George, no estás sólo. [Completa]

Una cena llena de risas.

- ¿Dolores? – pregunta Arthur Weasley sirviéndose una considerada porción de patatas con carne mechada. - ¿Es enserio?

- Sí. – responde Cassie con seriedad. – No es para sorprenderse señor Weasley ella nos odia a mi hermano y a mí.

- Francamente liberar a un par de mortifagos de Azkaban es un exceso por decir lo menos. – regaña la señora Weasley negando con la cabeza preocupada. – Arthur, querido tienes que avisarle en cuanto antes a Kingsley, no pueden estar de brazos cruzados.

- Sí sí en cuanto terminemos de cenar iré a verlo. Chicos ustedes no tienen nada de que preocuparse, nos encargaremos de esto en cuanto antes. – dirige las últimas palabras a los hermanos Potter.

- Deberíamos de decírselo a Hermione. – murmura Ron con comida en la boca.

- Podrías aguantar algunas horas sin ella ¿No creen? – ríe Ginny de manera burlona, lo hace de manera estratégica para desviar el tema de los planes de Goyle. – ¿Acaso no te cansas?

- No me digas nada, tú tienes a Harry las 24 horas del día. – le rebate Ron con las orejas coloradas haciendo que Harry se atragante con un pedazo de carne y Ginny ruede los ojos.

Cassie aprovecha el momento en que los hermanos comienzan a discutir para levantarse de la mesa y dirigirse a la cocina.

- ¿Qué haces querida? – pregunta la señora Weasley llamando su atención.

- Iré a cenar con Malfoy. – responde sacando una bandeja y así llevarle de comer evitando a toda costa el contacto visual con George.

- Puede cenar solo. – dijo Ron dejando de lado su pelea con Ginny. Se encoge de hombros mientras añade un poco de ensalada en el plato.

- Yo iré contigo. – dice Harry, no como un hermano protector. Tenía un objetivo en común.

Entran al cuarto donde Malfoy se encuentra sentado en la cama con la mirada fija en el armario del fondo, desvía sus ojos grises hacia ellos y una ceja se levanta de manera casi imperceptible,

- ¿Creíste que te dejaríamos sin comer? – pregunta la chica depositando la bandeja en su regazo y sentándose a las orillas de la cama.

- No, pero tampoco esperaba compañía.

- Queremos dejarle a los Weasley un tiempo en familia. – dice Harry sentándose en el sillón junto a la ventana.

- ¿Qué es eso? – pregunta Cassie señalando un papel encima de la mesita de noche.

- Una carta de mi madre, quiere saber dónde mierda estoy metido.

- ¿Y le respondiste?

- Claro que no. – rasca su nuca pensativo

- Deberías decirle que al menos estás vivo. – aconseja Harry. Draco se encoge de hombros y mira la comida comenzando a devorarla en silencio. - ¿Qué sucedió con Mundungus al final? – pregunta haciendo una breve pausa en su alimentación. La chica le cuenta lo que le ha dicho y Malfoy frunce el ceño. - ¿Umbridge?

- Si... sé que te caía bien, pero...

- ¿Quién dijo que me agradaba?

- Recuerdas la Brigada Inquisorial? – espeta la chica con cierto recelo.

- Inquisitorial. – le corrige. – Y claro que si, era bastante divertido... No me miren así, lo fue.

- Se creían mucha cosa con esas malditas placas en el uniforme, ¿no? – ríe Harry casi de manera irónica. Draco guarda silencio unos segundos.