy tocaba examen de práctica, o sea tenia que cocinar. –
– Oh vamos, fue divertido. – reí. 
– No para mí, ahora Alex y Jhon, no dejaran de reír. – realmente no parecía enojado, si no apenado. –
– Bien, en el descanso haré que se acuerden de el otro día, que estábamos en mi casa viendo películas, y Alex y Jhon, no dejaban de gritar. – le Sonreí. – 
– Bien. –  me beso. –  suerte hoy, de lo que cocines me guardas. –  y el se fue a su clase,  ahora me puse yo nerviosa, ¿qué diablos cocinaré? No tuve tiempo de practicar, el cuerpo de Blake y su calentura no me dejaron pensar en nada. 

Entre a la cafetería con un bowl de galletas de oreo, fue lo único que se me ocurrió hacer, saque 8, y para estar de regreso, estuvo bien, creo.

– ¡Dame eso! – Oscar llego detrás de mi y tomo el bowl con las galletas. 
– ¿Cómo llegaste tan rápido?
– Puedo oler el chocolate a kilómetros Nat, ahora cállate y déjame comer esto. – Oscar comió tres galletas, hasta que Blake llego y se las arrebató, y bueno ahora yo estaba riendo viendo como corrían ambos, hacía nuestra habitual mesa. 
– Parecen niños pequeños. – Vane, Yess, Máx, Alex y Jhon hablaron al mismo tiempo. 
– ¿Pues que hiciste Nat? – todos caminábamos hacia ellos con nuestras bandejas llenas de comida. 
– Galletas de oreo.
– ¿¡QUÉ?! – todos gritaron y corrieron rápido hacía ellos, me reí al ver eso. 

(•••)

Estaba en la entrada de la escuela esperando a Blake, ya que como me tiene prisionera, y no es que no me guste, estar con el y su apartamento solos, ya quería llegar y descansar, dormir, Vane y Oscar no se querían ir hasta que vieran que me fuera sana y salva con Blake, Máx y Jhon estaba hablando sobre unas cosas de Boxeo, Alex y Yess, se estaban besando, aprovechando que Blake aún no salía, digamos que aún no han echó formal su relación, aunque no hace falta ya todos lo sabemos, claro el unico que falta de saberlo es Blake, y sabremos como se pondrán las cosas. 

Volteé la vista hacía la gran puerta y pude ver como Blake y Pamela, ¿peleaban?, en cuanto Blake vio que yo lo observaba corrió hacía mi, pero algo en mi decía que no era algo bueno, tres sonidos de bala hicieron que mi mundo, se desmoronara en instantes, le habían disparado a Blake, la imagen pasaba muy lento, el pecho de Blake recibiendo esos tres balazos.

Blake cayendo.

Blake lleno de sangre.

Yo corriendo hacía el.

Yo llena de sangre, mi corazón roto, la desesperación entrando en mi cuerpo al no ver reaccionar a Blake, mi mundo se desmorona de poco a poco teniendo entre brazos el cuerpo lleno de sangre de Blake.