Capítulo 42

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–Te juro que te matare si me vuelves a hacer eso. – salí de la sala del cine abrazándome a mi misma. 
– No estuvo tan fea.
– ¿Qué no? ¡Casi me hago pipí haya dentro? – me quejé.
– Tu te quisiste hacer la fuerte, yo te dije que me abrazaras, pero tu orgullo te gano. – Blake sentenció
– Creí haber superado mi miedo. – susurré.
– He venga ánimo. – Blake trato de animarme, vimos una película de terror "Camino hacía el terror" juro por mi vida que si vuelvo a ver uno de esos deformes me mato, dios ¿cómo se pueden comer a la gente?, Y para empeorar las cosas yo tenía un pequeño trauma con las películas de terror, me fascinaban de pequeña, pero cuando vi la del exorcista no pude dormir por 5 meses tenía miedo de si quiera ir a la escuela así que las deje de ver y ahora con esto menos veré esas malditas películas, Blake se dio cuenta y me ofreció su cuerpo para cubrirme pero me negué tenía razón mi orgullo gano.
– Como sea me voy, tengo que hacer tarea.
– Son las 5 a las 6 te vas ¿sí? – puso cara de perrito que quiere comer después de días ¡Francheska! – 

– Mierda no, me tengo que ir mi perra no a comido hoy
– ¿Eres tan desalmada para dejar a tu perro sin comer? – negó en signo de reproche.
– Es una hembra no macho y es una princesa ¿sí? – le reproche.
– Aja si dueña desalmada, vamos te llevo, de paso y te ayudo con tu tarea. – se levantó de su lugar para caminar.
– No creo que te guste mi tarea.
– ¿Qué tan malo puede ser?
– Calculo.–  conteste desafiante
– Bien, no hay problema.
– ¿Seguro? – puse mi puño en mi mandíbula sobre la mesa en la cual nos había sentado después de salir de la sala del cine. 
– No, mejor yo te veo hacerla.
– ¿Por qué no vas a tu casa?
– ¿Me estas corriendo? – preguntó ofendido
– No.
– Bien vámonos.

(•••)

Estábamos por entrar al departamento cuando me de tuve para escuchar a través de la puerta los sonidos que emitían desde el otro lado.

– Bien se que estas algo loca pero ¿Qué haces? – Blake pregunto extrañado.
– Shhh. – lo intente callar. – quiero escuchar si ya acabaron o siguen. – susurre
– ¿Qué dices?– el igual susurro.
– No quiero entrar y escuchar como mi mejor amiga gime al igual que mi hermano. – como ya no estuche nada respecto a ellos decidí entrar, Blake comenzó a reírse como foca retrasada, pero una muy muy sexy. – ¿Qué te pasa?
– Es que es muy gracioso que tenga que escuchar a través de la puerta de tu propio departamento, para no ver a tu hermano y tu mejor amiga en pleno acto sexual. – siguió riendo. – debe ser muy feo escuchar eso en las noches, lo malo de no tener pareja ¿no Nat? – lo último lo dijo con doble sentido lo pude ver en sus ojos, unos pequeños golpes en mi pierna de la parte de a bajo me obligaron a bajar la vista.
– ¡Amor de mi vida perdóname por dejarte sin comida! ¡bebe preciosa ven! – le hable a mi pequeña Franche.
– ¿Tan bonito le hablas a un perro?
– Ella es mi hija. – la defendí.
– Espero que muy pronto me hables así a mí. – mi corazón dio un vuelco al escuchar esas palabras, no podía negarlo comenzaba a sentir algo por Blake, pero no me arriesgaría tan rápido, lo ignore. – Se que me escuchaste. – como ya había acabado de servirle de comer a mi hija pues me dirigí hacia mi cuarto, y Blake venia tras de mi. – Que habitación tan ¿rara? – las pocas personas que habían entrado ahí decían lo mismo.
– Y debería interesarme ¿por...?
– Por que no parece que una chica de tu edad decorara así su habitación.
– ¿Esperabas todo rosa, perfumes, maquillaje, todo perfectamente arreglado?
– De echó si. – examinaba todo con su mirada.
– Pues no, ese no es mi estilo. – mi cuarto era azul, un pequeño tocador con pocas cosas de maquillaje, algo desarreglado un librero, un escritorio y un pequeño sillón junto con la cama de Franche aunque en realidad ella dormía en todas partes.
– Me sorprendes Nat. – Blake se sentó en el piso de mi habitación.
– ¿Sabes? para eso existe eso. – señale en sillón.
– Me gusta el piso. – Franche vino corriendo a mi habitación cuando vio a Blake tirado en el piso corrió a acostarse con el y jugar con su pequeña patita.
– Hey ¿quieres jugar he? Bien juguemos ya que tu dueña tiene tarea. – Blake comenzó a jugar con sus orejas, la acariciaba y esa vista me pareció simplemente perfecta, Blake Wiliams se esta empezando a ganar un lugar en mi corazón y si intentamos ser algo el esta ganando muchos puntos.

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