Capítulo 61

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– Tu no eres mi padre, eres un maldito mafioso que asesino a los padres de Blake y Máx, dejaste huérfanos a dos chicos inocentes.
– Piensa lo que quieras, pero dime ¿has visto alguna foto tuya de bebé? Oh ¿Por qué tus padres pelean? Y ¿Por qué crees que se divorciaron?
– No es verdad. – guíe mis manos hacia mi cabeza y tire de mis cabellos, las lágrimas comenzaban a salir.
– Eres mi hija, eres el fruto del único amor que en verdad quise, pero por tu maldita culpa ella murió, me arrebataste lo que más he amado. – se acerca por detrás de mi. 
– ¡No! – tomó mi brazo y jalo de el para hacerme voltear a verlo.
– Yo no quería una hija ¡Pero ella quería una familia!, tu naciste y después ella se fue, por eso te secuestre. – las lágrimas seguían saliendo, pero al escuchar eso me quede quieta. – Chace tu hermano.
– ¿Chace es mi hermano? – sentí como todo en mi estomago se revolvía dándome unas ganas enormes de vomitar. 
– Si, Chace solo fue un modo para llegar a ti, pero el maldito idiota se enamoró de ti, en el secuestro tu debiste quedar muerta, pero el te salvo. – sus ojos me miraban con tanto odio. 
– ¿Por qué?
– ¡Por que me quitaste lo que yo más amaba! ¡Y lo justo es que debes morir!, claro no sin antes ver a tu novio morir.
– Deja a Blake fuera de esto.
– El me esta buscando y me va a encontrar, ¡Dionsio! – grito y un hombre entró. –  llévatela, déjala tirada por ahí, aún no quiero que me encuentren. – volteó su vista hacia mi. – te dejare vivir con este tormento por el momento, nos veremos pronto Nat. – un golpe en mi nuca nubló mi vista y volví a caer inconsciente.

(•••)

Mi cuerpo fue sacudido y eso fue lo que me hizo despertar de golpe, sentí miedo al instante en que abrí mis ojos veía algo borroso. 

– Tranquila Nat, ya estas bien. – ver el rostro de Vane me hizo respirar con alivió, me tire a sus brazos a llorar, no podía con la información que acababa de adquirir. – Ya...ya shhh... Tranquila.

– Déjanos solos Vanessa. – la voz gruesa de Blake me hizo voltear mi vista cristalina  hacia la puerta, Máx y Oscar estaban a su lado.
– No la voy a dejar sola con ustedes. – escupió con enojo.
– Vane, por favor. –  Oscar habló.
– Esta bien Vane. – susurré.
– La hacen llorar y les juro que no saben lo que les are. – Vane salió de mi habitación para dejarnos solos a los cuatro.
– Tu. – me levante de mi lugar para ponerme frente a Blake. – ¿Por qué diablos no me contestas las llamadas y mensajes? – volteé a ver a Oscar. – ¿Por qué no me has hablado? Y tu Máx ¿Por que no me habías llamado? – ninguno me contesto.
– Nat... – Blake intento hablar.
– No nada de Nat, sabes ¿cuánto sufrí?, no podía dormir y nadie me decía nada.
– Nat siéntate por favor. – Oscar hizo el intento de jalarme.
– No Oscar, denme respuestas.
– ¿Qué te dijo Loui? – preguntó Máx.
– Dijo que yo era su hija...que por mi culpa el amor de su vida murió... y que...
– ¿Qué?
– Que fue el quien mató a sus padre y que soy hermana de Chace... pero eso no es cierto ¿verdad Oscar? – gire sobre mis talones para ver a mi hermano, pero el se quedo callado. – ¿Oscar? – quería me dijera que era mentira lo de Loui. – No, no es verdad. – empecé a caminar de un lado a otro. – ¿Es enserio?, ¿El maldito enfermo que intento violarme es mi hermano?, Soy hija de una maldito mafioso asesino, no no puede ser cierto, no... – las lágrimas salieron si mi permiso.
– Nat yo... – Oscar intento acercarse a mi.
– ¡No! – lo pare con mis manos. – sálganse. – ninguno se movió. – ¡Fuera ahora! – grite con lágrimas en mis ojos, una punzada en mi vientre hizo que perdiera el equilibrio.
– ¡Nat! – Blake fue el primero en llegar a mi lado, levantó mi sudadera y vio la herida que tenía. – El te hizo esto. – susurro.
– Es un maldito ¿cómo puede hacerle ese a su hija? – Máx hablo.
– Máx eso no ayuda. – Oscar lo regañó.
– Largo. – hablo cortante Blake. – Ahora. – Oscar y Máx salieron de mi habitación, el se levanto y fue por el botiquín, regreso con el en manos, hice el esfuerzo por levantarme, pero fue inútil. – No Nat. – Blake me tomó en brazos y me dejó en mi cama, comenzó a a curar mi herida. – No es tan profunda, iremos al hospital más tardé. – las lágrimas salieron cada vez más y más. – Nat perdóname, perdóname por no poderte evitar este dolor. – Blake quito algunas gotas de agua de mi cara.
– ¿Por qué yo? ¿Qué hice para que me pasará todo esto?
– Nada Nat nada.
– ¿El es mi padre? – asintió. – No...no. – llore aún más. – ¿El mató a sus padres? – volvió  a sentir. – ¿Chace es mi hermano? – asintió, las lágrimas salieron con mayor fuerza, Blake limpiaba cada una de ellas con su dedo pulgar. 

Blake se sentó a lado mío cuando termino de curar mis heridas, y yo recargue mi cabeza en su hombro, las lágrimas salieron mucho más, necesitaba paz. 

– Llora todo lo que necesites, aquí estoy para ti, siempre estaré para ti, no me iré de tu lado.

Extrañaba a Blake, su aroma, su cuerpo, su calor y lo necesitaba ahora más que nunca.












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