George, no estás sólo. [Completa]

La Cabaña.

Tic toc, suena el reloj, tic toc, la volverá loca. Tic toc, no para. Cassie corre hacia la pared de su pieza y arranca el reloj tirándolo al suelo. Se restriega la cara horrorizada. Otra herida más, un récord. Recoge rápidamente las piezas y las hace desparecer con la varita.

Camina nerviosa por la habitación esperando. Maldice al aire ya que no puede ver qué hora es, o si han pasado segundos, minutos u horas. Tocan la puerta de su pieza, pero ella no quiere ver a nadie y sea quien sea es insistente por lo que prefiere hacerse la dormida. Con la mente en blanco no se sobresalta cuando la puerta se abre de un tirón, pero si siente su corazón latiéndole a mil por hora. Era Ginny, lo supo por el olor a mujer. Su amiga se sienta en la cama y le acaricia el cabello unos segundos antes de hurguetear por ahí e irse.

Al fin la noche ha caído y Cassie aprovecha para bajar las escaleras tratando de no hacer ruido, tan solo iluminada por una tenue luz desprendida de su varita.

-Llegas tarde. - murmura una voz en la entrada del número 12 de Grimmauld Place.

- Lo siento.

- Vamos ya. - Dean Thomas le tiende una mano y juntos desaparecen.

El lugar estaba a oscuras, Cassie miró el cielo que nublado tapaba la luz de luna. Luego depositó su mirada en la cabaña que tenía al frente.

-Aquí estuvo la última vez. - Comenta Dean. - ¿A dónde vas?

- Acercarme. - Susurra. Extrae la capa de su padre y ambos chicos se esconden bajo ella. Enciende la varita para poder ver. - Nadie lo notara. - Le explica al moreno. Busca nuevamente en su mochila y extrae una oreja.

- ¿Qué es eso? - Dean traga saliva sin ocultar ni una pizca su nerviosismo.

- La oreja de George. - El muchacho casi muere de un infarto y ella roda los ojos. - Un invento de los gemelos Dean, como crees. Es una oreja extensible, si siguen ahí podremos escuchar todo.

Se acercan con sigilo hasta una ventana y Cassie acerca la oreja a esta. Ambos intercambian una mirada. Pudieron ver a Zabinni y Pansy Parkinson hablando, la muchacha luego de enfocarlos bien sintió un arrebato de ira, mas, se tuvo que controlar. No quería alarmar a Dean más de lo que ya estaba.

-... No Blaise. - Murmuraba Pansy. - Es peligroso.

- ¿Acaso no tienes ganas de matarla?

- Claro que sí. - Responde a la defensiva. - Mira mi cabello. ¿Ves algo? ¡No!

- No seas superficial, Parkinson. Ya no estamos en condiciones de permitírnoslo. - Se burla en tono acido. - ¿Has sabido algo de Rockwood?

- El plan va en proceso.

- Me gustaría ver la cara de Potter cuando se entere.

- Pero no lo harás, nos buscan.

- Igual que a Rockwood.

- Dolovh se encargará de ayudarle, además son como expertos en cosas así. ¿No? En cambio, nosotros no. ¿Qué pasara con Malfoy?

- Cuando sepa lo que le espera... No me mires así, no te lo diré.

- Oh vamos.

- ¿Es que acaso sigues de babosa? No tiene importancia.

- Claro que no, sólo quiero saber que le harán.

- Posiblemente desee estar muerto. Eventualmente lo estará.

Dean y Cassie vuelven a mirarse, el corazón de la pelirroja late a mil por hora... ¿Qué harán? Le pitan los oídos. Aprieta fuerte su varita, pero Dean la detiene y en un segundo de forcejeo vuelven a encontrarse frente a la mansión Black.