George, no estás sólo. [Completa]

Feliz Cumpleaños.

Camina por las calles de Londres con Teddy tomado de su mano dirigiéndose al callejón Diagon, han abierto una nueva heladería con sabores mágicos y, además, no puede llevarlo por lugares muggles todavía. Aun no controla su metamorfosis y suele convertir su cabello al de cualquier persona que le sonríe. Saluda a Tom, el dueño del Caldero Chorreante y aprovecha para quitarle el jockey al pequeño, con el calor que hay le corren pequeñas gotas de sudor por sus mejillas sonrosadas.

Apenas entran al callejón Teddy comienza a inquietarse mirándola hacia arriba y señalando muchos lugares a los cuales quería entrar, pero poco le hace caso. Solo irían por el helado luego de largos berrinches y suplicas que casi logran acabar con su paciencia. Al llegar a su destino lo eleva con cuidado para mostrarle en stand de los sabores y ríe en silencio al verlo fascinado con uno sabor a pescado en donde pequeños peces saltaban de un lugar a otro.

––Ese no te va a gustar. ––Le dice y luego señala otro de chocolate de chispas explosivas que saltaban lanzando pequeños trozos de helado por su lugar. ––Ese es más rico.

Pero Teddy ya no la escuchaba, se había bajado de sus brazos a la fuerza y corría en dirección a un pelirrojo encaramándose en sus brazos mientras que Cassie siente un vuelco en el estómago al ver a George sonriéndole a Teddy y luego buscándola con la mirada hasta que sus ojos se encuentran. Paga el helado y maldice en su interior al tiempo que sus pies avanzan hacia ellos y una mueca semejante a un intento de sonrisa se forma en su rostro.

––Cass.

––George.

Se quedan en silencio un momento para luego ambos comenzar a hablar al mismo tiempo sin entender nada. George se detiene asomando el esbozo de una sonrisa y Cassie muerde su labio completamente nerviosa.

––¿Qué estabas diciendo? ––Pregunta y le ayuda a colocar a Teddy en sus hombros.

––Que los vi pasar y pasé a saludar.

––Ah.

––¿Y tú?

––Simplemente te preguntaba como estas.

––Bien... ¿Quieres caminar?

Ella asiente y así lo hacen. Caminan y George comenta acerca de nuevos artículos de su tienda a lo que Cassie lo mira con curiosidad, estaba relajado y no parecía estar molesto con ella como la última vez que lo vio en la nueva Madriguera lo que la llena de alivio. Se sientan en una banca y le entrega el helado a Teddy para que se entretenga.

––¿Entonces, irás? ––Pregunta George y ella frunce el ceño sin entender. ––A Hogwarts.

––No lo sé.

––¿Y Malfoy irá? ––Vuelve a analizarlo, solo tiene una ceja alzada y comprende que él también tiene esa estúpida idea de que si va elegiría al rubio por sobre él. Chasquea la lengua y asiente desviando la mirada al frente. Se ve poca gente caminando por la sombra resguardándose del calor. La heladería de pronto se había llenado. ––Siento haber sido un idiota contigo.

––¿Me lo dices enserio? ––Pregunta sorprendida.

––Sí. ––Miraba a la nada y luego a ella. ––Muy enserio.

––¿Por qué? ¿Porque lo has sido y te arrepientes o porque puede que me vaya con otro? ––Rebate con cierta amargura y George carraspea.

––Tal vez ambas. No quiero que te vayas con él.

––¿Y quieres que me quede contigo?

––No lo sé. ––Responde con sinceridad. Cassie suspira con pesar y se levanta indicándole a Teddy que ya es momento de irse.